Parte I Capítulo VII

―Hola―saludó Marina sonriente, Marcos se sentó enfrente y abrió los ojos como platos sorprendido.

―¿Qué haces aquí? ¿no eras muda?―preguntó molesto.

―Soy muda...bueno, más bien eso es lo que piensa todo el mundo. Cuando mi padre murió en el accidente de tráfico, yo me había quedado "muda" de tanto gritar por ayuda―rio y Marcos negó con la cabeza, Marina sonrió de oreja a oreja al ver las esposas de Marcos, pasó un dedo por encima de ellas y Marcos las apartó.

―No te atrevas a tocarme―amenazó y Marina rio.

―Vale...¿sabes? Vengo a enseñarte un regalo que me regalo el famoso violinista Timo Wutersnut...―sacó de la mochila un violín y Marcos abrió la boca sorprendido.

―¿Un violín Stradivarius?―preguntó asombrado, iba a cogerlo pero Marina lo apartó.

―No te atrevas a tocarlo. Wutersnut sintió pena por mí al ser muda y sufrir esa agresión en mi primer concierto, por eso me regaló uno de sus ejemplares―afirmó sonriente mientras lo acariciaba con las manos.

―No te lo mereces―dijo Marcos a regañadientes y Marina rio―es injusto...

―Nada en esta vida es justo...me ha encantado visitarte, criminal―dijo entonando la última palabra, se levantó cogiendo el violín y Marcos estalló.

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Liv se limpió las lágrimas y salió del cubículo se aclaró la cara con agua fría y suspiró. Por su culpa Marcos está metido en problemas.

―Hey―saludó Leire―hoy es día de visitas―Liv asintió saliendo del baño junto a ella―¿pasa algo?―preguntó al verla tan seria, Liv negó con la cabeza ―no te lo crees ni tú―afirmó y agarrándola por la camiseta la llevó contra la pared del pasillo―¿qué pasa?―preguntó seria y Liv tragó en seco desviando la mirada, su amiga le agarró por el mentón y le obligó a mirar fijamente esos ojos grises.

―Me gusta un chico...y no es Jordi ―Leire soltó la mano y ambas volvieron a caminar en silencio.

―Eso es...

―Peligroso para ambos...lo sé―ambas se miraron y Leire le dedicó una mirada triste.

―Sabes que yo puedo...

―No le digas nada a tu madre―pidió Olivia, la madre de Leire era policía del centro de menores, por lo que Leire también vivía allí al no tener padre―solo te pido que no se lo digas a Jordi ―Leire asintió y ambas se dirigieron al patio.

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Marcos cogió el violín con las manos y le dio un golpe seco en el pecho a Marina, ella se tiró al suelo, le había dado en un lugar estratégico y no podía respirar. Marcos se acercó y arrancó las cuerdas del violín dispuesto a ahorcarla, pero los policías llegaron antes de que pudiera hacerlo y lo separaron de Marina.

Él, que no se daba por vencido y que quería demostrarle a Olivia de lo que era capaz, mordió al primer policía y se escurrió de los brazos del otro, se acercó a Marina que estaba rodeada de gente y le atravesó el violín en la cabeza.

―¡Está loco!―gritó la madre de Marina deshaciéndose del violín ―¡vale cuarenta millones de euros!

―Acompáñanos al despacho del director―iban a ponerle las esposas, pero se sorprendieron al ver que ya las tenía puestas, intercambiaron unas miradas y lo agarraron por los brazos sin salir de su asombro.

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Liv salió al patio, había mucha gente en círculo aplaudiendo y abucheando por lo que suspuso que había una pelea.

Se acercó junto con Leire, se estaban peleando Jordi y Micaela, una chica un par de años mayor que Jordi.

―¿Qué ha pasado?―le preguntó al adolescente de su lado.

―Jordi se ha enfadado con Micaela porque le dijo que quería ser la novia de Jake y dejarle y han empezado a pegarse...

―¿Y Jake? ¿No va a hacer nada?―preguntó Leire al ver a Jordi encima de Micaela, el chico negó con una mueca.

―Ya conocéis a Jake...lo suyo no son las peleas.

―Ya...―admitió Liv recordando que Jake estaba metido por hackear a varios gobiernos de toda Europa, por eso le metieron en el mejor centro de menores, en París.

―Pero no me parece normal que no quiera luchar por Micaela...―susurró Leire y en ese momento Micaela le dio una patada a Jordi en el culo, se cayó para delante y ella aprovechó para levantarse y coger ventaja―aunque a Micaela nunca se le dio mal...

―Cierto―afirmó el chico.

Jordi le dio un golpe a Micaela en el pecho y ella cayó de rodillas, le costaba respirar, Jordi esperó en pie preparado para otro golpe, pero Micaela seguía en el suelo intentando respirar.

Al ver que no se levantaba, Jordi se agachó a susurrarle su victoria al oído, pero ella le dio un puñetazo y Jordi cayó de espaldas, Micaela se levantó y le puso un pie sobre el estómago.

―Ya no soy tu nena―declaró triunfante―pero tú...―dijo riéndose ―has perdido, así que harás lo que yo te diga cuando yo te lo diga―acercó su rostro a su oído―¿has entendido?―Jordi asintió y todos aplaudieron dispersándose.

―¿Por qué no le plantas cara tú también?―Liv negó con la cabeza mientras entraba de nuevo al edificio.

―Yo no soy como Micaela, además...el chico que me gusta no es de los mayores―Leire abrió los ojos como platos sorprendida y cada una entró a su habitación, había terminado la hora de visitas y también su descanso.

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Capítulo nuevooo!!!
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Besos!!!