Parte I Capítulo VIII

Olivia se sorprendió al no ver a Marcos en su habitación, ignoró ese hecho y se tumbó en la litera de arriba, lloró como nunca antes lo había hecho desde que estaba en ese lugar.

Micaela ahora era la novia de Jake y no la de Jordi, por lo que ahora ella recibiría atención extra por su parte. Micaela era además de Olivia la novia de Jordi, antes también salía con Naiara, pero ya le dieron libertad. A Olivia al principio le gustaba Jordi y por eso se acercó sin saber que no podría separarse de él.

Ahora ya no le gusta, pero es demasiado tarde para alejarse sin más y ella lo sabe.

―No puedo permitir que lo mate ―murmuró Liv para sí misma.

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Marcos entró al despacho de Paul sin miedo, no se sentía culpable ni mucho menos con remordimientos. Y eso le asustaba, le asustaba que pudiese haberla matado y estar feliz con ello.

Liv tenía razón...ese lugar hacía de la mejor persona la más peligrosa.

―Casi matas a tu visitante―afirmó Paul y Marcos se limitó a asentir―que además es la persona por la que estás aquí―Marcos volvió a asentir―¿por qué lo hiciste?

―Porque esa niña es una mentirosa, quería restregarme su premio por mentir y yo solo quería que el karma le diera su merecido―Paul sacó una libreta y comenzó a apuntar.

―Me temo que tendremos que prohibirte las visitas hasta navidad... ―murmuró apretando los labios, Marcos se encogió de hombros mientras echaba un vistazo por toda la habitación.

―En dos meses esa fue mi única visita ―confesó mirando a Paul, él miró unos documentos y asintió sorprendido―no me importa quedarme...un mes sin ellas―dijo mirando el calendario.

―Vale, pero me temo que tendrás que ir a juicio, por intento de homicidio y por romper un objeto que tiene el valor de millones de euros...

―Soy violinista...¿crees que no sé cuanto cuesta un violín Stradivarius?―Paul asintió.

―¿Tocas el violín?―Marcos negó.

―No desde que me metieron aquí ―Paul asintió.

―Quizás tocando el violín te tranquilices y dejes de ser tan... violento. Pediré un par de violines para que sigas tocando habitualmente ―Marcos asintió sonriendo, Paul chascó los dedos y los policías llevaron a Marcos de nuevo a su habitación.

―¡Marcos!―exclamó Olivia sorprendida limpiándose las lágrimas ―¿dónde estabas?―preguntó y Marcos se quitó el traje verde quedándose en calzoncillos, Olivia desvió la mirada a los barrotes de la ventana.

―En el despacho de Paul, Marina vino a darme una visita, yo le di una paliza y me mandaron al despacho, ahora tendré que ir a juicio. Lo bueno es que me van a dar un violín―Olivia asintió―esto me pasa por hacerte caso―dijo acercándose a Olivia, intentaba ocultar su sonrisa pero le era imposible, iba a darle un beso en los labios pero acabó en su mejilla.

Se separó y frunció el ceño, ella tosió para disimular.

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―Noticias de última hora...Marcos, el niño violinista del centro de menores, volvió a atacar a Marina con un violín Stradivarius después de que ella le fuera a hacer una visita―Martina escupió el agua tras escuchar eso en los informativos.

―Ha sido...horrible. Ella fue a hacerle una visita para ver qué tal estaba y él cogió el regalo del gran Timo, le dio un fuerte golpe en el pecho que la dejó sin aire y después, como si no fuera suficiente, arrancó las cuerdas para ahorcarla. Gracias que llegaron los policías a tiempo, aunque se escurrió de sus brazos y le estampó el violín en la cabeza.

―Estas son las declaraciones de un testigo―Martina cogió el mando y cambió de canal. Se le habían quitado las ganas de comer. No podía creerse lo que había ocurrido hace un par de meses, pero lo increíble es que pudiera haberlo hecho dos veces.

Soltó un par de lágrimas pero enseguida las quitó, respiró hondo y volvió a poner las noticias, ya cenaría después. Ahora tenía que centrarse, ella ahora solo tiene una hija, o al menos intenta convencerse de ello, pero los acontecimientos no se lo ponen nada sencillo y ella es consciente de ello.

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Era la hora de la cena, a Marcos le había tocado de nuevo con Vanesa, Mario y Lorena.

―¿Visteis la pelea de Micaela y Jordi?―preguntó Lorena llevándose a la boca un trozo de carne, Vanesa asintió sonriente.

―¡Sí! Es tan atractivo...―suspiró mirando como pasaba por delante de ellos, Mario le dio una colleja a Vanesa.

―¡Ni se te ocurra acercarte a él!―exclamó―puede que tú te cargaras a dos tíos con dinamita pero él sin ella puede matarte―advirtió.

―¿Por?―preguntó Marcos confundido.

―Ahh, es que entre que es nuevo y que no vio la pelea no se entera de nada―dijo otro niño―Jordi es un chico muy guapo, tiene pintas de malote que atraen a muchas. Pero es un chico peligroso, si te acercas demasiado a él no podrás alejarte. Micaela fue su novia, estaba loca por él, cegada por el amor. Pero está loco, no estoy seguro de qué le pasa en la cabeza exactamente, pero puede llegar a matarte.

―Dicen que está aquí por matar a su propia hermana―Marcos abrió los ojos como platos sorprendido―se echó novio y dejó de acompañarle al colegio, entonces él se vengó primero de ella y después del novio. Aunque no llegó a matar al chico.

―¿Y cómo es que Micaela está besándose con Jake?

―Micaela le ganó, o sea no es la primera que le frenta cara, a Natalie y a Charlie los tuvieron que cambiar de área. Cuando le ganas se supone que se aleja, al menos eso ha hecho por ahora, pero siempre hay alguien que quiere ser popular y se acerca a él.

―¿También lo hace con los chicos?―preguntó y todos asintieron.

―No solo lo hace con sus novias, también con sus amigos.

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