Capítulo 2

Se levanto con pereza y tristeza recordando lo que le paso,  se ducha y coloca su uniforme escolar que consta de una falda que va en las rodillas,  un buso blanco,  medias de igual color y zapatos negros toma su mochila y baja a desayunar. 

-como dormiste hija? -pregunta su madre mientras le sirve el desayuno

Amelia lo piensa muy bien al final decide no contarle nada a nadie - bien mamá - dice la joven con una falsa sonrisa 

-bien apresura te  que se te hará tarde para ir al colegio hija,- Amelia asiente toma su emparedado y sale de la casa presurosa,  donde sorprendente mente la espera el chico de sus pesadillas,  Salin el cómplice de sus atacantes y quien le dejo tan solo una rosa y una nota,  la espera ella se tensa e intenta salir Corriendo,  pero  Salin la toma suavemente del brazo y le susurra al oído 

-no me temas dulce Amelia,  te protegeré - Amelía lo mira con duda pero al final solo acepta que el la lleve al colegio por el miedo de encontrarse de nuevo con sus atacantes, ambos chicos entran a clases Amelia entra a su salón,  pero antes Salin le da una flor con un beso en la mejilla cosa que le causa un extraño cosquilleo a la joven. 

Durante la clase de historia Amelía no dejaba de pensar en aquel joven , y en lo dulce que a sido con ella, y no sabe si lo hace por que la quiere de verdad o por que le tiene lastima por lo que le paso,  sale del colegio donde la espera Salin ambos se van a casa muy divertidos Salin se despide de Amelía y ella entra a su casa donde ya no se siente segura,  se va a su recamara  y se encierra en llave con temor de que la vuelvan a lastimar. 

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Y así pasan los días y las noches  Amelia con aquel temor que se disipa gracias a Salin,  quien la llena de detalles palabras bonitas y la sorprende todos los días con cosas para ella. 

una noche mientras Amelía duerme alguien la observa, temeroso de que ella despierte y se asuste 

-pero que hermosa eres -le susurra Salin tocando suavemente  su mejilla  cuidadosamente besa sus labios con ternura,  pero se sobresalta al escuchar unos pasos que vienen Asia su amada ,  se esconde en las cortinas,  y del otro lado entra el padre de Amelía a  verificar que su hija duerma a salvo,  Salin suspira aliviado al ver que no son sus primos para atacarla de nuevo,  el sabe que tiene que estar alerta ya que ellos hacen ese tipo de cosas por diversión, pero el no es como ellos,  el se enamoro de Amelía y la quiere proteger así tenga que morir para ello.