Loco por ti

Capítulo 4: Vida rota (Ambkor)

-Dime Eduardo, ¿Cómo te sientes hoy?- preguntó una linda mujer vestida con un traje rosa

-No muy diferente a ayer-

-¿Y cómo te sentías ayer?-

-Con ganas de regresar al campo de batalla-

-¿Sabes por qué ocurre?-

-Quiero vengarme de todos esos rusos que hicieron daño… a mis compañeras, a mis compañeros, a Laura… me dan ganas de tomar un arma e ir a ningún lado a matarlos-

-Cuéntame más de Laura, ¿Fue ella la que te convenció de venir?-

-No lo sé… ayer me derrumbe mientras intentaba hacer un cuadro en honor a mis compañeros de guerra, y ella solo me escucho, no me ofendió y tampoco me llamo cobarde-

-No está mal llorar, no después de haber llegado de una guerra tan violenta como la que termino, escucha, no seré psicóloga ahora, si disfrutas pintar, comienza a pintar cosas que te hagan feliz, no te tienes que obligar a dibujar a las personas que has perdido, respóndeme una cosa, ¿Por qué razón, además de que nadie te dará un arma, no vas a asesinar a los pocos rusos que aún quedan?-

-Por Laura, estoy muy seguro que si yo muero… o soy encarcelado, ella se pondría muy triste-

-Me parece una gran motivación, estoy seguro que harás algo que te haga sentir bien, ahora regresa a casa, si necesitas algo más, ya sabes, aquí estaré-

-Gracias doctora-

 

-Anel… ¿Qué haces aquí?- preguntó Laura mientras se quitaba los guantes llenos de pintura

-No he sabido de ti en algunos días, quería saber cómo te encontrabas… ¿Eso es sangre?-

-No, es pintura, Eduardo dejo un desastre ayer y lo estaba limpiando-

-¿Necesitas ayuda?-

-No, en realidad ya casi termino, adelante, ¿Gustas un café?-

-Gracias, lo tomare-

Anel entró a casa de Laura y esta le llevó hasta la sala donde tomó asiento, se sentó luego de cerrar la puerta del pequeño estudio de Eduardo.

-¿Dónde está Eduardo?-

-En una consulta psicológica, ayer tuvo un accidente y decidió ir-

-Ya veo, ¿Sabes cuando regresara?-

-No, dijo que también buscaría un trabajo, las pinturas son caras y el lienzo también-

-Ya veo- dijo y Laura le entregó una taza con café

-¿Azúcar?-

-No gracias, dime, ¿Cómo te has sentido?- preguntó mientras que Laura se sentaba y dio un trago al café

-Muy bien, mira, un nuevo peinado para ocultar mi cicatriz- dijo enseñando su fleco

-Cierto, te vez linda así, dime, ¿No has sentido algo extraño en Eduardo?-

-No, según yo todo lo normal respecto a ser un veterano de la guerra-

-¿Por qué limpias su estudio, no dijiste que no te dejaba ver el cuadro?-

-Ayer tuvo un ataque de… no sé cómo se llame, pero intentaba hacer un cuadro en honor a sus compañeras y compañeros de guerra, el recordar toda la violencia le hizo colapsar y hacer un desastre en su estudio, no tuvo de otra, además, el cuadro lo dejo totalmente borroso, mira- dijo y se levantó del sillón para entrar al estudio y sacar el lienzo- todo rojo, verde y negro-

-¿Sabes que quiso expresar con eso?, parece ser algo muy surrealista-

-No lo sé, el rojo es la sangre, el verde son los uniformes y lo negro son armas, si lo miras bien, parecen tener formas-

Anel terminó con el café y se levantó para mirar más de cerca el cuadro.

-Esto fue hecho con los dedos, parece que con enojo y odio-

-Si, creo que así fue, aunque aquí se notan tonos azules, parece ser una cruz…-

-Una cruz médica, toda el área de heridos esta de ese color, parece que expresó la tristeza por la muerte de sus compañeros, es un gran cuadro, deberías de decirle que lo deje secar y guardarlo para después-

-Si, a mí también me gusta, lo guardare por el- dijo y regresó el cuadro al caballete

-Y dime, ¿Cómo es tu relación con Eduardo?- preguntó mientras regresaba al sofá

-Solo somos amigos- respondió sentándose a un lado de Anel

-¿Amigos?, ¿Él no te gusta como hombre?-

-Siendo sincera… desde antes que se fuera a la guerra-

-¿Nunca se lo has dicho?-

-No, no quería que arruinásemos nuestra amistad-

-¿Y ahora?-

-No creo que el me acepte, es un veterano de guerra, además, no deja de hablar de sus compañeras de guerra, puede que se haya enamorado o casado con una de ellas y no me haya dicho-

-¿Crees eso posible?-

-Si… ¿Por qué tantas preguntas?-

-Solo… solo quería saber más de ti-

-¿Y qué hay de ti?, ¿Ya se lo dijiste a la doctora que lo que sientes por ella es romántico?-

-No… espera, ¿Cómo lo sabes?-

-Mejillas sonrojadas al acercarse a ella, tu tono de voz se hace más suave, tus pupilas se dilatan, enderezas más tu cadera, todo la delata, ahora, no me venga a hablar de valentía cuando tu tampoco lo has dicho, ahora, si me disculpas, tengo que hacer la comida, ¿Quiere quedarse a comer?- preguntó un poco enojada

-No… no gracias, me iré ahora…-

 

-Eso ocurrió- contó a Fátima omitiendo la última parte

-¿Y ya?, no le dijiste entonces-

-¿De verdad quieres que le diga?, ¿Cómo?, ya se, oye Laura, resulta que a tu amigo por el que tienes sentimientos románticos, Eduardo, fue declarado perdido en combate hace dos años y finalmente declarado muerto hace unos meses con un cuerpo que no se sabe si era el suyo, así que probablemente estas viviendo con un ¡jodido fantasma!- dijo exaltada y golpeó la mesa asustando a Fátima

-No… no quería que me malentendieras-

-Carajo, se me olvidaba que te asustas fácilmente- dijo más calmada y se sentó en la mesa- perdóname, pero este tema me está sacando de quicio-

-Si, somos dos, mis fuentes de información están a tope, realmente hubo un rescate de soldados hace poco, pero nada garantiza que Eduardo haya venido en ese rescate, aun no se terminan los recuentos de vivos, muertos y desaparecidos, nuestra presidenta dijo que se harían estudios de “ADN” en los cuerpos recuperados, pero en lo que se terminan puede ser muy tarde-



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En el texto hay: lesbico, amistad, amor secreto

Editado: 12.11.2021

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