Había llegado el día esperado, estaba nerviosa, no sabía que ponerme para verlo. Toda la semana habíamos mantenido el contacto no parábamos de charlar, admito que me gusta conversar con el de lo que sea, me hace sentir muy bien.
Habíamos quedado de vernos a las ocho, donde era antes la vieja escuela, muy cercas de mi casa la verdad. No le había comentado nada de esto a nadie, ni siquiera a mi madre o amigas.
Es algo que quiero llevar con calma, se lo dramáticas que son y harán un escándalo al saber que Damián me ha invitado a salir… aun no puedo creer que valla a salir con él.
Muerdo mi labio al ver el conjunto de ropa que decidí ponerme. Es algo casual, demasiado casual la verdad, consistía en un pantalón negro, una playera blanca con un estampado de letras negras “Girls Power” y unas conchitas.
Me fui a alaciar mi cabellera ya que nunca me ha gustado mi pelo rizado, es algo que odie toda la vida. Me faltaba exactamente una hora, así que me di prisa.
8:00 pm
Iba con paso lento, sabía que ya eran las ocho en punto había salido de mi casa faltando un minuto, ya que el sitio donde quedamos es a la vuelta de mi casa, cercas. A lo lejos lo veo, mas trato de verme casual y saco mi móvil, no quería verme tan ilusionada por su llegada. Cuando me voy acercando veo que realidad aún sigue siendo muy guapo, alto y delgado.
Cuando me ve sonríe y yo lo hago, cuando estamos tan cercas nos saludamos y nos dimos un abrazo amigable, como si nos conociéramos de toda la vida. Me hizo sentir confiable y más calmada.
Le sonrió.
Admito que tiene rasgos coreanos y se ve súper tierno, sus ojos en realidad son lo primero que me llaman la atención, son tan pequeños y brillosos lo que lo hace verse tan tierno. Todo un bebito.
Una linda salida, caminamos, platicamos, disfrutamos de las tonterías de ambos y me sentí tranquila, confiable y sobre toda segura de mi misma.
Esa primera salida que tuvimos la recuerdo por siempre, me hizo darme cuenta lo sencillo que eres y la confianza que me hiciste sentir. En toda la salida conversamos lo que nos gusta hacer, las cosas que amas, los estudios, nos conocimos un poco y fue muy lindo.
Sin duda la mejor cita que he tenido en mi corta vida.
Esa noche nos despedimos como un millón de veces, realmente no quería que te fueras, aun quería conversar contigo… pero teníamos cosas que hacer y ya era demasiado tarde.
Admito que lo quería besar, sentir esos labios, pero no quería ir tan de prisa, no soy de las chicas que se besan al instante. Tus ojos no me dejaban de mirar y éramos los únicos en la calle oscura de por mi casa.
Pero eso no importaba con solo mirarte sabía que no importaba el peligro contigo me sentía a salvo. Jamás había sentido algo así y se sentía como estar en casa.
Yo también te quería ver pronto.