Los Amores de Alba

Capitulo 16 Parte 2 "Entre tus brazos"

Todo aquí era de lujos, brillo, había tanta gente que sería muy fácil perderse en ellos. Como es posible algo así cada año, era asombrante, maravilloso, estaba encantada.

Toda la familia va rumbo al lugar donde seria nuestra meza toda la noche, la pista de baile era enorme y la playa se miraba espectacular. Damián me suelta la mano para ir a saludar a unos amigos que estaban ahí y yo solo me quede de lejos.

  • Yo jamás te dejaría sola. – con solo escuchar su voz hacían que mis piernas flaquearan.

Noah como siempre llegando por sorpresa.

  • ¿Disculpa?
  • Damián – lo señala – Veo que le gusta siempre dejarte sola.
  • Como tu a tu esposa ¿Me equivoco?
  • Touche.

Ver como sonríe me hace sentirme bien conmigo misma, saber que mi comentario no le afecto y que las cosas entre nosotros pueden mejorar, me hacía sentir bien.

  • Alba, tengo que decirte algo.
  • ¿Es muy importante?
  • Si. – me entrega una pequeña nota que saca de su bolsillo. – Ve ahí a las nueve, estaré ahí esperándote.
  • No sé si pueda… Dam – me interrumpe.
  • Él no se dará cuenta, es importante, ahí te veo cenicienta.

Sin mas sale de mi vista dejándome completamente confundida, ¿Qué es lo que me quería decir? Por qué tanto misterio, pensé que habíamos dejado las cosas bien claras entre nosotros.

“En el muelle, aun lado de los fuegos artificiales, realmente espero que vengas”

(…)

Cuando veo que nadie me toma atención empiezo a caminar hacia el muelle y perderme entre la gente que no para de bailar, el vestido se movía por el aire, las zapatillas se perdían en la arena, mas aun así no detenía mi paso hacia Noah.

Desde lejos lo veo y de una extraña me siento feliz de verlo, ahí esperándome a mí, es como si esa idea de el y yo me gustara para siempre.

Cuando por fin solo estamos el y yo, con el ruido de la música al fondo, veo como me ofrece su mano. ¿Estaba segura de lo que quería? No, pero me quería arriesgar, las palabras de Sol volvieron en mi cabeza.

“Déjate llevar, solo déjate llevar”

Y tome su mano.

 

Después de tanto caminar en silencio, cuando estuvimos apartados de toda la fiesta y de la gente nos detuvimos en la orilla del mar que lleva hacia una pequeña casa que esta perdida entre las palmas, como si fuera una zona privada.

  • ¿Qué es este lugar? – menciono.
  • Es la pequeña casa de mi padre, es mi lugar favorito de esta isla.
  • Es hermosa Noah.

Seguíamos tomados de las manos y nos adentramos ala pequeña casa de madera. Realmente se miraba muy acogedora, me sentí en paz al estar aquí.

  • Alba – Naoh se queda en el umbral de la puerta y tiene fija en nutras manos unidas.
  • ¿sí?
  • Se que te dije, que tratáramos de olvidar todo. – veo como pasa saliva y me mira a los ojos con suma atención.
  • Aja – murmuro.

El da un paso hacia a mí con suma delicadeza. Mis nervios se hicieron notar y mis manos se empezaron a sentir pegajosas, mi respiración a acelerarse.

  • Pero no puedo olvidarte, verte con el me hace sentir rabia, por no ser yo, el que te tiene entre sus brazos, soy yo el que te quiere besar todas las mañanas, soy yo el que te quiere decir lo hermosa que eres, sin miedo a que te alejes.

¿Esto era real?

  • Se que no tengo derecho, que soy un hombre casado, que lo nuestro no puede pasar, pero Cenicienta por ti desde el primer día quede hechizado.

Claro que era real, lo tenia frente a mi diciendo lo que sentía.

  • Damián es afortunado, pero yo se que no eres para él, tu estas hecha para mí, lose por la forma en la que tu cuerpo reacciona cuándo estamos juntos, cuando me sonríes es como una calma para mí.

No parábamos de mirarnos, era un motón de sensaciones en todo mi cuerpo, como si los juegos artificiales estuvieran dentro de mí, explotando de maneras distintas.

  • Se que casi no nos conocemos, pero solo quiero que sepas lo que siento por ti. – da otro paso hacia a mí y su respiración se mezcla junto ala mía.
  • Noah… yo… - murmuro lento sin dejar de mirarlo, incluso tomo su mano con más fuerza.
  • Alba, no trates de negarlo, se que ambos lo sentimos.

Tenía razón, lo sentía, más yo quería seguir perdiéndome en mi cabeza, en la gran telaraña que había hecho con mis sentimientos.

Con Noah yo sentía una gran atracción, desde el primer momento en que lo vi, sabia que entre el y yo, una amistad jamás podría haber.

Pero el miedo, Damián me hacia seguir en esa gran telaraña.

No quería lastimar a nadie. Sabia que, si aceptaba mis verdaderos sentimientos, todo se iría al carajo, yo no quería arruinar un matrimonio, tampoco a una familia que es tan unida.

  • Cenicienta, deja de pensar tanto. – siento su mano en mi cintura – Lo que importa ahora somos tu y yo.
  • Noah… no creo poder… yo – mi respiración se corta a base del miedo.
  • Sabes, una vez soñé que te miraba tus bellos ojos cafés y probaba esos bellos labios rosados que a gritos me piden ser besados.




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