Todo aquí era de lujos, brillo, había tanta gente que sería muy fácil perderse en ellos. Como es posible algo así cada año, era asombrante, maravilloso, estaba encantada.
Toda la familia va rumbo al lugar donde seria nuestra meza toda la noche, la pista de baile era enorme y la playa se miraba espectacular. Damián me suelta la mano para ir a saludar a unos amigos que estaban ahí y yo solo me quede de lejos.
Noah como siempre llegando por sorpresa.
Ver como sonríe me hace sentirme bien conmigo misma, saber que mi comentario no le afecto y que las cosas entre nosotros pueden mejorar, me hacía sentir bien.
Sin mas sale de mi vista dejándome completamente confundida, ¿Qué es lo que me quería decir? Por qué tanto misterio, pensé que habíamos dejado las cosas bien claras entre nosotros.
“En el muelle, aun lado de los fuegos artificiales, realmente espero que vengas”
(…)
Cuando veo que nadie me toma atención empiezo a caminar hacia el muelle y perderme entre la gente que no para de bailar, el vestido se movía por el aire, las zapatillas se perdían en la arena, mas aun así no detenía mi paso hacia Noah.
Desde lejos lo veo y de una extraña me siento feliz de verlo, ahí esperándome a mí, es como si esa idea de el y yo me gustara para siempre.
Cuando por fin solo estamos el y yo, con el ruido de la música al fondo, veo como me ofrece su mano. ¿Estaba segura de lo que quería? No, pero me quería arriesgar, las palabras de Sol volvieron en mi cabeza.
“Déjate llevar, solo déjate llevar”
Y tome su mano.
Después de tanto caminar en silencio, cuando estuvimos apartados de toda la fiesta y de la gente nos detuvimos en la orilla del mar que lleva hacia una pequeña casa que esta perdida entre las palmas, como si fuera una zona privada.
Seguíamos tomados de las manos y nos adentramos ala pequeña casa de madera. Realmente se miraba muy acogedora, me sentí en paz al estar aquí.
El da un paso hacia a mí con suma delicadeza. Mis nervios se hicieron notar y mis manos se empezaron a sentir pegajosas, mi respiración a acelerarse.
¿Esto era real?
Claro que era real, lo tenia frente a mi diciendo lo que sentía.
No parábamos de mirarnos, era un motón de sensaciones en todo mi cuerpo, como si los juegos artificiales estuvieran dentro de mí, explotando de maneras distintas.
Tenía razón, lo sentía, más yo quería seguir perdiéndome en mi cabeza, en la gran telaraña que había hecho con mis sentimientos.
Con Noah yo sentía una gran atracción, desde el primer momento en que lo vi, sabia que entre el y yo, una amistad jamás podría haber.
Pero el miedo, Damián me hacia seguir en esa gran telaraña.
No quería lastimar a nadie. Sabia que, si aceptaba mis verdaderos sentimientos, todo se iría al carajo, yo no quería arruinar un matrimonio, tampoco a una familia que es tan unida.