Los Amores PlatÓnicos ¿se Hacen Realidad?

MI MALA RACHA EN LOS DEPORTES CONTINUA EN LA SECUNDARIA TAMBIÉN

Lamentablemente en secundaria también se cuenta con el curso de educación física, lo único bueno de esto es que solo recibimos el curso un día a la semana, aunque a los deportistas no les agrada eso. En esta ocasión no podía decir cualquier excusa para poder evitar esta clase, el profesor de este curso es demasiado exigente, creo que si sigue así yo voy a desaparecer. Incluso mis compañeros que están acostumbrados a hacer ejercicio todos los días la están pasando mal. Aaaaah, Me está comenzando a doler la cabeza, de solo imaginar que hoy toca fútbol, ¡quiero llorar!

Nos dirigimos al campo, el profesor ya se encontraba allí. Nos hizo formarnos en una fila y comenzó a dividirnos en grupos, quiero vomitar. Creo que mis ojos están comenzando a ponerse llorosos, no quiero jugar fútbol y menos con este profesor. Los equipos se formaron de 10 personas, en el equipo en el que me encontraba estaban Leia, Rachel, Kei y Alex, bueno, estos nombres son los únicos que puedo recordar. Al equipo que nos enfrentaríamos estaba Dean e Ihan. ¡No quiero jugar!

Después de ello el profesor comenzó a elegir las posiciones de cada uno de nosotros, dejándome a mí como portera. ¿Ya dije que quiero llorar? Mis compañeros estaban molestos porque yo quede en su equipo, no es como si quisiera estar aquí saben. El juego dio inicio. Estaba agradecida que durante los 15 minutos que habían de juego los del equipo contrario no se habían acercado a la portería. Así que comencé a relajarme, mentira, aun así, no quería estar ahí. Tal parece que Kei y Alex se están encargando de las anotaciones, además de ello Rachel es muy buena en esto, y Leia no se queda atrás. Bien sigan así chicos, no dejen que pasen a la otra mitad del campo.

Después de treinta minutos de juego, nos hicieron cambiar de lado, aaah. ¿Por qué no simplemente nos quedamos dónde estamos? ¿saben lo difícil que es llegar hasta allá? Por eso el fútbol es estúpido, todos los deportes lo son. En fin, el partido continuo, el equipo contrario no se había acercado a la portería, estábamos ganando y eso es malo saben, tendremos que jugar contra el otro equipo ganador, y eso es aterrador. Tal parece que el fuerte de Dean e Ihan no es el fútbol. No pude evitar burlarme de ellos, ja, se lo merecen. Después de media hora el juego termino, saliendo nuestro equipo ganador. ¡Noooo! ¿por qué? lo que me temía, el equipo que estaba conformado básicamente por los que pertenecían al equipo de fútbol fue el ganador y nos teníamos que enfrentar a ellos.

Después de quince minutos de descanso el partido final dio inicio, envidio a los que solo se dedicaran a ver, incluso hasta podría unirme a las que están haciendo porras con tal de no estar aquí. Que destino tan cruel el mío. Me coloqué los guantes y me dirigí a la portería, ¡por favor sigan haciendo un buen trabajo y no dejen que se acerquen aquí! Tal parece, eso no será posible después de todo se estaban enfrentado a los que se dedicaron al fútbol desde primaria, no es como si pudiera suceder un milagro. ¡Al menos tomen en cuenta a las chicas de su equipo maldita sea! No es como si se estuviera llevando la copa del mundo en este juego.

Los jugadores del equipo contrario cruzaron la mitad del campo y se dirigían hacia mí, ¡aaaaah! ¡no puede ser!, venían cada vez más cerca, pero vamos, en todo caso no es como si se dirigieran exactamente hacia mí, ellos buscan la portería así que ¿Por qué no dejárselas ahí? Mi vida vale mucho más que un simple juego. Cuando vi que el equipo contrario venia cerca y estaban a punto de lanzar la pelota hacia mi salí corriendo de la portería. Así que no me acerque a ella hasta que los veía alejarse demasiado de donde yo estaba, si se iban hasta la otra portería mucho mejor.

Pude observar el rostro del profesor, estaba enfadado, pero eso no me importaba en ese momento, también escuché risas y abucheos de los demás, no es momento de prestarles atención. A quien tengo que prestarle atención es al equipo contrario, darme cuenta cuando estén cerca para poder huir de este lugar. Mis compañeros de equipo apenas y habían anotados tres goles, mientras el equipo contrario ya iba ocho, y si, huí esas ocho veces de la portería. Por alguna razón este partido se me estaba haciendo eterno.

Cuando termino el primer tiempo el profesor nos llamó a todos e hizo que hiciéramos una fila, aquí vienen los regaños. Creí que para mí iban a ser, pero se dirigió al equipo contrario:

-se supone que están jugando en equipo-

-si- respondieron los chicos del “equipo” contrario

El profesor comenzó a hacer anotaciones en las hojas que tenía a la mano.

-las chicas serán quienes hagan las anotaciones ahora, ustedes solo se encargarán de pasar el balón-

No parecían muy contentos con ello. Después de eso se dirigió hacia a mí, aquí viene.

- ¡que se supone que estás haciendo en este juego! -

-huyendo para salvar mi vida- aaah. demonios

-ya veo, quedaras a cargo de hacer las anotaciones, al menos debes de tocar el balón una vez-

¿eh?, estaré en medio del campo junto a todas esas bestias salvajes sedientas por golpear un balón y, además, quiere que me enfrente a ellos para poder tocar el balón, no, no, no, ¡sáquenme de aquí! Aaah. Fingiré desmayarme, cuando estaba a punto de hacerlo, Kei levanto la mano.

- ¿puede quedarse ella en la portería? solo nos dificultaría más el juego-

Asentí varias veces con la cabeza para apoyar la propuesta de Kei.

-al menos déjenos manejar las estrategias de nuestro equipo- dijo Kei.

El profesor hizo una sonrisa indescifrable

-bien, ¿y cómo piensas compensar el hecho de que les estén anotando demasiado? ella no pone ni el más mínimo esfuerzo en defender la portería-

-seré delantero, de esa forma evitare que anoten-

Al parecer el equipo contrario no estaba feliz con eso, después de todo el profesor les prohibió anotar a los chicos.




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