NUESTRO SEGUNDO AÑO DE PREPARATORIA YA COMENZÓ. ÁNIMO, ÁNIMO ÁNIMO.

Lo mejor que me pudo pasar en la preparatoria es que el curso de Educación Física fue eliminado por completo como curso obligatorio. Así que no tengo por qué gastar energía y fuerza en cosas innecesarias. Aunque claro, no todo iba a ser color de rosa.

Debido al gran impacto que tienen los deportes, tenemos la obligación de apoyar a los diferentes equipos en los torneos que hacen, en ocasiones compiten en la escuela y en otras van a otras escuelas a hacerlo. Así que gracias a ello todos los estudiantes de preparatoria están obligados a ir apoyarlos y de esa manera sacrificar un fin de semana viendo correr a varios tarados detrás de una pelota, a otros lanzar una pelota al aire y ser golpeados por estas, a otros verlos tirar pelotas a un aro, etc. Lo único que llama mi atención un poco es la gimnasia rítmica, pero no es como si la entendiera del todo solo me sorprende el cómo diablos hacen para hacer esos saltos.

En fin, me parece injusto ya que, a los clubes deportivos no los obligan a que participen o apoyen a los del los clubes de matemática, de física, de química, de música, de dibujo, de pintura. Entonces ¿por qué ellos si están en la obligación de apoyar a estos seres?. Aunque pensándolo bien no creo que los que corren detrás de una pelota y les parece divertido vayan a apreciar lo que estos otros clubes hacen, es más hasta se quedarían dormidos, aunque no los culpo, después de todo yo también me quedo dormida cuando los tengo que ver jugar. Entonces, es lo mismo para ellos ¿no?

Debido a que los torneos intercolegiales habían dado inicio para mi desgracia, tenía que sacrificar mi fin de semana para ir a apoyarlos. Agradecida con que vayamos vestidos como queramos, ya que llevar el uniforme sería muy incómodo, al menos para mí. Tendríamos que estar reunidos a las seis de la mañana en la escuela, para poder abordar el autobús e ir a la otra escuela donde estarían compitiendo.

En la mañana jugarían los de voleibol y futbol, en la tarde los de basquetbol y béisbol. Aaaaaaaah, hubiera preferido que el de béisbol lo dejaran en la mañana, a veces tarda una eternidad un juego de estos, pero bueno, es lo que hay. Por lógica el día de hoy no se abarcarían los demás deportes así que tendremos que quedarnos en la escuela la cual preparo una posada para la escuela invitada, o sea nosotros. Y no, no puedo irme cuando yo quiera lamentablemente tenemos que estar firmando nuestro ingreso a cada cancha o campo, y así mismo nuestra salida y esta solo dejan firmarla hasta cuando el juego haya terminado. El encargado de esto sería Alex, después de todo él es el representante de la clase. Así que en la tarde tendríamos que esperar a que este terminara el juego de béisbol para en vez de firma. Al menos espero encontrar un buen lugar para dormir tranquila.

Bien, todos bajamos del autobús, hicimos dos horas de viaje, y si, dormí durante esas dos horas. Cada quien comenzó a agruparse, ya saben, los grupos de amigos con los que siempre se mantienen y cosas así. Al parecer la pasaría sola ya que a mis amigos si les gustan los deportes y no quiero pegarles mi aburrimiento. Así que decidí alejarme lo más posible de todos mis compañeros. Nos dieron unos quince minutos para desayunáramos después de ello iríamos a la entrada del campo de futbol donde estaría Alex para que firmáramos nuestra entrada.

Cuando llegue al campo de futbol ya varios compañeros se encontraban haciendo fila, cada grado tiene veintiséis estudiantes así que no es muy complicado de hacer esto, y tampoco la fila va ser muy larga o algo así. Además, que mis compañeros estaban firmando muy rápido así que no había problema si estabas de último, no tenías que esperar tanto.

Firme y entre, aaaaah, me pare a observar todo a mí alrededor para encontrar un buen lugar. Aaah, encontré uno. Me dirigí hacia él y tomé asiento. El partido comenzó y después de ello yo descanse como un bebe en su cuna. No me di cuenta de nada. Había demasiado calor y por alguna extraña razón el calor me da demasiado sueño que gracias a él puedo quedarme dormida donde sea. Después de ello nos dirigimos a las canchas de voleibol en esta ocasión estaríamos adentro así que el sol y el calor no nos afectaría. Aunque no importa, si puedo dormir un poco más durante este juego estaría muy agradecida.

Termino el partido de voleibol, y si me preguntan por el ganador pues no sé, y tampoco quiero saber. En fin, nos dieron tiempo para ir a comer y conocer un poco más de la escuela. Así que me relaje en un pequeño banco que se encontraba a la sombra de un gran árbol. El tiempo paso tan rápido, que prefería mil veces perderlo sentada aquí que viendo un partido de basquetbol.

Después del juego de basquetbol nos tuvimos que dirigir rápidamente al campo de béisbol ya que Alex estaría jugando así que, debíamos firmar antes de que este ingresara al campo. Cuando firme por alguna razón sentía que ese sujeto me veía de manera extraña, como si esperara que le diera ánimos desde las gradas. O tal vez solo lo estoy imaginando, así que lo ignore y entre al campo para poder encontrar algún buen lugar.

El juego comenzó, y como dije, estos juegos son eternos, pensé que cuando despertara el juego ya habría terminado, pero este seguía, así que comencé a observar el cielo, a pesar de la hora aún se veía azulado, aunque claro, también ya se observaba la silueta de la luna. Wooow, las nubes tenían muchas formas. Waaaa, vi una en forma de dinosaurio. Aaaaah, quisiera estar flotando en una de esas nubes, por favor llévenme lejos de aquí. Poco a poco el cielo comenzó a ponerse oscuro, creí que vería estrellas, pero repentinamente se estaba nublando. Cuando me percate el juego ya había terminado, siiiiiiiiii. Mis compañeros ya estaban firmando para poder salir de aquí, así que corrí, o algo así hacia donde se encontraba Alex, por suerte era la quinta de la fila, así era, pero el idiota no me dejaba firmar. Hey, se supone que yo estaba aquí antes porque le das el lapicero a las personas que vienen tras de mí, maldita sea. Pensé. Kei se encontraba detrás de mí. Alex le estaba dando el lapicero para que firmara pero este se negaba. Maldición, dámelo a mí.