Nuestro último año de preparatoria comenzó con normalidad, como todos los años, creo. Cada uno ya sabía qué lugar le pertenecía a cada quien así que no hubo peleas por los asientos. Las clases las recibíamos en el día y en la tarde cada quien iba a su club.
Aunque los clubes comenzaron desde ya a prepararse para el festival cultural. En este festival también participan los clubes deportivos, era obligatorio que todos los clubes participaran. Ellos podían dar a conocer el deporte que practicaban y asimismo hacer que las personas invitadas participaran en las actividades deportivas. Aunque creo que las personas invitadas simplemente irían a perder su tiempo a ese lugar.
En fin, se podía escuchar desde ya la música de los clubes enfocados en ella, se unían todos los clubes de música clásica, música alternativa, bandas, etc. Y hacían un concierto, lo hacían en la recta final del festival para que todos pudieran disfrutar de ella. Los clubes de física, química y matemática también se unían para hacer un experimento o algo extraordinario y poder presentarlo. Los clubes de repostería y cocina también se unían, hacían como un mini restaurante en donde servían los diferentes platillos que preparaban y asimismo también servían postre. Por supuesto, este sería uno de los clubes que visitaría primero. Aunque creo que será una mala idea, después de todo en su mayoría íbamos para la hora del almuerzo a este. Pero no está mal visitarlo dos veces.
El club de botánica también comenzó a preparase desde ya, ya que habíamos sembrado los arboles de duraznos en la forma que queríamos, teníamos que limpiar el lugar y asimismo adornarlo con otro tipo de flores y arbustos, queríamos darle un aire a un mini parque.
Todos los del club terminábamos tan cansados preparándonos para ello, pero sabíamos que valdría la pena hacerlo. Y las ideas seguían surgiendo y nos poníamos más trabajo para hacer. Decidimos hacer algunos arcos con enredaderas de buganvilias de color blanco para que este contrastara con las flores de los arboles de durazno. Así mismo, comenzamos a cortar madera para poder hacer unos bancos para que las personas pudieran descansas debajo de algunos árboles de duraznos, claro estaba que también podían sentarse donde el pasto, pero ya saben, a algunas personas les gusta tomarse fotos, además en nuestra imaginación los bancos de madera le daban un toque especial a nuestro mini parque.
Además de estar ocupados con lo del parque, también teníamos que proveerles diferentes plantas al club de té, ya que ellos harán una casa del té, donde obviamente servirán diferentes tipos de tés y querían que estos fueran naturales, por ello nos encargaron manzanilla, hierbabuena, menta, Jamaica. Etc. Además harían pequeños postres para acompañar con él te. No negare que también visitaría este club, no perdería por nada del mundo fotografiar una deliciosa taza de té y un hermoso postre. Por supuesto, no iría a todos los clubes solo a los que me parecen interesantes.
Entre más trabajábamos mas veíamos la forma que estaba tomando nuestro mini parque lo cual hacia emocionarme y querer que ya termináramos, no es por presumir pero, nos estaba quedando maravillosamente espectacular. Por supuesto, no perderé la oportunidad de fotografiarlo.