Enero 2009
La circunstancias de la vida siempre nos hacen desear cada vez más, para Summer y Samuel estos meses de relación habían sido los mejores de sus vidas, pero, como en todo noviazgo, siempre hay obstáculos que sobrellevar a lo largo del camino.
— ¿Summer vas a seguir molesta? — pregunto Samuel mientras estaba fuera de la habitación de su amada.
— ¡Lárgate Samuel! ¡Vete con tu estúpida amiga! — grito Summer arrojando la almohada a la puerta, estaba ronca de tanto llorar, se sentía una estúpida por confiar en el amor de Samuel.
— ¡Cariño no tengo nada con ella lo juro! — grito desesperado, quería explicarle cómo fueron las cosas con Mitzy, si bien había estado mal llevarla así a su habitación, le preocupaba su bienestar pues era su amiga de casi toda la vida — ¡Ella solo es mi amiga Summer, no sé por qué me besó, pero estoy seguro de que no lo hizo a propósito!
— Samuel no sé si eres ciego o te haces, enserio déjame en paz por favor y vete — le dijo pegándose a la puerta, realmente quería estar sola y Samuel no estaba ayudando — Por favor déjame sola... — suplicó.
— Está bien, pero habla conmigo más tarde amor... No quiero perderte — dijo un tanto preocupado, amaba a Summer más que a nadie en el mundo, pero quería hacerle ver qué Mitzy también era importante para él.
Se alejo de la puerta, dio media vuelta y se marchó de su dormitorio. Camino un rato por el campus pues estaba realmente fresco en esta época del año y era algo que disfrutaba mucho.
Fue a la cafetería escolar, compro un café y se sentó en una de las mesas. Esperaba podré explicarle a Summer lo importante que era ella para él y no la cambiaría por nada ni nadie, no sentía nada más que amistad por Mitzy por muy guapa que estuviera.
— ¡Hola Sam! — levanto la mirada y tristemente no era a quien esperaba, pero al menos tenía compañía.
— Hey Mitzi ¿Cómo estás? — entusiasmada se sentó frente a él con una sonrisa que iluminaba su rostro.
— Muy bien ¿Y tú? Oye anoche... — saco el tema a propósito pues esperaba que las cosas salieran como las había planeado. Summer los había visto besándose así que deberían de haber terminado y así ella podría oficialmente ser su novia.
— No del todo... — agachó la cabeza cabizbajo, moviendo el café y la rosquilla a medio comer — Summer nos vio...
— ¡Oh Sam!... — fingió sorpresa, pero en sus ojos podías notar la alegría y satisfacción — ¿Están bien ustedes dos? ¿Terminaron?
— No hemos terminado, eso jamás — soltó sin mirarla lo que hizo que Mitzy hiciera una nueva de disgusto — quiero que me escuche, que todo es un malentendido Mitzy. Tú estabas ebria en la fiesta de anoche y yo solo quería cuidar que nada te pasará.
— Lo se Sam... — ella sonrió ante el comentario pues supo que para Samuel ella era importante, quizás más que la idiota de Sumner, a quien no dudo ni un segundo en dejar por cuidar de ella. Quizás no habían terminado, pero ya tendría tiempo de armar un mejor plan — Si quiere puedo hablar con ella — delibera mente tomo su mano y se acercó a él pasando su brazo por la espalda.
— ¿Harías eso por mí? — pregunto entusiasmado alzando la mirada y se topó con los ojos de Mitzy que lo veían con deseó cosa que él no notó pues lo único en lo que pensaba era en Summer.
— Claro que sí, somos amigos y siempre estaré para ti — ella estaba embelesada por el hombre tan atractivo que tenía de frente. ¿Por qué no se fijaba en ella? ¿Que tenía la estúpida de Summer que ella no le pudiera dar? Quizás debía hacer algo más para que la notará así que sin dejar de mirarlo se fue acercando a él con la ilusión de probar sus besos.
—¡Summer! — el grito y empujón de Samuel la asusto y solo vio como salía corriendo tras aquella chica que tanto odiaba.
Desconcertada se quedó sentada solo escuchando el murmullo de los demás, cuando alzó la vista vio lo que durante tanto tiempo la atormentaba, Samuel besando a Summer.
Con la sangre hirviendo se levantó, cegada por los celos y el odio. Ese era su hombre no de esa maldita bruja sin chiste, decidida a decirlo fue acercándose, pero al escuchar la conversación se detuvo y nuevamente su corazón se rompió.
— ¡Summer espera por favor! — grito Samuel desesperado cuando vio a su amada huir de él, nuevamente lo tomaba desprevenido creando otro estúpido malentendido. No entendió por qué Mitzy lo quiso besar, pero, ha arreglaría cuentas con ella después — ¡Summer!
— ¡¿QUE?! ¡¿QUE QUIERES SAMUEL?! — grito Summer enojada y con el corazón roto, ya no podía contener las lágrimas por más tiempo.
Estúpidamente salió a buscar a Samuel para que le explicará todo, ella lo amaba y sabía que Mitzy haría todo por separarlos pues le había advertido; pero ella se había callado pues no quería arruinar su relación con Samuel ya que sabía lo importante que era ella para él, al menos tenía su lugar como novia y eso nadie se lo quitaría. Así que decidida salió en su búsqueda y que fue lo que se encontró; a Samuel casi besando nuevamente a esa mujer, valla que así había demostrado cuánto la quería. Ni siquiera habían terminado y él ya la había reemplazado.
— ¡Quiero explicarte amor! — dijo tomándola de los hombros haciendo que lo miraba los ojos.
— ¡Ja¡ — bufo — ¡¿Explicarme?! ¿Y qué excusa me vas a dar? Eres un idiota, patético... Gump— en ese momento fue interrumpida por los labios de Samuel quien harto de no poder explicarle solo quiso calmarla.
Summer quiso quitarlo, pero este la pego más a su cuerpo poniendo una mano en su cabeza y la otra en su cintura, no la perdería, está chica era su luz en la oscuridad, esa su barra de hierro a la cual aferrarse en las tinieblas que en ocasiones le aturdían su mente y corazón.