Summer se despertó más tarde algo aturdida, miro al techo e inmediatamente lo reconoció. Estaba aún en la sala de ensayo y solo recordaba cuando había salido del baño y después... Nada más.
— Sumer amiga — hablo Paula mientras traía unas bolsas de comida pues había estado cuidándola en lo que Henry hablaba con el director sobre lo sucedido hoy con Summer.
— ¿Que me pasó? — pregunto mientras se levantaba y trataba de abrir los ojos pues sentía que la luz le lastimaba demasiado.
— ¡Casi me matas de un susto mujer! Te me desmayaste y si no fuera por Henry, te me abrías caído directo al suelo — Summer río un poco y se quedó sentada, frotando su frente para aliviar un poco el dolor de cabeza.
— Lo siento amiga, no quería asustarte — la miro y noto unas bolsas en la mesa que le dieron curiosidad y hambre.
— El doctor te receto unas pastillas...
— ¿Vino a verme un médico? — interrumpió.
— Si, el médico que está a cargo de la orquesta, Henry lo llamo. Te decía que te receto unas pastillas y vitaminas así que mamita come y te tomas el medicamento, no quiero verte sufrir — explico Paula con detenimiento.
— ¿Te dijo que tenía? — pregunto nerviosa.
— Pues... — Paula no sabía si decirle sus sospechas pues sabía que era un tema delicado para si amiga, pero no creyó que habría alguna otra explicación — dijo que pueden ser síntomas de embarazo, pero... Que teníamos que ir más tarde al hospital.
— ¿Embarazo? — pregunto sorprendida y nerviosa, se levantó tan rápido como un rayo y tomo la mano de su amiga — ¡¿Quieres decir que hay una posibilidad de que esté embarazada?! — la sacudió emocionada y sin poder creerlo.
— ¡Amiga mi mano! Si es una posibilidad, pero, dijo que lo mejor era salir de dudas e ir a un hospital — la tomo de los hombres y trato de calmarla.
— Perdón amiga solo que la mera oportunidad me hace estallar de felicidad — las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, si eso era posible al fin tendría lo que siempre soñó y era una increíble bendición para ellos en este momento.
— Bien come algo que yo también me muero de hambre, Henry no tardará en volver e iremos al hospital de mi papá — respondió su amiga, su familia era bien conocida en la ciudad de California por tener una amplía generación de médicos a los largo de los años y haber fundado su propio hospital, pero ella no había querido seguir los pasos de sus hermanos por lo que a veces la señalaban y criticaban, cosa que a ella le valía.
— Si está bien, gracias amiga — ella adoraba a Paula, era una mujer que tenía su propio encantó y carisma. Era alta, y a mí largo de los años su cuerpo te había torneado en uno sumamente atractivo, tez apiñonada, ojos azules y cabello negro la hacían ver hermosa, pero, para su desafortunado destinó, los hombres casi siempre la rechazaban y eso era algo que le dolía en el alma. Quería una relación donde la aceptarán tal y como era, amaba la música y no entendía el por qué cuando mencionaba ese detalle, dejaban de ponerle atención o simplemente no la llamaban para una segunda cita.
— ¡Ya volví chicas! — la alegre voz de Henry se escuchó al entrar y miro a las chicas comiendo en la mesa, por alguna razón Paula le llamo la atención cuando lo saludo sin la menor decencia mientras comía y se reía. Su corazón latió con fuerza y no sabía por qué, está chica le era intrigante, tanto que su cabeza olvidó los sentimientos que tenía hacia su prima y después de muchos años, sintió esa atracción a alguien más.
— Me dijeron que me ayudaste Henry, gracias — dijo Summer con una sonrisa.
— Eres mi familia Summer, estoy para ayudarte. Nos iremos en 30 minutos al hospital de Paula, para que puedan revisarte y estemos, si tú te sientes mejor, de regreso estaremos en el ensayo — explico algo preocupado, pero esperaba que fuera una noticia que le alegrará el corazón a su prima.
— Está bien, entonces como unos vamos — tomo un plato y comenzó a comérselo.
— Tranquila fiera hay bastante — se burló Paula cuando vio a Summer abrir el envase de unicel y comerse la ensalada de pollo como desesperada.
Los tres se sentaron y charlaron por unos minutos antes del salir al hospital, solo esperaban que no fuera nada malo y Summer pudiera recibir una noticia satisfactorio.
Una vez que llegaron al hospital, Paula la llevo con su hermano mayor que era uno de los médicos principales del hospital. Casi siempre estaba ocupado, pero cuando su hermana lo llamo hizo un espacio para atenderla ya que casi no se veían, él era el único a excepción de su madre que nunca le reprochó la carrera que Paula eligió por ello se sentía feliz de que siguiera sus sueños.
— Summer bienvenida, doy el doctor Michelle Hansen, un placer tenerte por aquí — respondió con una sonrisa mientras Summer estrechaba su mano.
— Un placer doctor lamento la molestia, Paula me dijo que usted podía revisarme — contesto con algo de pena.
— Ya pues no te avergüences, te la dejo hermano por favor revísala bien — sonrió y salió del consultorio a la sala de espera pues sabía que Summer querría decir las cosas de manera privada.
— Mi hermana es algo loca pero así la amo — contesto mientras sacaba su libreta y se preparaba para consultar a la paciente — Dime ¿Que te acongoja Summer?
— Si ella es genial... Pues, desde hace ya semanas tengo fuertes dolores de cabeza, me siento muy fatigada y he bajado bastante de peso. A veces tengo mareos y hoy vomité y después me desmaye — agachó la cabeza y supuso que el doctor la reprendería por no cuidarse — también hace unos días he tenido sangrado en la nariz y a veces tarda en poder controlarse.
— Bien, ¿Has comido bien? ¿Tu trabajo es muy demandante? — le cuestionó.
— No realmente, he tenido mucho trabajo en los últimos meses y también mi esposo así que me he descuidado mucho.
— Oh ¿Eres casada?
— Si, desde hace 7 años.