Los años que te ame...

Capítulo 19 — Perdida en las teclas

Samuel regreso algo estresado de la reunión, tenía que llegar a su casa pronto para prepararse y salir a tiempo al día siguiente. Aún tenía muchas cosas pendientes por terminar antes de irse, quizás debía delegar más cosas a los técnicos para que le ayudarán.

« Primero debo llamar a Summer » pensó, saco su teléfono y marco el número.

Ring

Ring

Ring

Nadie contestaba y se le hacía extraño, miro su reloj: apenas eran las 5pm.

« ¿Que estará haciendo? Ella siempre contesta rápidamente » se preguntó volviendo a marcar su número, pero obteniendo la misma respuesta. Algo decepcionado le envío un WhatsApp para avisarle que saldría de viaje al día siguiente y si pudiera ayudarle a preparar una maleta.

Dejo el celular aún lado y nuevamente se puso a trabajar, debían hacer otra presentación aún mejor que la anterior con la que habían impresionado a los comandantes y generales que habían venido a verlos.

Summer por su parte estaba regresando al teatro, aunque Paula le dijo que se fuera a descansar, ella no quería. En dos días era la presentación y no debían tener errores de ningún tipo, Summer era firme y muy disciplinada cuando se trataba de sus presentaciones y ensayos por lo que dejó de insistir.

— Summer ¿Por qué no te vas a descansar? — sugirió el Director Scott.

— Director estoy bien de verdad, ya fui al hospital, me hicieron estudiosa; así que no hay nada que temer, puedo dar lo mejor de mí. Además, debemos ensayar, ya me he perdido varios así que este es el momento de diciplinarme — con una sonrisa el Director asintió, aunque sabía que Summer estaba algo enferma, le agradeció el que se quedará a tocar.

— ¿Segura que estás bien Summer? — pregunto Henry — aún estás algo pálida prima.

— Ya les dije que estoy de maravilla, anda que tú y yo tenemos un ensayo pendiente y debemos prepararnos bien.

— ¡Todos a sus puesto! — grito el director ante el murmullo de los integrantes que rápidamente se acomodaban con sus instrumentos.

— ¿Tocarás el violín Paula? — pregunto Summer caminando directo al piano.

— No amiga, esa sorpresa querida darte en la mañana ¡Estaré en el violonchelo! — emocionada abrazo a su amiga y las dos gritaron de alegría.

— ¡Increíble Paula! Al fin lo lograste amiga — Summer sabía lo mucho que Paula amaba el violín, pero su corazón le pertenecía al violonchelo por lo que trabajo mucho para tener un lugar entre ellos.

— Entonces ya no me harás compañía que mala Paula — dijo Henry en tono de broma lo que sorprendió un poco a Paula y la hizo sonrojarse.

— Bueno tu estarás mirando a todos desde la cima del éxito por qué estarás parado tocando como se debe — le recalcó Summer con una sonrisa que mostró sus perfectos dientes.

— Bien ya vamos a ensayar que el director nos mira feo — los tres rieron y se posicionaron en sus lugares.

— ¡Bien empecemos! ¡Un Réquiem Alemán! — exclamó el director con entusiasmo.

Summer puso sus partituras y comenzó a tocar al igual que los violines, las flautas y los chelos. Usualmente está pieza llevaba un coro de fondo, pero, el director quiso hacerle algunos arreglos para que solo fuera la orquesta. Anne, una de las chicas flautistas tendría la oportunidad de cantar algunas piezas donde ellos tocaban, era una soprano excelente y Summer la admiraba mucho.

Durante todo el ensayo ella se perdió en su mundo lleno de música y dulces melodías, soñaba con la oportunidad de traer una vida al mundo y poder tocarle las dulces canciones que ella sabía mejor. Poder poner a sus bebés delante del piano y enseñarles a tocar, tal como su padre lo había hecho.

Cuánto extrañaba a ese buen hombre, aquel que, tristemente hacía ya muchos años se había ido, pero, vivía en su memoria y cada que ella tocaba con sus delicadas manos estás teclas que podían hablar por su solas.

El tiempo se fue volando y cuando él ensayo termino ya eran las 8pm de la noche, asustada se apresuró a llamar a Daniel, con quién se supone tenía una cita. Al desbloquear su celular miro que su esposo le había llamado varias veces.

Preocupada le regreso la llamada y Samuel contesto rápidamente.

— ¡Summer! ¡¿Dónde has estado?! Te he llamado infinidad de veces — alterado cuestionó a Summer, estaba preocupado y no sabía de ella. Lastimosamente no había podido salir del trabajo aún por lo que llamó y llamo sin obtener respuesta.

— ¡Lo siento! Estaba en el ensayo general y teníamos mucho que practicar, además debía de entrenar al nuevo Violinista con quién tendré participación — respondió con sinceridad y algo apenada con él.

— Yo... Perdóname amor no quise regañarte — froto su sien dándose cuenta de que no debía reaccionar así con ella — olvide que debías de ensayar — murmuró con pesar pues no se le ocurrió que ella estuviera ahí.

— Que fácil te olvidas de mi Samuel — las palabras salieron de su boca sin poder detenerlas, le dolía en el alma que se olvidara de ella tan fácil o de lo que hacía — solo espero no te olvides de mi presentación.

— Ya te dije que no amor solo, estoy muy ocupado y no tengo ni cabeza para pensar — suspiró y el silencio reino por unos segundos — te quería decir que tengo un viaje rápido de negocios a Washington cariño, me iré mañana a las 4 am y regreso el sábado antes de tu presentación de hecho llegaré directo del aeropuerto.

Summer se quedó callada, justo cuando quería que él estuviera a su lado, más por qué mañana iría al hospital, él tenía que salir.

— ¿Y no se puede postergar? — pregunto anhelando que así fuera, no quería estar sola en el hospital ni quería estar ansiosa por qué el no llegara.

— No, aunque quisiera no puedo. Irá el CEO y si hija también, así como Ricky amor. Tenemos una reunión con el secretario de defensa — mirando unas carpetas le contesto con la verdad, aunque no le había dicho que también estaba su asistente en ese viaje.



#26302 en Novela romántica

En el texto hay: tragedia, amor dolor

Editado: 20.05.2021

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