Primer mes de quimioterapias...
Para los dos estaba siendo demasiado pesado combinar sus trabajos con las quimios, pero a Samuel no le importaba dormir solo dos o tres horas con tal de cuidar a su esposa embarazada.
— Summer puse los medicamentos más ligeros que pude encontrar, será difícil y doloroso pues solo estaremos controlando los síntomas más no la enfermedad directamente — le explicó Molly con sentimientos encontrados, se preguntaba si ella estaría dispuesta a hacer lo mismo en su lugar.
— Lo se Molly y te lo agradezco, no importa lo que pase conmigo el bebé debe de estar bien — Samuel acaricio su mejilla, trajo algunos libros y juegos de mesa para distraerse pues no podía tener ningún aparato electrónico con él.
— Eres valiente y de corazón deseo que tú bebé y tú sobrevivan a todo esto. Se que será igual de guerrero que tú o guerrera —Summer sonrió alegremente y acarició su vientre.
— Gracias doctora por todo — dijo Samuel sentándose al lado de su esposa.
— Cualquier cosa estaré dando rondines así que ustedes pueden pedir lo que sea, después de la quimio probablemente tengas náuseas y vómitos más fuertes así que, te daré algo para calmarlos. Recuerda comer bien y sobre todo descansar — explico Molly a la dulce pareja.
— Lo haremos gracias — Molly asintió y se retiró dejando a la pareja charlando, los admiraba pues habían superado juntos una separación y luchado por su amor, se preguntaba sobre las pruebas que le vendría a ella cuando se casara con Michelle, quizás serían más fuertes o quizás no, pero esperaba dar lo mejor de sí al hombre que amaba.
Tercer mes de quimioterapias
— ¡Amor vámonos que se hace tarde! — grito Samuel a su esposa quien aún no estaba lista, hoy tenía una presentación en su orquesta nuevamente frente al presidente de la nación y aún no se arreglaba del todo.
— ¡Ya estoy lista! Solo estoy buscando mis partituras — le explicó lleno de un lado para otro, aunque se sentía agotada por el embarazo y las quimios aun así decidió tocar para la presentación, está vez era tan diferente pues su última presentación hace dos años había sido muy triste, está vez su amado esposo la acompaño en todo el proceso así que no podía pedir nada más.
— ¡Debajo de mis papeles en el escritorio amor! — volvió a gritar, tenían que estar en 20 minutos y tardaban alrededor de 40 en llegar allá.
— ¡Listo gracias! — Summer tomo la carpeta y bajo casi corriendo, al verla Samuel se quedó impactado, usaba un vestido negro ajustado que hacía ver su vientre poco hinchado, un collar de diamantes alrededor de su delgado cuello y aretes a juego, su esposa se había puesto muy atractiva a pesar de la enfermedad, como deseaba hacerle el amor en ese momento. — ¿Que tanto me miras? — pregunto pícaramente.
— Lo maravillosa que te vez, la verdad debí de embarazarte hace mucho amor eso te da un brillo... — se mordió el puño cosa que hizo reír a Summer.
— Luego puedes hacerme más bebés ahora vallamos a mi presentación, está vez si estarás en primera fila junto con mi mamá y tus padres y todos ellos — dijo con alegría.
— En efecto mi señora, así que vallamos antes de que te arranque ese vestido y te haga mía justo ahora — Summer golpeó su pecho sonrojada, este hombre solo pensaba en sexo.
5 mes de quimioterapias...
La situación se complicaba cada vez más, Summer no mostraba ninguna mejoría a pesar de las quimioterapias, su piel comenzó a tornarse pálida y su cuerpo comenzó a adelgazar más de lo normal.
— Amor ¿Estás bien? — pregunto Samuel tocando la puerta, Summer llevaba ya varios minutos en el baño y eso le preocupaba.
— ¡Samuel! ¡Samuel! — este abrió la puerta asustado, miro a su esposa quien lloraba al ver como un mechón enorme de cabello se le había caído — Samuel mi cabello...
— Ya mi amor ya... — la abrazo por detrás tratando de aliviar el dolor, ojalá fuera el quien pasará todo esto.
— Me estoy quedando calva amor... Mi cabello... — sollozo cuando otro más cayó entre sus manos.
— Oye eso se puede arreglar — dijo el tratando de no llorar — simplemente quitamos el cabello y ponemos una peluca, nadie lo sabrá.
— Pero... Me veré fea — expreso con tristeza.
— Para mí siempre serás hermosa mi Summer — la volteo para que lo mirara a los ojos — eres la única en mi corazón y te amare como tú cuerpo se vea por qué lo más hermoso que tienes está ahí dentro — acarició su panza donde se hallaba su hermosa nena — y aquí en tu corazón.
— Gracias amor... — Samuel la beso con pasión, quería recordarle que así tal cual la amaba y la deseaba, ambos se perdieron en la pasión que se encendió, se entregaron aún más de lo que ya lo habían hecho.
Summer quería sentí su cuerpo y su calor con el de él, más para recordarse a sí misma que él la amaba tal cual era, tal cual se veía. Samuel acaricio su piel cuando se introdujo en ella llenándola de todo su amor, cada embestida le recordaba cuando amaba a Summer, las caricias y los besos fueron tales que la piel quedó enrojecida en algunas partes. No hubo pudor ni ninguna barrera, solo dos almas tratando de curarse la una a la otra.
Los días seguían pasando, las quimioterapias fueron cada vez más dolorosas y crueles, pero, la nena estaba bien. Para sorpresa de Michelle la bebé no tenía ningún problema, las ecografías mostraban que estaba totalmente sana, agradeció que Summer no lo escuchará y lo reprendiera como lo hizo.
— Todo muy bien con tu nena Summer — les dijo después de realizar el control del embarazo — los felicito por todo lo que están haciendo.
— Gracias a ti por cuidar y darle el mejor tratamiento a mi esposa aún a pesar de todo — dijo Samuel mientras observaba a Summer embelesada con la ecografía de su nena.
— Por cierto, este sábado me caso — Summer reaccionó y gritó de alegría.
— Al fin doctor, ya saldrá de su estado de amargura — bromeó sacando la lengua haciendo reír a los dos hombres frente a ella, aún en su estado no perdía su sonrisa.