Capítulo 24.

 Capítulo 24.

NICHOLAS LEE.

NOVIEMBRE 6, 2018 – CUATRO DÍAS PARA LA BODA.

Eleanor, en ese momento, le recordaba a su hermana Rain. Era similar la sensación que sentía; si ella era feliz, entonces él también. Y ver a Eleanor reír ante el grupo de despechados que crearon, le provocaba tranquilidad. En ese momento todo se sentía bien, como debía ser.

Sin embargo, le causaba confusión el hecho de que Blake no había hablado tanto. Se mantenía callado, dándole miradas cortas a Eleanor. Tenía ganas de saber qué estaba pensando, porque si seguía con el plan de querer arruinar la boda de ella, entonces él debía hacer algo para impedirlo, pero, ¿qué?

Quizás debía dejar de entrometerse.

Enfocó su vista de nuevo hacia Eleanor. Era loco pensar que ellos alguna vez estuvieron juntos, ahora que la veía en la actualidad. Ella había cambiado y él también. Si lo pensaba, no creía que una relación entre ellos funcionaría en ese momento. Nicholas se sentía en paz sabiendo que los casi dos años que su relación duró fueron suficientes para ellos, en cada aspecto.

Desde ese momento, todo debería ir bien. Una etapa de su vida había finalizado, por lo que estaba preparado para seguir adelante.

Volvió a pensar en su hermana Rain. Ella también estaba metida en una complicada situación amorosa. Ella podría evitarlo, pero era tan cabeza dura como él. No sería capaz de pedirle a su ex novio otra oportunidad, y por ese motivo ahora estaba en Australia con un sujeto que a Nicholas no le simpatizaba para nada. 

Realmente esperaba que Rain volviera pronto. Ella vivía ahí, en Londres, a diferencia de él, pero al menos estaría en su casa y no en un país donde no conocía a nadie más que a ese tipo. Además, Nicholas podía quedarse en Londres por un tiempo, ahora que estaba considerando establecerse ahí. 

Nunca había pensado en lo mucho que extrañaba Londres hasta que se bajó del avión hace algunos días, y pensando en su futuro, tenía muchas ganas de comenzar una vida ahí. Estaría cerca de su odiosa hermana menor y podría reconectarse con sus viejos amigos…

Pero, ¿y Allisa?

No podía dejarla, ella era su mejor amiga, o más que eso, su otra hermana. Debía hablar con ella de inmediato, apenas llegara a su hotel. Debía también contarle sobre Eleanor y lo bella y feliz que se encontraba. Y preguntarle cómo estaba Adela, quien durante esos días debía dar una entrevista de trabajo.

Si llegaba a mudarse, definitivamente extrañaría Estados Unidos, pero, en el fondo de su corazón, estaba seguro de que Londres sería su hogar perfecto.

—Bueno, supongo que tendrán una que otra pregunta más, así que siéntanse cómodos de preguntar —dijo ella encogiéndose de hombros. 

—A mi me gustaría saber… —le dijo Nicholas antes de sonreír—. ¿Cómo fue que se conocieron? Digo, tu pareja y tú.