Los caídos: Ángeles oscuros

Pasaje

Un dolor me atraviesa acompañado de unas risas similares a ronquidos, todo a mí alrededor está desenfocado y se balancea de un lado a otro, hay un brillo aterrador que me impide mejorar, las náuseas amenazan con provocarme vomito en cualquier momento, trato de sentarme pero el dolor intensifica el mareo por lo que acabo vomitando a un lado, las risas vuelven. Me rugen los oídos, estoy confundido y desorientado, no tengo idea de dónde o con quien me encuentro, mi percepción es dudosa, bien podría haber estado en un castillo o en la mazmorra de mi sueño, cuando la oscuridad me envuelve la abraso agradecido.

No sé cuánto tiempo estuve inconsciente, esta vez no abrí los ojos temiendo el mismo mareo, a mí alrededor las voces son demasiadas y hablan al mismo tiempo como una sola, la diferencia es que esta vez puedo entender lo que dicen.

_ ¿Está muerto? -Siento un aliento rosando mi rostro-

_ No lo creo. -Alega alguien o algo un poco más alejado, su voz bien podría haber sido un gruñido- Huelo su miedo.

¿Miedo? Yo no tengo miedo… bueno tal vez un poco, pero tengo mis justos motivos, debían darme crédito por no salir corriendo.

_ Espero que así sea. -Habla con enfado-

La curiosidad puede conmigo, abro los ojos para ver a mi alrededor, todo se balancea, el mareo aún está ahí atormentando mi estómago, es obvio que habíamos viajado, el paisaje aunque en general no cambia mucho, y no espero que lo haga, se volvió más rocoso, sería fácil esconderse si primero consigo escapar, pero lo dudo, mi malestar es demasiado para ponerme en pie, por ahora esperar es mi única oportunidad, ya fuera que pudiera huir , me ayudaran Deimon y Lu o mis captores llegaran a destino, lo que ocurriera primero, suspiro dejando que la oscuridad me trague otra vez.

Perdí toda noción de tiempo y espacio, todo es igual día y noche, no hay diferencia, puedo sentir alguien sacudiéndome.

_ Despierta niño. -Frustrado porque no respondo me patea en un costado, llevo mis manos al lugar, enroscándome en mí mismo tratando de soportar el dolor que me atenaza todo el cuerpo, esforzándome por respirar- Así me gusta. Sonríe complacido antes de ordenar- Come.

Me lanza algo al rostro, parece una fruta pero no podría estar seguro, nunca había visto algo con esa forma y color.

_ Te dije que comas. –Repite con brusquedad-

Lo mire y me obligue a probar lo que tengo en las manos, es asqueroso.

_ Sabe a podrido. -Lo dejo a un lado-

Me sujeta del cabello y levanta más cerca de él, es la misma criatura que había atrapado a Lu antes.

_ Pobre no le gusta. -Él y alguien con su apariencia que está atrás rieron a carcajadas- ¿sabes?, no me importa, igual lo comerás. -Toma esa cosa y me fuerza a tragarla, sólo me deja cuando se asegura de que lo comí todo-

Mi estómago ya delicado se queja y termino vomitando, él me empuja al suelo de un golpe provocándome luces en mi campo visual que, estoy seguro no están ahí, el dolor aumenta, un quejido sale de mi boca, y ríen más fuerte, me patea con fuerza y todo el aire abandona mis pulmones, tosí tratando de respirar.

_ La próxima vez que quieras desobedecer lo pensaras dos veces. –Informa el mismo-

Me dio de patadas hasta que perdí el conocimiento otra vez.

Cuando desperté el paisaje había cambiado drásticamente, ahora está rodeado por montañas. ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? Pero sobre todo ¿Cuánto camino recorrimos? Me siento un poco mejor, pero muy débil y cansado, aprovechando su distracción, pues ahora ya no somos solo nosotros tres, hay más prisioneros.

Me concentro en el anillo que aun descansaba cómodamente en mi dedo, tratando de contactar a Lu guio mis pensamientos hacia él… nada. Me esfuerzo más buscando su poder pero no consigo enfocarme en él, consigo una pequeña luz a lo lejos en mi mente, pero aunque el poder que siente venir de ella no es el de Lu, me resulta vagamente familiar. La criatura me levanta del cabello dándome un puñetazo, estaba hablando y no respondí por estar concentrado.

_ Voy a enseñarte, cuando termine contigo no serás más que un montón de mierda.

Azota mi cabeza en el suelo, con un pie pisa una de mis muñecas y con el otro mi rostro, cuando levantó la que tengo libre la sujeta con su mano y la llevo a mi espalda, el dolor es insoportable, termino gritando y él ríe; finalmente me suelta, pateando mi rostro se va pareciendo aburrido. Permanezco quieto por un rato tendido en el suelo, no les daría gusto, no me dejaría vencer por sus intimidaciones. Tengo una misión que cumplir aun si me lleva la vida, me quito el anillo y lo escondo de la vista en mi ropa interior, asegurándome de que nadie me vea, me pongo de pie para provocarlo.



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En el texto hay: hxh aventura drama

Editado: 26.07.2018

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