La clase de deportes empieza, la peor clase para algunos pero no me incluye. No me desagrada correr. Desde que tenia 8 años mis padres me metieron a clases de atletismo.
El profesor nos pide que hagamos una línea horizontal atrás de la raya despintada del suelo. Las indicaciones son fáciles, solo tenemos que correr hasta el otro extremo de la cancha y regresar.
Me amarro mi cabello café oscuro en una coleta despeinada.
El primer sonido que emite el silbato hace que nos pongamos en posición para correr, En unos segundos suena el segundo pitido anunciando que debemos salir.
Empieza la carrera. El momento más emocionante para mí. Mi mirada está al frente viendo como reducen los metros que faltan. Logro rebasar algunos compañeros, disminuyo la velocidad para que los demás no se queden atrás.
A mi derecha logró ver a Ernaline y a Matt a la par mía, los dos mencionados logran pasarme. Aumento la velocidad para no quedar atrás.
—El que pierda invita el almuerzo —grita Matt viéndonos a Ernaline y a mi.
—Me encanta la comida gratis. —También grita Ernaline.
Me preparo para dar la vuelta y no perder velocidad. Al dar la vuelta Matt se resbala dando un grito nada varonil, me río por la situación disfrutando la adrenalina y el viento chocar en mi rostro.
Escucho las maldiciones que da Matt por estar al último, me concentro para que no me de un ataque de risa y me quede parada riéndome.
Logramos pasar la línea blanca. No se con certeza en que lugares estamos. Matt se acuesta en el suelo estirando los brazos, Ernaline apoya sus manos en sus rodillas tomando aire.
—El primer lugar es entre Ernaline y daryan, el segundo para Matt, el tercer...
La profesora continúa dando los lugares, volteo a ver a Matt que esta sentado en el suelo, me siento a lado de él.
—Nos debes un almuerzo. —Coloco mis brazos atrás de mi espalda para poner mi peso en ellas.
—Solo las deje ganar como el caballero que soy. —Voltea a verme con una sonrisa.
—El caballero estaba soltando maldiciones.
Matt suelta una carcajada provocando que también logre soltar una.
—Chicos necesito que me den su nombre y apellido para poner los puntos por ser los tres primeros lugares —dice la profesora con la lista de estudiantes y un bolígrafo.
—Daryan Davis — Digo mi primer apellido por que siempre piden el primero.
—Ernaline Hoffman —suelta cuándo deja de tomar agua.
—Por ser las primeras tienen dos puntos. —Informa sin levantar la mirada de la lista.
—Matt Wells —dice asintiendo.
—Tienes un punto joven. —Hace un puchero de tristeza haciendo reír a la profesora y a mi.
Pasan los tres grupos de cinco que faltan, mientras los demás que ya pasamos nos sentamos en las gradas esperando a que pase la hora. Otros apoyan a sus amigos.
—Te apuesto que la chica de en medio gana la carrera —comenta Matt a mi lado.
—¿Qué quieres apostar? —pregunto sin quitar mi atención de la carrera.
—Un helado. —Volteo a verlo y este sonríe inocentemente.
Apenas lo conozco y da ternura. Tiene una sonrisa encantadora, usa lentes de armazón ovalado que hacen un maravilloso contraste con sus ojos color azul, el cabello cae a los costados como un libro.
—Hecho. —Cerramos el trato con un apretón de manos.
—¡Vamos chica de en medio! —grita Matt dando apoyo.
—¿Al menos le hablas? —Cuestiono.
—No, pero ella hará que me compres un helado. — Sonríe inocente, voltea a ver la carrera. —¡Corre!, ¡corre o te quemo los pies! —grita ganándose miradas extrañas.
Sin embargo yo me río por su ocurrencia. Al llegar a la raya blanca la chica queda en segundo lugar.
—Me debes un helado. —Tarareo con burla.
El timbre suena anunciando la última clase antes del almuerzo, Matt toma su mochila y Ernaline viene hacia nosotros.
—Las veo en el comedor con su almuerzo — avisa antes de irse.
Me deja con Ernaline, me acuerdo de lo que sucedió ayer, me tenso manteniéndome en defensiva. Empieza a buscar en su mochila, mis ojos se abren al pensar que me dará un frasco con su sangre o un diente.
—Ayer no te di tu celular. —Me extiende el celular.
Lo agarro y lo meto en el bolsillo de mi pantalón.
—Nos vemos en una hora Dary. —Usa un tonito chillón. Aprieto mis labios se que lo hace en forma de burla. Camina hasta cruzar el pasillo y perderse
Filosofía, la maestra es una mujer de edad grande, su cabello es de color negro y gris; usa unos lentes redondos con demasiado aumento que hace que sus ojos se vean grandes; habla muy lento como si hablara con una tortuga. Nadie presta atención algunos garabatean su libreta y otros duermen.
Trato de poner atención pero el sueño me vence, no descansé ni lo más mínimo, sentí que solo había pasado segundos. El timbre suena haciendo que abra los ojos con pereza. Agarro mis cosas que estaban en la mesa y las meto a mi mochila sin acomodarlas.
Camino a la cafetería donde esta Matt con tres bandejas de sándwich de pollo, jugo de naranja y un paquete de galletas. No veo a Kenna en la misma mesa en la que siempre nos sentamos. Supongo que es de esas veces que no viene a la cafetería.
Llego a la mesa donde Matt esta esperando pacientemente.
—Ya llegué. —Me siento en la mesa que esta enfrente.
—Pensé que no vendrían —dijo acomodando sus lentes.
—La comida gratis sabe mas rica —comenta Ernaline tomando asiento en frente de mi.
—Si tenemos la mitad de clases juntos, por que nunca nos juntamos —comenta Matt antes de tomar su jugo de naranja.
Editado: 09.04.2022