capitulo 20

Me despierto cuando siento mucho calor, al punto de casi sofocarme, aparte de eso siento un gran peso encima de mí. Abro los ojos y miro a mi alrededor encontrándome un gran cuerpo casi aplastándome.

—n-Nick— hablo con la voz ronca. Me aclaro la garganta—Nick, muévete— trato de moverlo, pero ni señales de vida —Nick— nada. Suspiro— ¡Nick hay un ciempiés sobre de ti! — grito con un tono asustado para que parezca creíble, por que quien no tiene miedo a esos animales. Se espanta y cae de la cama.

Río a carcajadas, la cara de desconcertado de Nick es muy graciosa, mira a todos lados, cuando se da cuenta que era broma, me mira mal, eso hace que me ría más.

—ja. Ja muy graciosa— lo dice con un tono con fingida molestia. Yo por mi parte sigo riendo hasta calmarme, hasta lagrimas me salieron.

Se sube de nuevo a la cama, pero esta vez en posición de indio, lo imito sonriendo. El me mira con ternura.

—me alegra verte feliz— dice mirándome de la misma forma.

Y ahí es cuando recuerdo de lo que paso ayer, el día genial que pasamos entre risas, visitando diferentes sitios, al llegar a la casa la policía, el enojo de Nick. Suspiro.

—gracias—digo sincera. Frunce el ceño—gracias por estar ahí Nick— lo abrazo —eres como el hermano que nunca tuve, te quiero —cuando termino de decir eso siento como Nick se tensa. Me alejo y en su cara puedo ver tristeza—Nick ¿estás bien? — digo preocupada— ¿dije algo malo?

Sonríe triste —no, no nada de eso— dice neutro —solo recordé algo—dice levantándose de la cama—mande a comprar ropa para ustedes dos, no te preocupes por lo de la casa yo lo resolveré— dice sin mirarme —se quedarán el tiempo necesario aquí —dice y desaparece por lo que creo que es el baño, dando un azote a la puerta, sobresaltándome.

Comienzo a analizar todo lo que dije y no encuentro que haya dicho algo ofensivo o malo para provocar el enojo de Nick. Suspire derrotada, yo y mi bocota por eso es que no tengo nadie a mi lado, tarde o temprano se terminaran yendo.

...

El tiempo pasa súper lento.

Resumen de la mañana: cuando Nick salió de habitación, paso un rato, baje encontrándome a noah desayunando, Nick igual, este último seguía sin hablarme. A la hora de dirigirme la palabra fue muy cortante.

Dijo que tendría que salir a resolver unos asuntos relacionados con la casa y que podríamos hacer lo que quisiéramos en esta casa. Después de que él se fuera, fuimos a ver películas. prácticamente esta casa tiene de todo.

Así que seguimos aquí sentados viendo la película *Mulan* es cono la sexta o la séptima vez que la veo es súper buena y me gusta el mensaje que transmite.

Un fuerte grito se escucha en la planta baja, noah ni se inmuta, está muy concentrado en la película. Salgo de la habitación y me dirijo donde provienen los gritos, ahora más cerca se distinguen la voz aguda de una mujer. Los gritos vienen de la puerta principal.

 —¿dónde está la maldita zorra? — grita la mujer siendo detenida por la ama de llaves que no le permite el paso.

—por favor señorita retírese, sabe que no es bienvenida en esta casa y si no se va, tendré que llamar a seguridad para que la saquen —habla serena la mujer, esto hace que la chica se enoje más.

—déjeme pasar vieja estúpida —dice apartándola de un empujón haciendo que la señora se valla de bruces, miro la escena con horror, me encamino a auxiliar a la señora, pero soy detenida por la chica que lo provoco. Me sorprendo por la forma en que sostiene mi brazo.

—tu eres la zorra que me quiere quitar a niko— dice con odio y asco mirándome de arriba abajo.

—no sé de qué está hablando —la miro sorprendida —suélteme por favor— digo tratando de salir de su agarre, sus uñas postizas se clavan en mi piel.

—no entiendo como niko se fijaría en ti— ríe sin gracia— por dios mírate, mujer das asco —me zarandea —y ni fuerzas tienes para defenderte, a ver respóndeme ¿de qué prostíbulo te saco? sé que él es buena persona y de seguro te tomo pena— dije con triste fingida. Cuando dice esas palabras el coraje inmundo mi sistema.

 —¡¿pero ¡¿quién te crees que eres para hablarme de esa forma?! —digo exaltada —tu mírate, pareces plástico reciclado— digo en el mismo tono saliendo de su agarre. Me mira sorprendida y acto próximo siento mi mejilla arder, me ha dado una bofetada. Oculto el dolor— ¿qué? ¿te molesta que te digan la verdad? te hace sentir superior ofender a los demás, pues déjame decirte que alguien tan falsa como tú, no me hará sentir mal, eres puro plástico ¿me pregunto quién querría una persona así a su lado?, tu si das asco y pe—me calla dando me otra bofetada.

— esto no se quedará así— dice dolida —nadie me ofende para contarlo y tu maldita zorra no serás la excepción— dice para después salir por donde vino.

Dejo caer una lagrima traicionera, suelto el aire contenido y me doy cuenta que estaba demasiado tensa.

No te sientas mal por lo que dijo, hiciste bien en responderle, me digo a mi misma tratando de controlar mi llanto, suspiro.

—señorita, ¿se encuentra bien? —la señora llega donde estoy, se ve preocupada.

 —si —digo tratando de sonreír—iré arriba —no espero respuesta y me encamino hacia la escalera.

—señorita Parker, necesito un minuto de su tiempo— escucho detrás de mí, cuando me volteo encuentro al padre Nick entrando a la casa, mostrando su figura imponente e intimidante.

—un gusto verlo señor Picoli— digo cordialmente, ocultando mi asombro y limpio mi lagrimas con el dorso de mi brazo.

 —seré breve— dice acercándose a mi dejando un espacio prudente. Trago duro—retírese —le dice a la ama de llaves, esta se va inmediatamente.

—¿qué se le ofrece señor? —digo cordial.

—que te alejes de mi hijo— comento sin más.

— ¿que? —articulo entre sorprendida e incrédula —¿por qué haría algo así? —cuestiono frunciendo el ceño.

—fácil— ríe sin gracia— te has preguntado ¿por qué mi hijo es tan bueno contigo? o ¿por qué están odioso con las demás personas y contigo no?, no te has detenido a pensar ¿por qué Nick te protege tanto? — me pregunta.