Los colores del alma|lg(b)tq+

Capítulo 20: No te le acerques.

Nos acercamos al grupo de amigos que se encargaba de hacer su trabajo, burlándose, a lo lejos.

—¡Hola chicos! —Gritó Joanne emocionada y risueña.

Ellos seguían riéndose de mí.

—Vaya... ¡¿Y esta lagartija? —Dice Frank.

—¡Frank! —Le dice molesto Jimmy a Frank—Déjalo ¡Por favor!

La verdad me sorprendía Jimmy, creo que es la primera vez que sienta cabeza.

Me abraza y los mira, todos se quedaron serios: —¡Dejen a Mike Wazowski, tiene sentimientos! —Se hecha a reír.

O bueno ...no.

Joanne reía sin parar junto a los chicos, torcí los ojos y tomé mi frente en frustración.

—¡MAMÁ SE METIÓ OTRO PEGELAGARTO! —Gritó Robert. Y todos comenzaron a reír.

—Bien, ¿Tienen algo mejor que hacer además de burlarse de su servidor? —Pregunté.

—¡Tranquilo, amigo! —Ríe Jimmy aún abrazándome. —No se ve esto todos los días.

—Lo siento Jimmy, tuve que improvisar para poder venir hacia acá—Le dijo Joanne. —La verdad es que es la mejor noche de mi vida—Dice riéndose.

Un chico del equipo de americano se acerca y le toma el hombro a Joanne.

—¿Bailamos, muñeca? —Le dice seductor.

Ella lo mira algo extrañada: —Y-yo—La interrumpí.

—Lo lamento hermano, viene conmigo. —Le digo serio y abrazo a Joanne por la cintura, Joanne me mira y el chico sólo sonríe.

—Sólo serán diez minutos y te la regreso. —Dice.

—¿No me escuchaste? —Le dije mirándolo y acercándome a él.

—Bien, bien, tranquilo. —Me mira—Me voy. —Dice mirándonos y retrocediendo.

Una vez que se fue, los chicos me miraron confundidos y Robert rompe el silencio.

—¿Y bien? ¿Nos contarán por que vienen disfrazados? —Sonríe, Robert estaba sentado en la mesa de concreto y entre sus piernas estaba Mery, él la abrazaba y ambos se veían contentos.

—Bueno—Lo miré y después a Joanne— Ayer tuve una pelea y... traía el rostro golpeado.

—¿Por qué no me sorprende? —Dice Frank.

—Sí, eso ya es normal, deberías parar con esas peleas callejeras, Jackson—Dice Jess.

Joanne me mira sorprendida, tratando de asimilar la información, la miré apenado y ella sólo se limitó a escuchar.

—Bueno, como decía, no podía llegar así ante los abuelos de Joanne. —Sobé mi nuca —Y bueno, aquí tienen.

—Fue una idea genial, aunque ahora es muy divertido y son el centro de atención. —Dice Mery.

—No importa—Sonreí—Me estoy divirtiendo como nunca.

Jimmy se agacha y abre una hielera que estaba en el suelo.

—Bien, entonces brindemos por que siga siendo así. —Nos dice y nos reparte latas de cerveza.

La verdad es que ya hace un tiempo que había dejado el alcohol, pero no pasaba nada si me ponía en ambiente. Jimmy le entregó una lata a Joanne y ella la tomó sin pensarlo. La observé y ella me sonrió: —¿Tomas?

Ella sonríe: —La verdad es que hace tiempo que no tomo, pero si tomo.

—Creo que no deberías beber hoy. —Le dije estirando mi mano para tomar su lata.

—¿Por qué no, amigo? —Dice Jimmy con una sonrisa—Déjala que disfrute.

Las palabras de Jimmy provocan cierta molestia dentro de mí, sé que lo que quiere es que Joanne vaya con el equipo de americano y ganar puntos.

Lo miré.

—Les mostraré como lo hacemos en México—Dice Joanne y ella abre la lata, sin más comienza a beberla, aplastándola con sus manos al final.

Los chicos le aplaudían y ella seguía bebiendo, cuando la terminó arrojó la lata al suelo. —¡OTRA, OTRA! —Gritaban Mery y Jess.

Jimmy me toma los hombros y me aleja unos pasos del grupo.

—Amigo, debes calmarte. —Me dice—Relájate, no pasará nada, estamos juntos y no dejaremos que Joanne esté sola.

—Jimmy. —Lo miro—Su abuelo me la encargó. No puedo emborracharla y llevarla a su casa en ese estado.

—Tranquilo amigo, de verdad relájate, todo va a estar bien, Joanne sabe controlarse.

Suspiré.

—Además sólo va una, únete al ambiente, estamos juntos.

—Bien. —Digo y nos incorporamos de nuevo.

Joanne toma la segunda lata que le ofrece Jimmy y la bebe despacio. Comienzo a beber mi lata, y la veo divertirse. Y la verdad es que por un lado me gusta que ella lo haga, casi todos los días está trabajando duro o estudiando, así que se lo merece.

Los chicos en medio de bromas y risas, se separaron del grupo para bailar con sus parejas, Frank invitó a bailar a una chica desconocida, estábamos Joanne y yo sentados arriba de la mesa, con nuestros pies colgando, llevábamos dos latas de cerveza, veíamos a nuestros amigos bailar.

La miré y ella me sonrió leve. —¿Joanne?

Ella me mira una vez más. —¿Quieres bailar? —Le digo, sé que tenía ganas de hacerlo, por como miraba la pista, antes de que me pudiera responder, otro tipo se acerca y pone su mano en su rodilla, Joanne lo mira y miro al tipo.

—Hola, muñeca ¿Por qué no salimos un rato al patio?

La ira comenzaba a arremolinarse en mi estómago, me bajé molesto y lo empujé.

—¡¿Quieres ver mi puño en tu puta cara?! —Le grité.

El chico me mira riendo: —Amigo, estás pasado de copas, y no estoy hablando contigo—Dice y se gira hacia Joanne.

Lo empujé: —¡MIERDA, TE ESTOY HABLANDO! —Le grité.

El tipo se sacude y me empuja: —No te metas conmigo, Williams.

—No, vuelvas acercártele. —Lo amenacé.

Joanne se baja de la mesa y me toma del brazo.

—Tranquilo, Jackson. —Me dice— E-Está bien. Iremos a bailar tu y yo. —Me sigue insistiendo—Ven. —La vi temerosa, pero me calmé.

Joanne me lleva a la pista.

—Lo lamento—Le digo una vez en la pista.

—Descuida, gracias por protegerme. —Me sonríe y toma mis manos—¿Piensas quedarte parado así toda la noche? —Le sonrío—¡BAILEMOS! —Dice moviendo mis manos y mi cuerpo para que bailara.

—Soy el peor bailando. —Me confesé.

Ella sonríe y me mira confundida: —¿Entonces por qué querías bailar?




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