Capítulo 33
por ese hombre que muchos lo recordaran por que mató a miles, creo guerras por gusto, por homicida, genocida, y en algunos momentos de su larga vida un psicópata
Rous: perdónate a ti mismo pues tu hermano ya te ha perdonado
Sebastián: ¿Qué harás ahora?
Rous: me iré a mi pueblo me parare en la puerta de casa de mis hermanas y les diré hola. (sonríe tristemente)
Sebastián: ¿está segura?
Rous: si la vida es demasiado corta para vivir lejos de tus seres queridos (se acuesta sobre la tumba).
Sebastián: tu vida no será corta
Rous: no lo puedes asegurar ya que nadie sabe realmente que soy
Sebastián: eres una hermosa mujer
Rous: sabes a lo que me refiero
Sebastián: yo pensé que te ibas a ir con Judas
Rous: no, sola estoy mejor.
Sebastián: ¿te iras hoy?
Rous: quisiera… quiero pedirte un favor.
Sebastián: si claro.
Rous: quiero ir a ver la tumba de Antón y Alain, ¿me puedes dar autorización de entrar a tu base?
Sebastián: claro, eres libre de entrar a la base cuando quieras. Si quieres salimos mañana.
Rous: no solo necesito tu autorización y las coordenadas yo llegare sola
Sebastián: para mí sería un placer
Rous: no quiero molestar, además no sé exactamente cuándo iré
Sebastián: no importa cuando quieras ir, hoy, mañana o en un mes
Rous: no te preocupes solo la autorización y las coordenadas (juega con las flores de la tumba)
Sebastián: te quiero acompañar
Rous: yo no quiero que me acompañes
Sebastián: ¿tanto me desprecias?
Rous: no te desprecio, tú sabes cuales son mis sentimientos así a ti, solo que tu orgullo y coraje no te deja ver más a ya de tu nariz. Yo no puedo vivir con alguien así, ya he vivido mucho odio y envidia en todas mis vidas, ya no quiero más.
Sebastián: perdóname (se inca a un costado de ella)
Rous: ¿Por qué?
Sebastián: hace un poco más de un año, Uriel me encontró en una pequeña isla en Tailandia; no lo voy a negar cuando lo vi me dieron ganas de matarlo Travis lo impidió. Después de varios insultos y gritos de mi parte, el me explico todo.
Rous: ¿Qué te explico?
Sebastián: esa platica, ese beso y abrazo, que yo mal interprete, no te deje hablar, el… me dijo todo lo que ustedes habían platicado, y lo que tu habías decidido.
Rous: no te preocupes por eso
Sebastián: te insulte, te juzgue, perdóname.
Rous se sienta y se cómoda frente a el y lo mira a los ojos.
Rous: no hay nada que perdonar, yo te entiendo… sé que tanto odio, dudas y temor que has tenido por milenios, son difícil de olvidar, también sé que no ha sido la primera vez, ya estoy acostumbrada (ríe una poco).
Sebastián: necesito que me perdones
Rous: yo ya te he perdonado desde hace tiempo (se levanta), olvida que yo ya he olvidado.
Sebastián se levanta y empiezan caminar hacia la cabaña, cuando están a escasos 10 metros para entrar a la cabaña Sebastián la toma de la mano y la gira frente a él.
Sebastián: quiero que sepas algo
Rous se sorprende, pero no dice nada
Sebastián: los libros de historia están mal
Rous: si lo se, lo descubro todos los días…
Sebastián: Caín no mato a Abel. Abel fue quien trato de matar a Caín y el solo se defendió.
Rous: ¿Cómo? (levanta una ceja)
Sebastián: ese día que yo fui hacer la ofrenda y llego Caín; le dije lo que había pasado entre nosotros dos, que tenías que ser mi pareja porque ya eras mi mujer, él se enfureció tanto, pero jamás me toco, grito pataleo, aventó piedras y maldiciones, pero no me toco un solo cabello… ( Rous lo mira con asombro) solo me dijo que a él no le importaba, que él te amaba tanto que así te tomaría y que haría que me olvidaras, que era tanto su amor así ti que te dejaría pasar ese desliz, que te llevaría lejos y que nunca te volvería a ver , yo sentí como un calor se apodero de mí y cuando vi que él se iba a buscarte me fui sobre él lo golpe con puño cerrado, pero el siendo más fuerte me aventó , yo me levante como pude y lo volví a golpear , entonces el ya no se pudo controlar y también me golpeo tan duro y fuerte como una pata de mula, todo se salió de control, nos golpeamos con odio y rencor, un sentimiento que nunca habíamos experimentado, hasta que en una de esas el tomo una piedra y me la dejo caer en la cabeza, ahí fue cuando yo morí y el trato de levantarse , camino varios metros pero cayo desmayado, perdió mucha sangre y murió. Ese día morimos los dos (baja sus manos al costado y las abre y cierra fuerte mente) uno por la mano del otro, pero yo fi el que primero traiciono y el que levantó la mano en contra del otro. Es por mí que estamos en esta situación, (una lagrima rueda por sus mejillas) por no respetar a la futura esposa de mi hermano, por no hacerme a un lado cuando debí dejarlos ser felices, y cuando el a pesar de todo se iba sin levantarme una sola mano , no lo deje ir me le fui encima. (baja la mirada) Todo esto es mi culpa
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Editado: 23.03.2023