Capítulo 11: Primer plan

Hanna se encuentra molesta conmigo, los chicos parecen apoyarla en esa decisión por haber actuado de forma imprudente. Galata no me entrego información que sea para mi algo relevante.

Lo mejor es que necesito pensar como Inmagic y tengo a mi asesor experto, Kas. Es de madrugada y puedo quedarme dormido en la entrada de la tienda para darme algo que me pueda ayudar a desenmascararlo.

Debo buscar las herramientas necesarias con las cuales use sus ilusiones: utiliza un complejo holograma, realidad virtual, nos droga. La magia es algo difícil de comprender, pero es simplemente una ilusión y distracción.

Al llegar a la tienda de Kas me doy cuenta de que todo parece estar saqueado, lo mejor que puedo hacer es activar mi traje y prepararme por si alguien nos está esperando adentro.

Ilumino con las linternas de las gafas y solo veo que hay cosas destrozadas y también se hurtaron diversidad de cosas, apunto hacía arriba y me doy cuenta de que Kas se encuentra amarrado e inconsciente. Lanzo una carta filosa para destruir la cuerda y atraparlo.

— Despierta— digo mientras lo golpeo en los cachetes y quito la cinta adhesiva de la boca.

— Mami— dice.

— Jodete— digo.

— Rayos. Mi tienda esta hecho una mierda— dice.

— Sabes quién lo hizo— digo.

— Se robaron las grabaciones y destruyeron las cámaras. Supongo que no tenemos nada y ahora estoy en riesgo— dice.

— Acompañame— digo.

Lo mejor que puedo hacer es llevarlo a nuestro refugio y sea nuestro asesor experto en esta situación.

— Trajiste a Kas— dice Hanna mientras yo cierro la puerta.

— Lindo lugar— agrega Kas.

— Atacaron la tienda— digo.

Los chicos se sorprenden de la noticia y se comportan más empáticos con él. Yo me voy a mi cuarto especial para poder descansar, muy pronto aparecerá una nueva amenaza y debo pensar en las palabras de Hanna para no seguir cometiendo errores.

Al despertarme parece que los muchachos se han dado un merecido descanso a excepción de Tania y Kas que parece llevarse muy bien.

— Hola— digo mientras bostezo.

— Estas bien— dice Tania.

— Dormí como bebé— digo.

Me siento a la par de ellos y parecen que estudian los movimientos de Inmagic; un punto débil, algo que nos de para jugar a nuestro favor.

— Estudiamos al enemigo— digo.

— Necesitamos saber si utiliza mis productos en sus mierdas malvadas— dice Kas un poco enojado.

Solo veo que repasan una y otra vez la misma escena. No hay nada: reflejo, persona, sombra, luz o cualquier otra cosa que este fuera de lo normal.

— Tienes el inventario— digo.

— Sí. Tenía muchas cosas que no se vendían y eso fue lo que se llevaron. Destruir la tienda fue una forma de imponer respeto y marcar su territorio— dice Kas.

— ¿Qué se llevaron? — digo.

— Lo usual: bengalas, bombas de humo, cartas, varias cadenas de metal y al parecer un simulador de temblores— dice Kas.

— ¡Simulador! — digo.

— Sí, lo usaron para destruir la cárcel, pero fue modificado para crear un amplificador potente— dice Kas.

Eso explica como fue que obtuvieron el equipo y además el ministro tuvo acceso al suero que se me fue inyectado. Tengo todas las piezas del rompecabezas, pero me falta algo que es clave y no puedo complementar los otros sucesos que mencionaron en la reunión.

Desea crear oferta y demanda, necesita que halla caos en la ciudad; necesita algo más que heridos y una protesta. Necesita mostrar la grandeza y una respuesta optima.

— Se llevaron algo más— digo.

— Nada fuera de lo normal. Espejos gigantes, proyectores para uso de un estadio— dice Kas.

Esa es la clave.

— El ministro dijo que necesitaba crear oferta y demanda— digo.

— No veo la conexión — dice Tania.

— Hoy juegan el equipo escarlata y necesita algo que le permita poner en funciones los trajes y a la vez crear una guerra— digo.

— Tiene un amplificador. Atacarán el estadio— digo.

Los chicos y yo nos preparamos con los trajes para ir al estadio Mateo Flores. El lugar perfecto y si entiendo su mentalidad puedo deducir que generarán una destrucción de la estructura y varios trajes estarán activos para destruir todo lo que este a su paso, culparán algún grupo terrorista y/o que hay inserción extranjera para que haya un acto de heroísmo y es donde entra Galata.

Llegamos al estadio y los trajes se colocan en modo incognito. Nos dividimos en cuadrantes: Axel por el lado este, Hanna por el lado oeste, Tania se queda en los aires por si detecta algo, Andrew se infiltra al graderío, mientras yo me quedo en la grama en dónde están los jugadores.

— Crees que estarán aquí— dice Axel.