Capítulo 8: El Cairo

Llegamos a la ciudad de El Cairo en dónde las personas actúan con normalidad en su día a día. Mis amigos y yo nos vamos al hotel para poder investigar que es tan relevante para los políticos.

Al parecer quieren discutir sobre diferentes relaciones comerciales y diplomáticas de los países africanos y europeos. Tal vez hay personas infiltradas y quieren causar algún daño o crear alguna guerra civil en el país.

Tania nos ofrece apoyo de sus contactos aquí en Egipto, nos enviaron varios equipos de vigilancia y también para espionaje. El plan original será estar en la reunión, el problema es que tendremos que entrar a la fuerza o tendríamos que hackear el sistema de invitaciones, algo que veo muy difícil, ya que la reunión es en la noche.

—Algún plan — dice Tania.

—Tenemos mucho que hacer por aquí y el problema es entrar como invitados — digo.

—Creo que puedo hacer algo — dice Tania.

Ella toma su teléfono y se pone a platicar. Mientras, Hanna y yo desempacamos para poder hablar un poco a gusto.

—La extrañas— dice.

—¡Perdón!— digo algo consternado.

—Galata, aún la extrañas.

—Me hubiera gustado que las cosas fueran diferentes. Aún recuerdas el juicio.

—Sí, fue algo que me alegra, no ocurriera.

Me siento en la cama y suspiro.

—A veces sueño con el momento en que perdí mi brazo y me incrustaron el brazo robótico. Es una pesadilla que me persigue a pesar de que en este tiempo nunca ocurrió.

—Eso ya paso y salvaste al mundo.

—Pague un precio muy alto, perder a mi hijo.

—Siempre tuve esa curiosidad de saber quién era la madre de tu hijo— dice ella mientras se sienta a la par mía.

—Espero que haya sido alguien especial.

Ella y yo nos vemos a los ojos, poco acercamos nuestros labios y en ese momento entra Tania.

—Lo tengo.

—Dinos — digo algo decepcionado.

—Encontré la forma en que se filtren a la reunión.

Nos vamos a la sala principal para que ella nos explique el plan.

—Uno de mis contactos logro que tomemos pase de prensa, el cual Kas y yo usaremos por si tienen algún problema. Ustedes se harán pasar por representantes de gobiernos de diferentes países para poder responder lo más cerca. Algunos piensan que habrá un ataque, por lo tanto, no habrá armas y la seguridad está muy cuidada en caso de que usen armas. 

—¿Qué hay de los infiltrados?

—Esperemos que se delaten y podamos seguirlos. El objetivo es entrar a las pirámides, así que necesitarán influencia política para hacerlo.

Todo está planeado y por ahora tendremos que sacar los trajes de gala junto con Hanna. Al caer la noche nos dirigimos al lugar, Tania nos entrega los pases para poder entrar a la plaza gubernamental en el centro de la ciudad. Nuestros amigos se colocan trajes de seguridad para cubrir nuestra armadura que ahora funciona con nanotecnología.

Al entrar podemos ver funcionarios públicos de todos los países, camareros ofreciendo los más suculentos aperitivos y muchas personas con trajes caros.

—Ese traje usarías en la boda.

—Te refieres a Galata nuevamente.

—Algo así

—Es el mejor trajo que tenía y lo quería usar en la boda de mi hermana.

—Extras a Marlon y Edward

—Sí, ellos fundaron esto y ahora no puedo vivir esta aventura. Hubiera sido genial.

—Sí — dice algo cabizbaja.

—Estás muy nostálgica.

—Solo atesoró nuestros recuerdos y nuestra buena época.

Después de esas palabras, los políticos del país deciden dar a tratar el primer tema. El tema central es acerca de la situación que atraviesa los países del norte de África y también sobre los aportes de los demás países en el crecimiento económico, además de los problemas sociales que se atraviesan. 

Veo un grupo de personas que se reúnen en una puerta y que es fuertemente vigilada. Por suerte Tania me dio un reloj que lanza mini drones, esto nos facilitará la obtención de información, lanzo uno de los minidiscos a una de las magas de los sujetos y me llevo a Hanna a un lugar privado y escuchar la conversación.

Puedo ver por medio de la aplicación espía del dron. Parecen estar en un cuarto secreto y también hay sujetos que parecen ser delincuentes o algo parecido. Todos tienen en la mano derecha un tatuaje que no sé sabe que simboliza.

—Todo listo.

—Sí, hay que esperar al jefe.

—No esperen más.

—¿Cuál es el plan?

—Sencillo, mientras los políticos están hablando en estos momentos, hay una maquinaria socavando debajo de las pirámides en búsqueda de la entrada a los pilares.