Los corazones negros 3- La Sociedad Subterránea

Capítulo 9: Ataque

 

Fui lanzado al primer piso en dónde se lleva a cabo la reunión de los políticos, cuando me levanto veo a la gente correr y también personal de seguridad apuntándome con armas para atacarme. 

 

Activo mi traje para poder irme lo más pronto posible, escucho el ruido de los disparos, así que tomo una carta de cortina de humo para distraerlos y huir. 

 

—Chicos, vayan a las pirámides y busquen alguna estructura en dónde se encuentren excavaciones. Tendremos que ingresar para detenerlos —digo por el intercomunicador.

 

En un lugar oscuro puedo ver el mapa virtual que me da indicaciones de todo tipo: geológicas, meteorológicas, geográficas y puedo ver que hay varios puntos en movimiento cerca de las pirámides. 

 

Tomo uno de los vehículos de huida que dejamos en la parte trasera del edificio y me dirijo al punto y también lo envió a mis amigos. Al llegar a la orilla puedo observar la posición de la luna y de las estrellas, sin duda una noche hermosa.

 

—Estás aquí — dice Hanna.

—Sí, y los demás.

—Pronto llegarán. Es momento de que entremos.

—Tenemos que esperarlos.

—No, es claro lo que dijiste. Tenemos que entrar.

—Yo no he dado esa orden— digo.

 

Ambos nos quedamos viendo y saco mis espadas para atacarla. 

 

—No eres Hanna— digo.

 

Lanzo una carta explosiva y luego le rompo el cuello. Al voltearlo puedo ver que usaba un dispositivo que cambia de rostro, esto solo es una prueba más de la tecnología que se usa en el mundo subterráneo, pero lo importante es en quién puedo confiar y además como se que mis amigos serán mis amigos.

 

—Chicos— digo algo preocupado.

—Dinos.

—¿Dónde están?

—Llegaremos en unos minutos, así que mantente tranquilo— dicen.

 

Esas no son las actitudes de ellos. Así que lo mejor que puedo hacer es volver al edificio administrativo que debe estar acorralado. Escalo uno de los edificios más cercanos y con el dispositivo lanzo un dron con visión térmica. Si no estoy mal, los infiltrados al pasar mucho tiempo bajo la sombra no pueden producir vitamina D que se obtiene naturalmente de los rayos del sol, así que las fuentes de calor más llamativas deben de estar marcadas en la pantalla virtual del reloj.

 

En la parte sur parece que hay dos guardias. Uno marca una fuente de calor más fuerte que el de su lado derecho, así que deben de estar ahí. Lanzo un arpón para clavarlo y pueda deslizarme hasta el techo; entro a una de las ventanas mientras lanzo una carta aturdidora. 

 

Los sujetos quedarán entorpecidos por unos minutos, así que tomo la billetera del sujeto que menos reacción al calor tiene. Al entrar veo que hay un elevador, así que lo mejor que puedo hacer es alistar mis espadas, al abrirse las puertas veo un pasillo lleno de muchos objetos, así que lo mejor que puedo hacer seguir. 

 

Al fondo se pueden escuchar ruido de personas hablando, así que lo mejor es entrar en el modo sigilo. Cuando llego veo uno de los cuartos llenos de guardias, así que preparó dos cartas, una de choque eléctrico y otra aturdidora. Uno de los guardias logra salirse, así que lo tomo y coloco el filo de las espadas en el cuello.

 

—Los sujetos que capturaron, ¿Dónde están? — digo sin miedo.

—No lo sé.

—Espero no tengas familia porque serás decapitado en cualquier minuto— digo furioso.

—Al fondo, a la derecha— responde.

 

En ese momento corto su cuello y también tomo sus pertenencias: billetera, gafetes, llaves, cualquier cuestión nos puede servir en este momento.

 

Asomo mi cabeza por la puerta y los veo capturados en lo que son cápsulas de algún tipo. Cuando entro siento como me dan un golpe en la cabeza.





 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.