Ya en la señal del cruce.
Rin: Supongo que el que iba en el coche sería el que roba en la tienda de peluches.
Rin se tumba apoyado en la señal y cruza sus brazos detrás de su cabeza.
Rin: Espero que no la líen mucho. Ese hombre no se veía con cara de muchos amigos. Como sea que no esperen que Rubén salga para ayudarles.
Sara y Diana están a un lado del hombre y Diego al otro.
Hombre: ¿Cuando os vais ha rendir?
Sara: Nunca. Diana hay que vencerle como sea.
Diana: Ya lo se pero no hay forma de darle.
Sara: Diego esta vez le daremos.
Diego empieza ha correr hacia el hombre con el escudo delante. Sara también empieza a correr hacia el hombre.
Detrás de unos arbustos unos ojos observan la batalla.
Hombre: Nunca aprendéis.
Diana: Sí que aprendemos.
Diana dispara una flecha hacia el hombre.
Hombre: Las flechas no os servirán y atacar a la vez tampoco.
La flecha que había lanzado Diana pasa al lado de Sara.
Hombre: Ni siquiera apuntas bien.
Diana: Sí que apunto bien idiota.
La flecha impacta cerca del hombre levantando un montón de polvo y tierra hacia el. Sin ver nada el hombre apunta con el bastón y dispara dando al coche donde vino y volcandolo.
Sara: Esta vez se acabo.
Hombre: No te creas que habéis ganado.
El hombre apunta con el bastón ha Sara pero antes de disparar Diego lo golpea con el escudo por detrás.
Hombre: ¿Que?
Sara golpea con todas sus fuerzas con la espada al hombre que sale disparado al bosque.
Sara: Creo que hemos ganado.
Diana: ¿No teniamos que detenerle?
Sara: ¡Es verdad!
Los 3 van corriendo al bosque pero no encuentran al hombre.
Sara: ¿Donde estará?
Diana: Yo no lo veo.
Sara: Seguramente se halla ido. Bueno, por lo menos no creo que regrese. Vamos a la tienda ha decírselo a Javier.
Los 3 salen del bosque y se dirigen hacia la tienda. Los ojos los siguen Hasta que se alejan un poco.
Dentro del bosque. El hombre tiene un corte no muy profundo en el estómago. Con el brazo derecho se apoya en el bastón y con el izquierdo se tapa el corte.
Hombre: Esos mocosos no saben lo que han hecho. Voy a contratar a los peores hombre que encuentre y que les den una paliza.
Detrás de él escucha un sonido de hojas moverse. El hombre se da la vuelta alterado.
Hombre: ¡¿Quién está ahí?! ¿Sois vosotros otra vez niñatos?
Detrás de él cae alguien.
Hombre: ¿Quién eres?
Desde las hojas sale una especie de ángel que se estampa contra el suelo. Es un ser pequeño, con alas blancas pequeñas, moreno, con gafas gruesas y un libro marrón muy grande.
Hombre: ¿Que se supone que eres tu?
Ángel: Perdone zeñor. Eztaba obzerbando la pelea.
Hombre: ¿Y que quieres?
Ángel : Puez eztaba leyendo la hiztoria y aquí dice que debo zevueztrarlo y tirarlo al pozo del olvido.
Hombre: ¿Secuestrarme a mi? No me hagas reír.
El hombre apunta con su bastón al ángel y lo ataca pero este no recibe daño alguno.
Hombre:¿Cómo puede no afectarte?
Ángel: No te preocupez. Ezto no te dolerá.
Dentro de la tienda, Sara y Diana hablan con Javier.
Javier: Muchas gracias por vuestra ayuda aunque no se si ese hombre volverá enfadado mañana.
Sara: No creo que regrese. Le dimos una paliza.
Javier: ¿De verdad sois tan fuertes?
Sara: Claro, claro. (Risa tonta)
Diana: Al final nos quedamos sin ver los peluches.
Javier: Como mínimo, por ayudarme, dejame darte este peluche.
Javier saca un pequeño peluche de oso en un llavero.
Diana: Muchas gracias pero yo quería ver los peluches gigantes.
Javier: Este también es un peluche gigante. Si lo coges y lo aprietas fuerte crece.
Diana: ¿En serio?
Javier: Es un peluche que crece y se encoge a voluntad del dueño.
Sara: ¿Pero no es muy caro?
Javier: Eso no importa. Gracias ha vosotros seguramente pueda vender de nuevo bien en mi tienda así que es lo mínimo que puedo hacer.
Diana: Muchas gracias. Diana coge rápido el llavero y lo aprieta fuerte.
Sara: ¡Diana espera!
El peluche crece rápidamente encima de ellos. El peluche los aplasta contra el suelo a todos.
Diana: Sí, sí. Me encanta.
Sara: ¿Cómo se encoge esto?
Javier: Tienes que apretar una pata también fuerte.
Sara aprieta una pata.
Sara: No funciona.
Javier: Diana es ahora la dueña así que debe ser ella quien lo haga.
Sara: Diana encoge el peluche.
Diana: ¿Ya? Acabo de cogerlo.
Sara: Que lo encojas.
Diana: Vaalee.
Editado: 25.09.2020