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Hoy, aferrado sin remedio
a la huella de mi felicidad,
me despido
versando estos últimos renglones.
Decidle a la tristeza
que encontré un mejor amor que ella
y no escondan mi despedida
ni a la soledad absorta
ni a la muda melancolía...
"Quédate con quién te bese el alma
que la piel te la puede besar cualquiera"
- me dijeron - y así hoy me marcho
besando a las horas
ya que huyen con prisa
lejos de este horizonte.
Encontré el jardín de las sonrisas
y he tomado algunas de sus flores
para sonreír mientras la pienso.
No puedo marcharme
de este silencio sin antes dibujar
al menos mis caretas
que utilice para vivir la vida
que ahora dejo:
Una vida anónima
llena de incógnitas
que ha superado a las Matemáticas
en proponerse problemas sin solución.
Adiós etapa incolora
hasta nunca vida quejumbrosa
sigue moviéndote dentro
de algún otro cuerpo
que sepa convivir al lado tuyo...
Me despido
y cuéntenle a quien pregunte por mí
que me fui a ser feliz
al país de los te amos infinitos.
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