Los fantasmas del pasado

Capítulo 4 : Mi destino ¿Es la muerte?

Lo observa con determinación, sus ojos eran más claros que el agua. Su cabello, desordenado y de castaño claro. Era frío, ¿Y como lo se? , su aura y todo a su alrededor

se sentía inhóspito. .

—Él es Steve... Un amigo más— dijo Janice con una sonrisa.

—Hola...

Sólo miro a mi rostro con aquellos ojos fríos.

—Los dejaré a solas. Adiós Sasha— dijo Janice al desaparecer.

Me sentía inquieta ante su presencia de este nuevo fantasma, aunque siempre ver uno me tranquilizaba. Steve me impacientaba.

—Bueno, dime algo que me sea de ayuda.

No se movió del lugar.

—¿Tu eras el que en observaba en la casa de mis tíos?.

Steve camino hasta sentarse a mi lado, en silencio.

—Está bien, se confirma lo que me dijo Janice. Ere callado...— dije al mirar a otro lado.

Sentía que su aura fantasmal se encontraba muy cerca mío, casi tocándome.

De repente, su aliento paso por mi otra. Erizando mi piel.

—¡Uuh! —temblé.

—Tu eres la chica que siempre ha estado sola...igual que yo— dijo Steve.

Al fin pude escuchar su voz, era suave como el tercio pelo.

—No del todo— lo miro.

—Pero lo estas— me dijo.

—¿Y por que eres muy callado?.

—Prefiero escuchar, que hablar—dijo Steve.

«Este chico es casi...¿Cómo yo?»

—Viniste aquí...¿Y quieres que yo sea la que te ayude?.

—Hay pocas personas que pueden vernos. Pero no entender de verdad.

—¿A que te refieres ?.

—Muchos de ustedes modifican la verdad y los usan para su convenio. Por ejemplo, para hacerse famosos. Al fin y a cabo terminan muertos— dijo Steve.

—¿Qué....?

—Los que mienten, mueren—dijo Steve.

Me ponía más incómoda de lo que ya estaba.

—Está bien...cambiando de tema ¿Te acuerdas como moriste?.

—No lo recuerdo. Solo se que estaba ciego—dijo Steve.

—Eso explica tus ojos. Son muy claros— dije con asombro.

—Ya estoy muerto, eso es una ventaja. Puedo ver, pero ya no sentir— dijo Steve al girar aún lado.

—¿En serio no recuerdas absolutamente nada?— dije esperanzada.

—Nada— contestó el.

—¿Conoces a Albert? es un anciano.

—Si, pero son de los fantasmas que están aún más atrapados en su pasado. Lo he sólido ver, en las calles, al parecer renguea de una pierna— dijo Steve.

—El murió de tuberculosis, y antes de eso tenía una pierna infectada. Por eso camina con dificultades.

—Oh, ya veo. Yo solía vivir en su época...— dijo nostálgico.

—¿Así que lo recuerdas? —dije sarcástica.

Steve permaneció en silencio, parecía que algo en el se había quebrado o quizás...

—¿Estas bien? — dije preocupada.

—Yo...no...— dijo cortadamente.

—¿Qué pasa? —me acerco más a él.

Note que sus ojos sin vida, empezaban a lagrimar.

—¿Estas llorando? —pregunté.

—Te veré otro día, Sasha Lewis— dijo Steve al traspasar las paredes. Dejándome sola.

Los días pasaron hasta que tuve que retomar los días de clases.

—Bienvenidos nuevamente, ¿La pasaron bien?. Espero que si— dijo mi directora de colegio. Con la perfecta sonrisa falsa en su rostro.

—Qué mala gana, prefiero al profesor de gimnasia. Es más sexy— escuche del murmullo de las reinas de las agrandados, Steycy.

—Es una vieja arrugada, ja ja ja— dijo otra de sus amigas.

Yo solo mire de reojo y luego seguí caminando.

Cuando llegue al salón. Me senté en mi lugar preferido (lejos de todos), o sea , al fondo.

—OK señorita y muchachos, hoy ingresarán estudian nuevos. Espero que las reciban con los brazos abiertos—dijo mi profesor de matemáticas.

—Yo daría con los brazos cruzados—murmulle.

A penas comenzaron a llegar "los nuevos", yo seguí con lo mío. Leer.

Mientras todos se sentaban, note que alguien se sentó cerca mío.

Gire un poco, se trataba de un chico que poco frecuento ver. Por que se estilo se me es cool.

Los emos.

Yo no soy como ellos, mi mamá me obliga a ser "normal", sus estilos llaman mucho la atención y a igual que su forma de peinarse.

Este chico llevaba un pircing en el labio superior. Con unos perfectos ojos negros. Que combinaba con su cabello, marrón tirando a negro.

Él se fijo en mi.

Yo elevó mi libro y seguí leyendo.

—ok, creo que ya estamos todos— dijo el profesor al agarrar la risa y empezar a dibujar ángulos.

—Disculpe...¿Este es el salón 2b?—dijo un chico rubio parado en la puerta.

—Si joven, ¿Usted es nuevo? —dijo e profesor cansado.

«Yo también me canse de ver chicos que parecen salidos de la realidad, o sea, "niños rubios"»

—Si—dijo tímido.

Apenas piso el salón, todas las chicas posaron su mirada en el. Excepto yo.

«¿Cómo si se tratase de un modelo de revista, bla...»

Bufé y seguí leyendo.

—Te gusta libro de terror ¿eh?— dijo el niño rubio al sentarse frente mío.

Ahora yo tenía todas las miradas, pero con la mirada de asesinas seriales por poco.

—Si—dije cortante.

Fije mi vista en el libro que llevaba en sus manos, era el mismo que tenia yo.

«¿Qué putas?»

Agradecí que en ese momento tocará el timbre. Por que justo en ese momento él abrió la boca para pronunciar otras palabras que yo no quería escuchar.

"¿Cómo te llamas? "

"Nadie "

Cuando fui directo a la estand del corrido de alimentos. Una chica me choco por detrás. Para mi hermosa sorpresa era Steycy.

—Ups, sorry my friend— dijo Steycy.

—Fuck you— dije yo.

Ella se me quedo viendo molesta, claro que no me importó. Me aleje de ellas , afuera, en le patio del colegio.

Comía como de costumbre, lejos de los problemas y de los seres vivos.

—Me hizo gracia lo que le dijiste a aquella chica— dijo el niño rubio. No me percate de su existencia.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.