Los fantasmas del pasado

Capítulo : 10 Luces entre sombras

Paula, mi prima. Me miraba con tanta sorpresa que pude notar apenas la nitidez de sus ojos marrones. Casi estaba por desmayar pero luego una voz me hizo entrar en razón.

—¿Sasha, que pasa? — dijo Mark al entrar rápidamente . Sostuvo mis hombros con firmeza...

— Yo...no...

Paula tomó de la nuca de Nicholas y lo apoyo con delicadeza sobre sus piernas.

Mi tía llamó de inmediato a emergencias y la vez fue por toallas. Taparon la herida profunda del que provoque.

Solo quería gritar, quería huir...solo Mark me sostuvo allí.

— Sasha—susurro a mi costado—Dime que no fuiste tú la que lo apuñaló.

Mire lentamente, lo único que pude decir era murmullos , pequeñas palabras , casi inaudibles. De pronto sólo deje de hablar.

Mark supuso que me encontraba en skock.

Tras pasar las horas, emergencias llegó, lo atendieron

Con una camilla lo llevaron sin decir otra cosa.

Mi tía, a ver que Paula estaba callada la abrazo fuertemente, mientras sostuvo su mirada en mi.

«De que seguro me acusarán, lo harán. No me creerán si les digo lo que realmente paso»

De repente una llamada se escucho en la sala.

Mi prima fue a atender.

—¿Hola?

—¿Sasha, eres tú?

—¿Tía? ...no, soy Paula, la prima de Sasha.

— Oh, esta bien. Dime si esta bien mi hija.

Paula se fijo en mi y luego volvió al teléfono.

—Si, esta bien. Te tengo que cortar, ocurrió algo grave. De igual modo te llamare pronto tía.

—OK — se escucho con impaciencia de Alison—Llámame cuanto antes.

Colgó.

— Prima—dijo Paula— Tendrás que irte, yo estaré pendiente con lo de Nicholas.

Yo asentí, no me salían las palabras.

—Te acompañó— dijo Mark al acercarse al lado de la puerta—Por las dudas, quiero evitar el peligro.

—Está bien—dijo en voz muy baja.

Apenas me fui, Chelse observó a través de las cortinas.

Cuando me encontraba en la calle de mi casa, Mark en todo lo que restaba, no paraba de posar sus ojos en mi.

Yo sabía que me haría preguntas, pero mis labios se encontraban tan selladas como mi voz en sí.

La brisa del viento levantaba alrededor nuestro, las hojas secas del otoño sobrevolaban. Mire distraída como todo a mi alrededor se oscurecía, me parecía que hasta mis pies no sentía.

Mark dijo algo del que no llegue a comprender, era como si fuesen finas al oído humano. Solo el movimiento de su labios y el silencio , lo conformaba.

—¿Sasha? .

Detuve mi caminar.

—¿Me escuchas?

Mire sin comprender.

Se acercó para verme con claridad, él tocó mis mejillas.

—Estas fría.

Algo surgió en mi, una sonrisa inexplicable.

Mark miro extrañado.

—¿Y eso me hace diferente?

—Sasha, no estás bien. Mejor nos apresuramos.

Camino más rápido, jalando mi mano para que le siguiera el paso.

Pero nuevamente no sentía los pies. Caí de rodillas.

—¿¡Sasha!?

Mis ojos vieron el suelo y algo más, una sombra que le pertenecía a Mark, aparentemente.

Fue como si en él tomará forma, se arrodilló a mi altura. La sombra de Mark me miró.

Sigilosamente susurro a mi oído las palabras que me despertaron al fin.

— Morirán pronto, tus amigos, tu familia. No lo dudes Sasha. Morirás como ella...

Mark tomó bruscamente de mis hombros y me ayudó a parar.

—¡Sasha escucha! . ¿¡Qué te pasa!?.

Mis ojos dejaron de ser lo que eran antes. Se volvieron de marrones a celestes brillantes.

—Te mataré.

Él quedó pasmado, trago saliva y suspiro con intranquilidad.

Por un minuto pensé que él se alejaría de mi lado, pero no lo hizo.

Seguía en el mismo estado mientras que lo miraba. De alguna forma me sentía diferente.

Mi cuerpo estaba liviano, pero al mismo tiempo las palabras que salían de mi, no eran pensadas.

—Llegará el momento Mark Thomas...terminarás como tu amigo. Lo que han presenciado es solo el principio.

—Yo no lo permitiré.

Rei a carcajadas y luego mire las nubes del cielo. Que a su vez eran oscuras.

—Así será, pero no podrás detener a la oscuridad.

«¿Quien me controla?» pensé.

<Tu lo sabes mi Claris>

De repente Mark tomó mi muñeca y me obligó a permanecer cerca suyo, estire con más fuerza de lo que tenia. A final lo obligue a que me soltará.

—Deja a Sasha en libertad— imploro Mark.

—Ella esta entre nosotros pero no lo vez.

—Claro que no.

—Ja ja ja...ay, se nota que solo eres un tonto— suspire— Sasha Lewis es mas que el espejo de Claris.

— Ella tiene una vida del que tu usas, déjala en paz.

—Estará a mi lado, pronto— dije en seriedad.

Mark se callo pero en el momento frunció una cruz.

—¡Sal de ella!

—Esas cosas no sirven en mi.

— Maldito seas.

Entonces vi como mi mano aparecieron un objeto punzante, este, se acercaba a Mark sin que lo manejará. Una sonrisa apareció en mis labios.

— Mark...

Pero alguien me detuvo, al llamar mi nombre.

—¡Sasha!

Era mi madre, Alison.

De repente me desmaye.

Me sentía mareada, desorientada y totalmente tonta.

Estaba en una superficie blanda que pronto supuse que era mi almohada. Tapada con una sabana de terciopelo. No podía sentir más que cosas ásperas a pesar de que las tocaba.

Se que estaba en mi cama, lo sabia. Pero el rose de algo a los más parecido a una flor de dientes de león. Me hizo que me levantará.

Cuando me acerque de a poco lo sostuve entre mis dedos.

Era un peluche.

«¿Yo no tengo peluches? ...ya deje de ser una niña.»

Pero no llegue a atraerlo hacia mi, a cambio de eso, una mano fue lo que toque.

—¿Janice? —oía a mi costado.

Abrí los ojos , los más rápido que pude.

Me encontraba vestida con un piyama largo que me llegaba hasta los rodillas y cabello tan largo que parecía de muñeca.




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