Pasaron siete semanas desde lo ocurrido, mi vida estaba aún normal.
Aunque para el resto de mis compañeros de escuela, sea diferente. La mía ha quedado vacía, por falta de alguien.
—¿Estás bien? —dijo Mark.
—Algo.
Volteé a donde se encontraba el pupitre de Nick.
Vacío.
— A mi se me hace que no, ¿Piensas en alguien?
—Ese alguien aún no ha despertado.
—Cómo tu.
Lo mire sin sentido alguno.
—¿Qué dice?
—Pareciera que aún sigues dormida.
— Yo no soy la única con ojeras, señor emo.
—Puede ser, aunque también hay alguien con aspecto fúnebre— dijo Mark al fijarse en Stacy.
— Tienes razón, parece que la atropelló el autobús— mire por arriba de Mark. Pude notar que ella estaba pálida, con ojeras y con un pequeño moretón en la frente.
—Debió doler— musito Mark al taparse la boca disimuladamente.
Me sentí sin importancia, giré a un lado y seguí en mis pensamientos.
«Lo más raro es que ya no los veo...¿Acaso he perdido aquel don? , la verdad no lo sé. Desde que lo apuñalé a Nicholas me han estado pasando cosas de lo más inusuales.
Al parecer me estoy volviendo normal»
De un momento a otro tocó el timbre, era la hora de estar en el almacén.
Al llegar, elegí el mismo lugar. Pero como mi camino siempre era frecuente , pude ver a alguien diferente, sentada en la mesa de donde yo suelo sentar.
Me acerqué y le dije:
—Hola, ¿Te conozco?
—¿Te llamas Sasha Lewis? — dijo la niña de una sola colita de pelo. Ella parecía de 7 años, morena con algunas pecas en su mejilla con un sutil color de ojos negros profundos.
—Si.
—Soy la hermana de Nicholas Watson, supe que lo lastimaste , dime por qué lo hiciste.
Se notaba el destello en sus ojos, eran de tristeza.
—Yo no quise lastimarlo , no lo hice a propósito...lo siento mucho—dije entre palabras apagadas.
La niña se acomodaba su pequeño flequillo que luego llevó a su oreja. Se preparó para seguir hablando.
—El doctor dice que esperemos una semana más para que se recupere por completo. Sus heridas fueron muy profundas. No puedo entender...¿Por qué hacerle eso? ,¿El que te hizo?
—Créeme, no se que paso...
Allí no hubo más charla, oculto su mirada .
No podía tragar saliva ni poder controlar el movimiento de mis dedos que se entrelazan entre sí.
De repente apareció Mark.
—Oh, hola Ashley, ¿Cómo estás? — dijo al estrechar su mano de una forma juvenil.
—Por ahora bien, ¿Y tú ?
— Bien, me sorprende que cada día hables mejor que tus hermanos.
—Lo sé, me creen superdotada— dijo la niña al sonreír pícara.
— Al parecer ya has conocido a Sasha.
Apenas lo dijo, me levanté y fui lejos de ellos. Mientras corría entre la gente, me tropecé con Staycy.
—¡¿Qué te pasa?!,¿Estas ciega o qué?.
Intenté seguir mi camino pero ella me detuvo.
—Te hablo pequeña inútil.
Persistía.
— Me parece que Sasha está en su mundo, ¿O no chicas? — dijo a su grupo de amigas que luego me rodearon en cuestión de segundos.
— Habla— dijo otra.
— El estar con chicos raros te ha vuelto más rara.
—¡Habla! — dijo una que me empujó.
Por alguna razón, seguí sin decirles nada. Era como si sus voces se escucharán a lo lejos. Pero no era así...no era yo.
—Hay que encargarse de este estorbo—mencionó Staycy al traer un vaso de naranja exprimida. La escupió en mi cabeza mientras que a la vez, ensuciaba mi remera.
Se armaron abucheos en el lugar. Entre tanta gente apareció Mark, que al verme se acercó rápido. Empujó al resto de las chicas y mientras me sostenía, les dijo:
—¿Qué demonios les pasa?
— Perdón chico raro, esta es una charla de chicas. No te incluye.
—A mi me importa un comino, dejen de molestarla.
— Uhh...que miedo, no te temo—dijo Staycy al fulminar con la mirada a Mark.
Pero él permaneció a mi lado.
— Pues no seré yo el que se encargue de ustedes— dijo al llevarme lejos de ellos.
Cuando fuimos al baño, me limpie y mire al espejo mientras el agua corría en el lavabo.
Mark esperaba afuera, con el ceño fruncido, pensaba hasta que yo salí al fin.
—¿Puedes decirme qué pasó? ,¿Por qué no hiciste nada? .
— Por qué...
—¿"Por qué"?,...¿Estás bien?
Pose mi cuerpo en la pared y luego musite palabras que no logre interpretar, cuando apenas salieron de mi boca.
— Pues el vacío llegará a uno y pronto cesará con todo. En cuestión...no habrá más dolor.
— No comprendo—dijo Mark.
Lo miré indiferente, me fui lejos mientras él quedó en la intriga.
Al llegar a mi casa fui al comedor, donde solo me senté en el sillón y permanecí así hasta que vino Ellias.
Intentó entablar una charla conmigo pero en vez de eso sintió algo diferente en mi.
Callado, sostuvo mi mano con ternura.
Yo le regresé el gesto con una sonrisa que me costó mucho lograr.
Al instante en que desapareció mi sonrisa él se paró rápido como si se asustará.
—¿Sasha? ...¿Por qué estás fría?
No conseguía alcanzar a escucharlo, solo podía ver como de sus labios pronunciaban palabras , eso era lo único que podía interpretar.
—Sasha...
Pero de repente pude ver a Janice aparecer enfrente mío, mirando fijo, ella seguía igual como siempre. Pero su piel era azul claro. Sin embargo, ella no fue la única en aparecer, Steve y Albert estaban a mis contados.
Ellias seguía diciéndome algo, pero él notó pronto lo que pasaba.
Empezó a verlos, su primera reacción fue gritar.
Cuando lo hizo, mi madre corrió asustada hacia la sala. Para su sorpresa ella también los veía.
—Mamá...¿Quiénes son ellos?
— No lo sé,...¡Sasha apártate!
—¿Por qué madre, por que lo haría? . Ellos son nuestra familia.
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Editado: 20.09.2022