—Soy cobarde Néstor —le aclaró Lorena.
—Quita esa cobardía que hay en ti y vístete de gallardía recuerda que necesitas trabajar —le recordó Néstor.
—Lo pensaré, talvez... No sé... Podría cambiar de idea, quisiera un cambio de trabajo —le comenté Lorena.
—Piénsalo Lorena, piensa en los beneficio que tendrás —le dijo Néstor. Después de un rato se acercó Julia.
—Hola ¿Y ustedes cómo están? —preguntó Julia sonriente.
—Bien Julia conversando un poco con Lorena ¿Y tú? —preguntó Néstor mostrando sus dientes.
—Muy bien —le respondió Julia sentándose lentamente.
—Estamos hablando aquí sobre este lugar, quiero cambiarme de trabajo —le comentó Lorena a Julia arqueando las cejas.
—¿Y de qué es? —le preguntó Julia a Lorena con curiosidad.
—Julia no vas a entender y cambiando de tema cuéntame ¿Qué fue lo que sucedió en el sector de tu supervisor? —le preguntó a Julia curiosamente.
—Es que la supervisora de la planta 5 y el de mi área no se llevan bien —le respondió mirando fijamente a Lorena.
—Al parecer tuvieron un tipo de romance —prosiguió Julia conversando.
—Si esto continúan van a tener problemas en esta empresa, podrían ser despedidos, creo que deben de mantener la compostura aquí adentro y resolver sus problemas afuera.
—Ufff que problema —comentó Néstor a carcajadas.
—Problemas de faldas, que sinvergüenzas estos jefes. Julia y Lorena se rieron a carcajadas. Lorena miró su reloj y vio que la hora de receso se estaba terminando.
—Oigan ¿Qué dicen si salimos a una fiesta de ga-ga? —preguntó Julia de repente.
—A mí me da miedo Julia pero ¿Tú supuestamente no crees en brujas, fantasmas y cosas similares? —le preguntó Lorena sorprendida.
— Yo creo en lo que veo ¿Qué hay de malo en ir a una fiesta de brujería? Deja el miedo Lorena—comentó Julia.
—Sabes que eso no me agrada —respondió Lorena con un tono rápido.
—Yo iré Julia si Lorena no quiere ir que no vaya, no insistas —le contestó Néstor a Julia. Él estaba decidido en asistir ya que era una costumbre dentro de su familia para él no era nada nuevo.
—De acuerdo Néstor, me retiro voy a continuar mi labor —le respondió parándose de la silla para partir.
—Hasta luego Julia — le dijo Néstor a Julia. Luego Lorena y Néstor se retiraron.
En esa misma noche Néstor sintió curiosidad acerca del almacén cuando pudo terminar su trabajo en la noche decidió volver al lugar. De repente se topó con Marcos, ambos chocaron de frente.
—Disculpa Marcos, iba muy deprisa —se disculpó de Marcos con su mano derecha en su frente por el impacto de ambos.
—No, yo fui el torpe, no miré hacia ningún lado ¿A dónde vas tan de deprisa? —preguntó Marcos con curiosidad.
—Voy a ver si encuentro algo en el almacén —le respondió Néstor dudoso.
—Si quieres te acompaño voy justo para allá a buscar hojas — le dijo Marcos con sus dos manos en la cintura.
—Está bien, no hay problemas —le contestó Néstor doblando la mirada de Marcos, se encogió de hombros y respiró.
Ambos prosiguieron a caminar, Néstor ocultó su verdadero interés hacia el almacén. Mientras tanto conversaban un poco acerca de ellos.
—Dime Néstor cuéntame de ti — le comentó a Néstor sonriendo ligeramente.
—¿De mí? Bueno... Mi vida va normal hasta el momento como siempre —le respondió Néstor hablando lentamente.
—¿Y las mujeres? ¿No piensas volver a casarte? —le preguntó Marcos con una mirada suspicaz.
—Yo soy un hombre viejo, nadie querrá casarse conmigo —le contestó Néstor mirando a Marcos.
—No digas eso podrías encontrar a alguien en el futuro —le aseguró Marcos tocando el hombre izquierdo de Néstor con sus manos. Néstor se echó a reír, no podría creerlo.
—¿Marcos haz visto cosas extrañas por aquí? —le preguntó Néstor tocándose la barbilla con sus dedos de la mano su derecha.
—¿A qué te refieres? ¿Paranormal...? ¿Horror...? ¿Misterio...? —preguntó Marcos observando a Néstor de reojo.
—Sí, todo eso —afirmó Néstor con un gesto con la cabeza.
—Se podría decir que sí —respondió Marcos rápidamente.
—Suceden cosas extrañas como ni te imaginas, pero yo ignoro ver una cosa u otra —prosiguió Marcos seriamente.
—Lo sé Marcos, lo sé, espero no poder ver nada hoy —dijo Néstor agobiado.
Entrando al almacén en pocos segundos sintieron como si se estuviera derrumbado el lugar pero todo se veía normal. Marcos y Néstor se extrañaron al ver todo en orden y escuchar los sonidos que provenían del lugar.
—Néstor no te asustes es normal lo que ocurre aquí —aseguró Marcos con un tono serio.
—Me imagino que lo haz escuchado muchas veces, ya estarás acostumbrado —comentó Néstor con mucha seguridad.
—Sí, continuemos a lo que vinimos —afirmó Marcos.
—Presiento que esto se va a poner feo —comentó Néstor mirando a ambos lados.
—Vamos avancemos lo más que podamos, si quieres podemos juntos buscar lo que vinimos a buscar —dijo Marcos.
Todo anduvo muy bien hasta que cuando salieron del almacén subiendo las escaleras Néstor vio que pasó una mujer con una cadena. Néstor ignoró ese hecho. Cuando subieron ambos y en el momento que doblaron en una esquina de frente vieron una mujer con una cadena. Ambos se quedaron perplejos y se quedaron parados.
—¿Néstor estás viendo lo mismo que yo? —preguntó Marcos parado.
—Sí, eso creo. Una mujer con una cadena —afirmó Néstor estudiando a la mujer.
—Sí, eso mismo veo —confirmó Marcos mirando fijamente a la mujer.
Debajo de ella salía un ligero humo, se veía un brillo que no era muy normal, la imagen resplandeciente como si tuviera una luz propia. Néstor y Marcos se quedaron inmóvil ante aquel suceso.