Tal parece que la comida de hoy tampoco tiene sabor.
Sin duda alguna la comida que hacia tu madre era mejor, de hecho, ella bien podría estar esperándote con un buen plato, tal y como te gustan, no le molestara que la visites de vez en cuando.
Últimamente has estado buscando un buen lugar para comer.
Has visitados desde restaurantes en la calle como en centros comerciales.
Todo te sabe a lo mismo, soledad.
Podrías hacerte un hueco en tu horario, tu sabes, visitar a mamá por algunas semanas, has trabajado tan duro que seguro tu jefe te lo permitirá, o si no por esa razón, puedes inventarte cualquier otra, tienes toda su confianza, pero, los adultos no escapan de la realdad, ¿o sí?
Has venido a esta gran ciudad en busca de cumplir tus sueños.
Primero fue la universidad y luego el trabajo.
Estudiaste duro, muy duro, dejando atrás familia y amigos, así conseguiste ese puesto que tanta gente añoraba, pero... ¿sabes qué? Sigues solo.
No tienes amigos, todos eran tus enemigos desde el principio.
¿Tu jefe? Te desechara tan pronto como comiences a fallarle, te trata bien solo por conveniencia.
Últimamente has tenido varias parejas, lo sé, ha sido duro.
Ellas te buscaban solo por el dinero, pero ¿Qué dinero? Si ni siquiera te alcanza para encontrar un buen lugar para comer, todo sabe amargo, te sabe a pura soledad.
Mira, allí hay un restaurante que no has probado, ve y mira a que sabe la soledad allí y recuerda, bienvenido a la capital.