Ahora todos tienen la razón

En un año que no importa debido a los sucesos aquí descritos, en un mes que importa menos por las mismas razones, el gobierno de la potencia mundial predominante aprobó como medida conciliadora el uso de un aparato bifurcado de las líneas temporales.

Los viajes en el tiempo desde hace mucho habían sido descartados, pues, resulta imposible regresar sin causar algún tipo de paradoja o algún daño en las líneas del tiempo, sin embargo, como cualquier gran hallazgo, mientras se investigaba el uso de una mega estructura laser capaz de torcer el espacio y el tiempo, se descubrió que el presente era maleable según las decisiones que se tomen en él, haciendo que el futuro no sea más que una ilusión o más bien, el resultado de la ecuación, que se convertiría en el nuevo presente.

A pesar de que este descubrimiento no era algo nuevo, sí que lo era la tecnología necesaria para poder llevar a la práctica estas teorías, por lo que el escándalo que llevaba siglos en vigencia se intensifico de tal forma que no quedo ánimo conciliador en ninguna de las naciones del mundo.

El asunto se complicó aún más cuando el gobierno de la potencia mundial entro en conflicto civil por razones más triviales y, haciendo gala del poder concedido por su posición global, decidió implementar esta tecnología como arma disuasoria disfrazada de aparato conciliador.

Los científicos estaban seguros de que esta era una idea estúpida e hicieron todo lo posible por detener la ridícula ley que los obligaba a investigar y aplicar esta tecnología por "el bien de la humanidad" y muchos fueron encerrados por su negativa a participar. Claro está, nunca falto investigador, pues, solo era necesario tentar a jóvenes que ansiaban estos puestos a toda costa, cosa que abunda mucho en cualquier época de la existencia de la civilización.

Cuando por fin estuvo lista la maquinaria, tanto la población en general, como los gobiernos al mando estaban de acuerdo en probar sus teorías mediante bifurcaciones en las líneas del tiempo.

El debate más candente que se encontraba vigente era sobre el uso de las armas.

Después de crear dos proyectos de ley, uno a favor y otro en contra, se procedió a dividir el tiempo, con ambos bandos riéndose el uno del otro, convencidos de tener la razón y satisfechos de saber que se iba a demostrar esto al tener libre pase para aplicar sus teorías sin oposición.

La bifurcación fue un éxito, y actualmente existen dos líneas del tiempo, en cada cual la posibilidad de la prohibición de armas como su permiso están vigentes.

Sin embargo, no se creó ningún método para comunicarnos con la otra línea, así que no tenemos idea de cómo hubiese sido el mundo si se hubiesen prohibido las armas.