En vez de ir directamente a la cafetería, nos quedamos en mi casa. Me sentía más segura y calmada en el lugar al que yo denominaba mi refugio. Se notaba en la cara de Sara que estaba preocupada ya que no había hablado nada en todo el camino de regreso y de ser sincera me sentía en las nubes.
-¿Se puede saber que te dijo esa señora que te dejo así?
-Me dijo un montón de cosas un poco raras. –le explique lo que la señora me había dicho.
-Qué mal –a mi amiga se le escuchaba la voz apagada.
Le expresé mi preocupación teniendo en cuenta los últimos acontecimientos.
-¡Wow amiga! esto es como de película.
-Pero de terror –dije para complementar lo que ella había dicho.
-Sí.
-Pero yo no quiero serlo, no sé qué hacer, quisiera salirme de todo esto y hacer como si no pasara nada pero la realidad es otra.
Me sentía un poco abrumada por la situacion.
-Cada uno tiene su destino, otros son más duros y oscuros que otros.
-Puñetero destino –dije.
-Si el destino es una mierda muy fea y mal oliente, pero que se le hace, ahora, hay que prepararnos para afrontar lo que se nos viene.
-Sí.
El celular de Sara sonó, ella de mala gana lo saco y miro.
-Es Daniel –dijo y después contesto.
Sara que dedo hablando por celular en la sala mientras yo caminada hacia la cocina. Saque una botella con agua de la nevera y comencé a beber cuando vi que Sara entro a la cocina.
-Amiga me tengo que ir, Daniel necesita mi ayuda.
-Vamos.
-No, tranquila. Tú quédate acá descansando, yo te llamo por si alguna cosa.
-Bueno.
Después de que Sara se fuera, entre a mi cuarto y me tire en la cama, el doctor me había dado dos días de incapacidad así que ese día no tenía que alistarme para salir en la noche. Coloque mi celular en la almohada que tenía al lado y me quede mirando el cielo raso por un momento, sabía que si lo miraba mucho entraba en mi fase filosófica, así que para evitarlo estire mis brazos y rodé la almohada y por consecuente el celular se me cayó debajo de la cama.
Me levante con un suspiro y me arrodille en el piso para buscar el celular, cuando vi que apareció en mi campo de visión lo que parecía ser una caja cerca del aparato, en ese momento recordé que debajo de la cama había un baúl que jamás había abierto, por lo que primero saque el baúl y después el celular. Para evitar que mi amado celular cayera de nuevo lo coloque en el centro la cama y me senté en el piso con el baúl en frente, recordaba que lo había sacado a escondida del ático de la casa de mis padres hacía ya unos años atrás.
El baúl era de madera y de tamaño mediano, tenía una cerradura y dos seguros, uno en cada esquina. Por cómo se veía podía decir que el baúl era muy antiguo, estaba un poco sucio y la pintura que en su tiempo tenía estaba toda desgastada, las cerraduras estaban medio oxidadas y quien sabe lo que tuviera adentro.
Ya con el baúl afuera y con la curiosidad a grandes niveles, decidí abrirla. Mire con detenimiento donde se colocaba la llave para abrirlo y al comprobar que no necesitaba llave, me emocione.
Me costó un poco abrirlo ya que no tenía grasa en las bisagras desde sabe Dios cuando y estaban un poco pegadas por así decirlo, cuando la abrí de un todo, vi envueltos en bolsas herméticas varios documentos un poco deteriorados y amarillentos, además de un montón de polvo.
Decidí sacarlos con cuidado, una de las hojas que saque tenía el nombre de los rads en su título, eso me lleno más de curiosidad ya que al parecer los papeles podrían tener información valiosa, las hojas que tenía en mis manos al parecer tenían muchos años, se notaba en su apariencia y textura. Entre tantos documentos al final había una especie de libreta o diario, y bueno no puedo negar que me picaban las manos para leerlo y fue lo primero que hice.
5 de Marzo 1820
Estos días ha sido muy extraño, cosas raras están pasando en el pueblo, son cosas inexplicables. Muchas personas están pensando que hay monstruos al alrededor del pueblo y que planean invadirnos. Sé que suena loco pero hay bases para poder decir eso, son hechos aterradores. En estos días se han encontrado a personas en un estado tal, que ha causado muchos estragos en el pueblo, las personas han pensado en no salir, y no los culpo yo tampoco saldría sobre todo cuando los cuerpos de las víctimas son encontrados en su estado completo, no les falta ningún miembro del cuerpo, pero lo aterrador es como les queda la piel a simple vista, a todos los que se han encontrado siempre tienen la misma característica, piel extremadamente arrugada, como la de un anciano pero más espeluznante.
Me empecé a preguntar del por qué en realidad no lo había leído antes. La letra de la persona que había escrito era un poco difícil de entender, pero sabía que en esos años la escritura no es que fuera muy importante que se diga. Tal vez la persona que había escrito eso, probablemente hubiera sido algún tipo de familiar. Pase a la siguiente página.
9 de Marzo 1820
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Editado: 22.11.2020