Capítulo 10

Espere a que terminara la jornada de la tarde y junto a Daniel y Sara nos fuimos hacia la bodega para la reunión, cuando llegamos al lugar, todas las personas que hacían parte la organización estaban en la zona de entrenamiento. Era el lugar más grande de la bodega y donde se podían hacer ese tipo de reuniones.

Sentí todas las miradas sobre mí cuando entre y eso me hizo sentir un poco incomoda. Subí a la mitad de las escaleras que unían un piso con el otro para que todos me pudieran ver y oír. 

-Sé que todos saben lo que paso en la mansión del señor Jeremy Santos en Cartagena, sé además, que para ustedes es una sorpresa lo que paso, no los culpo, a mí también me cogió por sorpresa lo sucedido. Se preguntaran como he logrado matar a uno de esos seres con una sola bala –muchos asintieron-. Les contare lo más importante, hace un tiempo encontré un libro, y en ese libro había cierta información de los Rads que aproveche y quería ponerlo en práctica para saber si era verdad o no lo que hay se decía, como podrán ver ha funcionado, el material que utilice fue mercurio.

Comenzó un murmullo por lo que acababa de decir, si dejaba que eso continuara como iba, no podría controlar después la bulla, así que alce la mano para que hicieran silencio.

-Sé que cuando salimos a cumplir nuestro deber, salimos en grandes grupos de cinco a seis personas para poder matar a solo un rad, pero ahora con este método podremos dividirnos más y hacer grupos más pequeños y poder esparcirnos más en la ciudad.

Muchas personas quedaron asombradas mientras que otras comenzaban a murmurar.

-De ahora en adelante comenzaremos a cambiar las municiones pero eso llevara su tiempo, mientras tanto debemos seguir con los planes que tenemos para esta luna llena.

Un joven al que reconocí como Santiago levanto la mano.

-¿El señor Castañeda está de acuerdo a que esperemos hasta después de la luna para que nos den las nuevas municiones no cree que sería menor que nos la dieran antes?

-Todavía no nos hemos podido comunicar con el señor Castañeda para tocar el tema de las municiones, pero como estoy segura que lo ocurrido en la mansión de Jeremy Santos  fue algo impresionante y jamás visto, sé que este tipo de noticia se esparce rápido, él ya debe de estar enterado de lo ocurrido.

-¿Y que han descubierto sobre lo que les paso a la familia Sandoval? Pregunto otro.

-Lamentamos decirles que todavía no nos han pasado un informe específico sobre lo ocurrido, es por esa razón por la cual el señor Castañeda ha viajado.

-La luna llena es en una semana y media y eso todos lo saben –intervino Daniel-. Tenemos que ser más cuidadosos y reforzar la seguridad por lo que paso, hace poco hemos obtenido información de que se están reuniendo para atacarnos.

-Cuando tengamos más información sobre lo sucedido y sobre las municiones con mercurio les avisaremos, gracias por venir –finalice.

Todos asintieron y comprendieron que eso era todo lo que se tenía para decir. Sara, Daniel, Jared y yo subimos hasta mi oficina temporal y nos sentamos.

-Tenemos que redoblar la seguridad de este lugar –dije-. Acá témenos la información que ellos necesitan.

-No solo la seguridad de este lugar sino la tuya también –dijo Daniel.

Cerré los ojos y apoye la cabeza en las manos.

-Yo por ahora me puedo cuidar.

-¡Estás loca! –Intervino Sara-. ¡Acaso no has escuchado lo que dijo el tipo ese! ¡Te quieren a ti y te puedo asegurar que no es para darte flores!

-Lo sé, lo sé, pero yo ya tengo preparada munición para mí, tengo lo suficiente en mi casa para defenderme mientras se comienza a preparar el resto.

-¿Y si se te aparecen diez o veinte de ellos?, ¡por más municiones y toda la preparación del mundo que tengas no vas a poder contra todos ellos!, ¡por Dios ellos tienen súper poderes o algo así! –dijo Sara frustrada.

Suspire.

-¿Y que proponen?

-Me voy a tu casa, quiero hacerte compañía por si alguna cosa rara pasa.

Al principio trate de oponerme pero sabía cómo era Sara así que deje de intentarlo y acepte.

-Gracias amiga, eres la mejor.

-Ya me comunique con el señor Castañeda, dice que va a tratar de venir lo más rápido posible –intervino Jared.

-Gracias Jared.

-Voy a reorganizar las guardias de todos los guardianes y pondré otros a que vigilen su casa señorita Castañeda –dijo Jared mirándome.

-Gracias Jared pero por ahora creo que es mejor que protejas más estas instalaciones de la organización que a mí, lo de mis guardias lo hablamos después,  no creo que sea necesario tener más guardias para mí por ahora, voy a estar con Sara y Daniel.

El joven asintió y salió de la sala. Mire a mis dos mejores amigos y me sentí muy afortunada de tenerlos.

-Gracias por todo lo que han hecho.

-Somos tus amigos y tu familia, somos como hermanos y siempre contaras con nosotros, sea cual sea la situación –dijo Daniel.