Capítulo 3

Divididos 

 Después de esa noche de la masacre , ningún ciudadano se atrevía a caminar por sus calles, el lugar había quedado desolado . Los rumores sobre la masacre, se iban expandiendo por el resto de la ciudad pero nadie sabía verdaderamente lo que había sucedido. Tal fue su fama, que fueron llegando guerreros de otros reinos para intentar descubrir que había causado tal masacre, o quién la causo.

En la zona Sur , a las afueras de una pequeña cabaña , se encontraba aquella joven que horas antes estaba al borde de la muerte. Su cuerpo yacía sobre la única cama que poseía el estrecho lugar, estaba vendada desde el abdomen hasta el pecho y en algunas zonas de sus brazos y piernas.

En algún momento de aquella fatal noche , entre el dolor y la confusión, había logrado observar por vagos segundos la presencia de aquel ser extraño, mas su rostro era un enigma que resolver.

Entre las lagunas de su mente, logro reunir la fuerza suficiente para recuperar la conciencia. Sus ojos examinaban todo lo que su alcance de visión le permitía, con verdadera curiosidad e interés. Intento levantarse pero su cuerpo se lo negó por la falta de energía. Había sufrido un gran colapso de energía y ahora necesitaba recuperarla, mientras que iba sanando lentamente .

El sonido de la puerta siento abierta, lleno la habitación que hasta entonces había permanecido en silencio. Su instinto había actuado al percibir una presencia extraña y tal y como antes lo hacía, con dificultad se arrastró hasta quedar echa una bolita en el extremo de la cama. Ese sentimiento de miedo había regresado a ella temiendo que fueran ellos otra vez.

Aquella criatura de aura extraña , ingreso a la habitación, sin apartar sus ojos de la figura de aquella muchacha , que tampoco le perdía de vista . Hace unas horas atrás habría terminado de vendar todo su cuerpo y no pudiendo cancelar su compromiso, tuvo la necesidad de ausentarse una hora.

El resplandor del sol al entrar por la puerta había sido tan fuerte que sin poder evitarlo, aquella joven cerro sus ojos, mientras, que sus manos habían procedido a intentar disminuir el pequeño dolor, cubriendo sus parpados con rapidez.

Estaba muy nerviosa por todas esas sensaciones experimentadas , todo era nuevo e intenso. Era demasiado para ella, demasiado para tan poco tiempo. El extraño, analizando sus reacciones con detenimiento , cerro la puerta, dejando de nuevo la habitación en penumbras.

Cuando escucho el sonido de la puerta siendo cerrada, la presión en su cabeza desapareció, dejando solo calma. Sus manos se retiraron lentamente de sus parpados, para volver a observar aquella figura que no dejaba de detallarla tal como ella lo hacía

A pesar de estar sumida entre las penumbras, su visión no era como la de todos, esta estaba mucho mas desarrollada, pudiendo observar entre la más espesa oscuridad.

Analizó con detenimiento la figura de aquel hombre, mientras que este depositaba en una cómoda, un objeto envuelto entre sedas de color negro . Pero sin lugar a dudas, lo que atrajo su total atención fue su voz. Clara y precisa, sin lugar a réplicas

- espero que este dispuesta a satisfacer mis dudas ,porque no querrá volver a estar a un paso de la muerte

Mientras que hablaba , retiro de sus manos un par de guantes negros para depositarlo junto a aquel objeto. A pesar de que la chica no le había respondido , el prosiguió con sus preguntas, intentando encontrar información de valor alguno.

- qué criatura es y como es que puede ocultar su olor fingiendo ser una humana

Pero ella solo podía permanecer en silencio incapaz de responder a sus preguntas por más que quisiera. Acto que lo enojo comenzando a acercársele con pasos fuertes.

Antes de que pudiera ponerse en alerta , la puerta se abrió sin previo aviso, alertándolos de otra presencia. Como anteriormente, tuvo que esconder sus ojos detrás de sus parpados, huyendo de la luz del sol que se filtraba. a través de esta.

- señor tenemos imprevistos y hay que moverse ahora

La voz de una chica se escuchó, alertándolo por la urgencia con la que sonaba. Sin perder tiempo este rápidamente recogió sus pertenencias. Le indico a aquella joven que organizara a los otros para salir en unos minutos

- si quiere seguir con vida haga lo que le diga

Sus palabras eran filosas llenas de advertencia. Ella, aun sin saber si podría confiar en aquella persona que le había salvado la vida, tomo la decisión de hacerlo, ya que tenía el presentimiento que, sin el ,ellos la encontrarían.

Le saco del pequeño armario , un vestido de color crema con diseños sencillos que le daban un toque juvenil. La ayudo a colocárselo con extrema rapidez junto a un par de zapatos.

Cuando ya hubo terminado sin perder tiempo, la tomo de la mano para guiarla a la salida con rapidez. Pero al abrir la puerta no contó con su reacción.

La luz del sol al incidir sobre la pálida piel de la chica , su calor fue tanto que empezó a causarle quemaduras de tercer grado, ella sin poder soportar más el dolor, retrocedió rápidamente a la seguridad en la oscuridad. Todas sus manos estaban quemadas, pudiendo ver la carne debajo de su piel. A pesar del dolor nunca pronunció ningún sonido que indicara dolor.

Él al ver como reacciono , se quedó confuso por unos segundos en donde solo pensó rápidamente en una solución, ya que tenían el tiempo en su contra. Se quitó su capa negra para ponérsela y esta le cubrió perfectamente toda la piel expuesta. Pero en ese momento recordó otro problema, sus ojos. Estos parecían no poder soportar el brillo de la luz solar. Saco un pañuelo de uno de sus bolsillos y sin preguntarle, le puso esta, cubriendo sus ojos que permanecían cerrados.

- sin importar lo que pase, no sueltes mi mano

La tomo de la mano para indicarle el camino hacia el exterior. Una vez que salieron, ahora su piel estaba protegida, al igual que sus ojos de la luz.