Impulsos
Para cuando el sol comenzaba a esconderse entre las montañas, ellos habrían recorrido kilómetros de distancia desde aquel pueblo. Aquella chica de procedencia misteriosa, que se escondía bajo una capa negra , los seguía por instinto de supervivencia sin saber si lo que hacía la salvaría o condenaría. Durante varios momentos de su viaje, tuvieron que hacer pausas, ya que , ella aún seguía herida y sus fuerzas se agotaban rápido.
Cuando luego de varios minutos , la oscuridad tiño el cielo, dándole la bienvenida al mundo nocturno. Solo entonces, ella sintió verdadera libertad al retirarse la venda de sus ojos, pudiendo volver a tener una vista de la belleza de la noche. Sus ojos, de color café, examinaban detalladamente todo a su alrededor, tratando de retener el momento en su mente.
Aquel hombre de apariencia sombría, detallaba cada uno de sus movimientos y reacciones. Su acompañante la miraba con desconfianza al no poseer ninguna información suya que les sirviera de utilidad.
Inesperadamente, su rostro se transformó en dolor, mientras que su brazo derecho apretaba su abdomen justo donde estaba vendada de la herida de aquel cuchillo. Sentía como algo le estuviera devorando en su interior sus órganos, alterando su cuerpo.
En cuanto volvió la mirada hacia ellos , sus ojos ya no eran cafés, sino que volvieron a tomar ese color rojo que caracterizaba a aquella abominación que fue creada. Ellos por instinto se pusieron en posición defensiva en caso de que hiciera algún movimiento peligroso.
Pero a diferencia de aquella vez, sus ojos no transmitían esa sed de sangre , estos tenían un brillo de súplica. Sus colmillos no demoraron en aparecer, mientras que sus uñas se extendían como garras clavándose en su abdomen ,sin importarle que la herida volviera a sangrar. Solo estaba desesperada por qué el dolor se detuviera sin importar que tuviera que hacer.
Sin que nadie se lo esperase , rompió las vendas de la herida, y adentro su mano en esta , tratando de llegar a aquello que la lastimaba. Mientras que ella estaba ocupada en tratar de encontrar la fuente de su dolor, sin importar cuanto más estaría dañando sus órganos. Ellos con un asentimiento la fueron rodeando , lentamente, para no llamar su atención, ya que parecía estar fuera de sí, parecía una animal actuando por instinto, sin razón alguna.
Cuando la rodearon, , la chica por detrás se apresuró a apresarle sus manos, impidiéndole que siguiera lastimándose. Ella, en cuanto sintió como interrumpían su hazaña, se puso violenta tratando de liberarse con movimientos torpes y sin fuerzas .
_tenemos que hacerla entrar en razón o no sabremos qué será capaz de hacer - dijo aquella chica que imponía su fuerza tratando de inmovilizarla por completo.
Él, sin dejar de ver esos ojos rojos, llenos de agonía, se fue acercando con pasos firmes. Analizo su estado, su respiración lenta, mientras que su corazón latía sin descanso ni piedad. Sus pupilas dilatadas, mientras que notaba como sus manos temblaban de ansiedad. Sus labios resecos, mientras que sus colmillos eran incapaz de mantenerse en el interior de su boca.
Él, sin más reparo , saco de su saco , un frasco rojo con sangre que de inmediato llamo la atención de la muchacha , tranquilizándola por leves minutos para después este ser su nuevo objetivo.
Abrió el frasco para después darle de beber toda la sangre. Por segundos pensaron que funciono, ya que se había quedado inmóvil, pero solo fueron segundos para que después su desesperación por más de aquel líquido aumentara.
Sus ansías por más sangre eran demasiadas , ahora mantenerla en control le era más difícil a aquella chica. Sin prevenirlo, ella se soltó alejándose de ellos y poniéndose defensiva. Sus ojos estaban en alerta a cualquier otro movimiento de su parte.
Ellos trataban no de hacer ningún movimiento brusco que la asustara
_jefe creo que deberíamos acabar con ella , está siendo dominada por sus instintos y este ciclo no acabara nunca
Ella no recibió respuesta, ya que el tenía toda su atención puesta en ella , en cada movimiento, buscando alguna solución que no fuera asesinarla.
_no es ella a la que buscamos, no vale la pen...
Y antes de terminar de hablar, aquella chica de ojos rojos, puso su total atención en ella, percibiéndola como un enemigo al que eliminar.
Sus labios formaron una sonrisa macabra , mientras que su cuerpo se había impulsado hacia ella.
Esta, reacciono rápido y sacando dos pares de cuchillas, se defendió del ataque de sus garras, impulsando su cuerpo nuevamente hacia atrás. Aquella chica se le estaba acabando la poca paciencia con ella.
En el momento que la volvió a atacar, enterró una de sus cuchillas en sus costillas, deteniéndola al momento. Sus ojos rojos, más calmados por el shock, se movieron hasta ver el arma que era retirada de su cuerpo, mientras que al igual que por la herida, de su boca salía sangre oscura . Dio dos pasos hacia atrás hasta que sin más fuerzas callo al piso con una de sus manos en su boca tratando de frenar la sangre.
Sin embarco, sus sentidos estaban tan débiles e distraídos , que no pudo defenderse del otro ataque. La otra de las cuchillas iba en camino para acabar con su miserable vida , siendo esta detenida por aquel hombre al que llamaban jefe.
_qué mierda crees que estás haciendo Flavia
Su voz puso nerviosa a Flavia, que se había dejado llevar por sus ganas de matar, viendo ahora el error que había cometido.
Había desobedecido las órdenes de su jefe.
Delante de ella estaba él , con una mano sujetando el filo de la cuchilla, sin importarle que esta le estuviera hiriendo, y con su sangre era bañada aquella arma. Sus ojos oscuros estaban fijos en ella, decepcionado por su manera impulsiva de actuar.
_ perdón... yo solo.. me dejé llevar
Flavia, sin poder seguir con esa batalla de miradas, agacho la suya huyendo de la de él. Era demasiado potente y se sentía decepcionada de si misma. Tanto entrenamiento y se había dejado llevar en la primera oportunidad.