_ ¡Sorpresa!_ Grito Quinn con energía.
Eucalion hizo una mueca al ver la pila de cajas que Quinn dejo caer a sus pies, la miro y no pudo evitar sonreírle, la joven tenía ese efecto en todos los del clan, quizás nadie nunca podría decirle que no cuando te miraba con esa sonrisa llena de vida y alegría. Miro sobre su hombro a Klaus y Wesh que también sostenían pilas de cajas en sus brazos y por la puerta se asomaba la rubia cabeza de Imma balanceando cajas para no dejarlas caer en el suelo.
_ ¿Otra vez?_ Pregunto Eucalion a Quinn.
Ella asintió.
_ ¿Por qué lo hacen?
En ese momento Gunther y Kurt entraron por la puerta estrepitosamente y cayeron al suelo derramando el contenido de las cajas que cargaban. Ropa y comida no perecedera se derramo por todo el piso de madera.
_ Lo siento._ Dijo Kurt con mirada de cachorro._ Fue un accidente.
Eucalion negó desaprobatoriamente pero la sonrisa en sus ojos no le permitía mentir. Apreciaba demasiado las locuras de Gunther y Kurt, eran dos jóvenes con demasiada energía y ningún día podía ser aburrido con ellos cerca.
_ ¿Qué ha sido esta vez?_ Pregunto a Quinn.
_ Han traído ropa, comida y también algunos implementos médicos._ Quinn tomo las cajas que Wesh sostenía, las coloco en el suelo y las abrió._ Y libros.
_ ¿Por qué hacen esto?_ Desde su llegada a aquella región las personas del pueblo subían cada dos o tres meses a la montaña y les dejaban grandes cantidades de suministros. Eucalion simplemente no lo comprendía._ No comprendo que intentan con esto.
_ Quizás solo quieren ser amables._ Comento Wesh.
_ O quieren matarnos._ Todos miraron a Gunther con sorpresa._ ¿Qué? Puede que quieran ganarse nuestra confianza para luego apuñalarnos por la espalda.
_ Gunther, tu paranoia me preocupa cada día más._ Afirmo Imma con gesto de preocupación.
Gunther se encogió de hombros y volvió su atención a una bolsa de frutos secos, la abrió y se llenó la boca con trozos de manzana y pasas. Eucalion lo miro aún más sorprendido, el chico tenía la capacidad de soltar conjeturas aterradoras y luego continuar como si nada sucediera dejando a todos los demás con una sensación de preocupación.
_ No creo que quieran matarnos._ Aseguro Quinn a Eucalion._ ¿Qué motivo podrían tener? Bajamos al pueblo en muy pocas ocasiones, nos movemos en los límites del bosque y no molestamos a nadie. Solo quieren ser amables.
Eucalion suspiro profundamente, tendría que bajar al pueblo a aclarar aquella situación con la maestra de la escuela y el Sheriff. Necesitaba saber cuáles eran las razones que los motivaban a hacer esas cosas por ellos.
_ ¡Eucalion!_ Zein entro corriendo con la frente cubierta de sudor y con la respiración acelerada._ Esas cosas…
Eucalion se levantó de golpe._ ¿Qué tratas de decir Zein? ¿Qué sucede?
_ Estaba entrenando en el bosque cuando escuche unos gritos, esas criaturas están atacando a una chica en los límites con el pueblo.
La mirada de Eucalion fue a sus chicos._ Kurt, Gunther y Klaus vienen conmigo y Zein por el bosque. Quinn lleva a las chicas al límite con el pueblo y asegúrate…
_ Lo tengo, Eucalion.
***
El rugido de un gran Lobo se escuchó por todo el bosque y su eco se extendió hasta el pueblo donde los pueblerinos interrumpieron sus quehaceres para prestar atención al sonido peculiar de animales que jamás habían habitado en sus bosques. El Sheriff se asomó a la puerta de la comisaria y miro hacia el bosque en la dirección donde se ubicaba el campamento de Eucalion, luego escucho los aullidos.
***
Los Gurkis flanquearon a las tres criaturas, gruñían y los acorralaban paso a paso dándole tiempo a Quinn y a Wesh para que levantaran a la chica y la sacaran de ahí de inmediato. Una de las criaturas percibió el movimiento de Wesh y se lanzó sobre ella pero Kurt se movió más rápido y lo tacleo contra un árbol.
Los ojos rojo escarlata del que parecía ser el líder se fijó con rabia sobre Eucalion y se lanzó contra él prendiéndose del lomo del gran lobo, pero los años de experiencia del gran líder Gurki le ponía en ventaja en fuerza e inteligencia, con un movimiento calculado de su cabeza tomo a la criatura por una pierna y se la arranco de los lomos tirándolo al suelo y presionando su pecho con sus dos patas delanteras. Sus miradas se fijaron y lo que Eucalion miro dentro de sus pupilas lo desconcertó completamente.