capitulo 22

Samuel comenzaba a irritarse con cada segundo que pasaba, ninguna explicación era suficiente para justificar el hecho de que Metatron había alcanzado su cometido, que les llevaba ventaja y que los miserables Hijos de Anac seguían huyendo con su piedra, con el poder que juraba le pertenecía solo a él.

_ He perdido la paciencia._ Dijo Samuel con apatía.

El ángel se estremeció de miedo, comenzaba a creer que haberse aliado con aquel grupo de frívolos demonios le causaría la muerte. Ya no podía regresar al cielo, la Fuente le había abandonado, los Arcángeles no estaban para protegerlo. Sintió como el frio recorría su espina dorsal al tiempo que Lilith deslizaba un dedo por su cuerpo, la mujer lo asechaba con su mirada hambrienta y malévola.

_ Aun puedo manipular a los Hijos de Anac._ Dijo en su defensa.

Lilith rio._ Esos niños ya no confiaran en ti, han crecido mucho y sus poderes también. Además, hasta hoy no has conseguido acercarte a ninguno de ellos ¿Por qué?

El ángel miro con desafío a la mal intencionada mujer, le enfurecía que tuviera razón. La última vez que vio a Kayden sintió un gran poder cerniéndose sobre él, luego huyeron y ya no consiguió rastrearlos. Los había buscado por dos años sin ningún éxito.

_ Metatron._ Murmuro el ángel.

_ Claro._ Dijo Lilith._ El magnífico Metatron jamás dejaría a sus hermosos niños a la merced de los demonios. Es demasiado precavido para cometer tal error.

Agra reía al ver el fastidio en la cara de Samuel, estaba imaginando las mil maneras en las que el rey de los demonios jugaría con aquel ángel inútil que solo daba escusas pero jamás resultados que fueran de su agrado.

_ ¿Qué piensas hacer, Raziel?_ Samuel lo miraba fijamente con sus ojos negros como la oscuridad de su propia alma._ ¿Cómo conseguirás para mí la piedra? Dime porque no debo matarte ahora mismo.

De pronto Raziel sintió el poder en sus manos._ Porque si me matas ahora jamás sabrás cual de esos chiquillos tiene el poder para acabar contigo.

En ese momento el rostro de Samuel cambio a una expresión de sorpresa._ ¿De qué hablas?

_ Comienza a hablar._ Exigió Agra._ de lo contrario cortare tu garganta.

_ Ninguno de ustedes pondrá un dedo sobre mí, de lo contrario jamás sabrás cuál de los Hijos de Anac tiene el poder de un Arcángel, y la fuerza para destruir a Samuel.

_ ¡Mientes!_ Grito Samuel poniéndose de pie._ Soy inmortal.

_ Pero eso no te libra del poder de la Fuente.

Lilith y Agra comenzaron a reír sin control.

_ No soy una creación de la Fuente para depender de su poder.

_ No, no lo eres, pero eso no evita que este elegido tenga el poder para enviarte una, y otra vez a una muerte de cien años. Cada vez que revivieras este glorioso hijo de Arcángel acabaría con tus planes con un solo movimiento de su mano y mientras tanto Metatron gobernaría en la tierra a su antojo.

De pronto un odio nuevo comenzó a florecer en Samuel, estaba cansado de todos aquellos juegos que atentaban siempre con su vida y sus planes, todo habían comenzado el día en que Metatron se atravesó en su camino. Odiaba a aquel Arcángel y a todos aquellos que eran fruto de la divinidad de la Fuente. Algún día la alcanzaría y acabaría con ella y todas sus malditas creaciones.

_ Lo encontrare y lo matare.

_ No es necesario._ Dijo Raziel con satisfacción._ Creció creyendo que la gran serpiente del mal es el mismísimo Metatron. Es gracias a mí que el Cazador de Serpientes, el gran y magnifico hijo del cielo confía en que su misión es acabar con la vida del gran ángel caído.

_ Me sorprendes, Raziel._ Dijo en tono burlón Agra._ Eso fue un movimiento inteligente.

_ Eres muy malvado._ Agrego Lilith sonriendo._ Metatron tuvo que hacerte algo muy terrible para que lo odies tanto.

_ No te imaginas.

Samuel cerro una de sus manos en un puño insertándose las uñas en la palma y haciéndose sangrar._ Pero al final del día quiero la cabeza de Metatron y la de ese Cazador de serpientes en mis manos. Quiero la sangre de todos esos bastardos corriendo como ríos a mis pies.