El amor de hijos

Después de esas emotiva escena y conversación, cada uno por su lado se prepara para la última noche junto a sus padres, al estar solos en palacio para la cena todos deciden ir a la cocina, cómo pueden preparan algo, todos algo apagados, al faltar pocos minutos, los padres se empiezan a despedir de los hijos. Al dar la media noche, un destello cegó a los diez.

- ¿Que paso? Seguimos en palacio.

- ¿Y los niños?

Los dos buscan por todo palacio a sus hijos, el sol está por salir y los ocho siguen sin aparecer, ni uno de los dos entendía lo que pasaba, estaban vivos pero los chicos había desaparecieron incluso Annika. Los dos van derrotados al salón del trono, los retratos de los ocho cuelgan en las paredes. Parada en el centro Laufey, Jord , Freggay un hombre que nunca habían visto esperando a los Dioses.

- Madre ¿Qué hace aquí?

- Si, no es buen momento, estamos buscando a los muchachos.

- No busquen más ellos no están aquí.

- ¿En dónde están?

- No lo sé, no me dijeron.

- Explícate por favor, Madre.

- Mejor aún, véanlo por ustedes mismo — usa su magia, ven como retrocede hasta llegar a la habitación blanca—

. . .

En un abrir y cerrar de ojos llegan los ocho aquella habitación donde años atrás Loki y Thor pusieron a salvó a sus hijos, los pilares ahora estaban restaurados, era de los nuevos brotes del Yggrasil, eran fuertes, sanos e incluso se veían poderoso, en medio de la habitación la famosa salida secreta, en ella estaban tres mujeres, en orden de importancia Laufey, Fregga, Jord. Las tres reciben con los brazos abiertos a cada uno de ellos. En el momento que Laufey besa a Annika, la pequeña las ve con desconfianza sus ojos no brillan, pero cambian de color.

Los gemelos ya habían hablado con Laufey, ella a su vez habló con las otras diosas, el semblante de Laufey cambia por completo cuando Fenrir aclara la garganta.

- No vamos a hablar con Hela, no el trato será directo con ellas, y con Tiempo.

- ¿Tiempo?

- Así es, digamos que Tiempo nos debe — Fregga señala a las tres —_Un favor a cada una de nosotras, así que se lo vamos a cobrar.

- Así es, pero no podemos sola, esto necesita un sacrificio.

- ¿De qué clase? — intrigada Magni—

- Deben sacrificar su divinidad, su inmortalidad, así como memoria, serán separados.

- ¿Por qué?

- Para que no recuerden quienes son, ni sus poderes como Dioses.

- ¿Con eso aseguran que ellos vivirán? – dice Paris-

- Así es.

- ¿Se acordarán de nosotros? – suelta Loki-

- Totalmente, solo ustedes no los recordarán, serán huérfanos en Midgard.

- Otra cosa, ni Thor ni Loki deben buscarlos. Pero al morir ustedes regresarán a aquí más bien irán a Valhala.

- Somos ocho ¿Todos debemos hacer el sacrificio? – siendo Tristán quien habla-

- No, solo seis, ya que dos de ustedes deben quedarse para ser sucesores. - París sujeta fuerte las manos a Tristán y Lisandro—

_Por eso no hay problema ya dimos las coronas a sus dueños legítimos.

- A Magne en Asgard– dice Sophie-

_Y a Býleistr en Jötunheim- aclara Magni-

- Pensaron en todo.

_Eso creemos.

_En ese caso los ochos harán el sacrificio.

- Si vamos a hacer quiero solicitar algo más.

_¿Más? ¿No te parece suficiente lo que ya estamos haciendo?

_Por favor déjennos a todos juntos o mínimo los gemelos juntos, los trillizos, Magni y Annika, yo puedo vivir en soledad, pero a ellos por favor déjenlos juntos a los trillizos, a los gemelos — pone las manos en los hombros de Magni— _Sé que tú podrás hacerte cargo de Annika.

- Desde luego que sí, yo la cuidare bien. – la pequeña se acurruca en su hermana comprendiendo todo lo ahí dicho-

- No, yo quiero a mis papás conmigo.

- ¿Ella no se puede quedar con ellos?

- Si por favor, que ella esté con ellos.

- Piden mucho, Magne, Annika ¿Desean, estar todos juntos?

- Eso sería lo ideal, sí. - suelta Lisandro-

- No se pude, decidan como se van a quedar, les vamos a dejar de dos en dos.

- Las tres juntas, los tres juntos y nosotros dos ¿No?

- Mmm… no, no me convence.

- ¿Entonces?

- Podemos, Loki- París, Tristan- Fenrir, Lisandro- Sophie, Magni- Annika-

_Abuelas, señor tiempo, nuestros padres merecen ser felices, al igual que mis hermanos, sé que no soy suficiente pero mi vida por todo lo que pido.

_-Magni toma la mano de Sophie- _ Y la mía, ellos deben ser felices.

Las diosas les dan la espalda dando privacidad, los ocho siguen en fuerte disputa para haber cómo se van a ir, siendo que ninguno se va a acordar del otro, ellos sabrán que son hermanos entre sí, pero olvidarán a los otros. Todos tenían un alboroto, hasta que Sophie levantó las manos mando callar a todos. Thor y Loki van con ellos para escuchar mejor.