Los Inmortales Y El Reino Angelical

Capítulo 11. Conexión.

 

La inmortal de las flores es una mujer demasiado hermosa y envidiada por esta característica en el reino celestial, siempre a sido muy fría ante los ojos de los demás, solo se muestra frágil y vulnerable ante la presencia de su diosa, sabe que ante su diosa ella solo es un objeto sin valor y sobre todo el poder que ella le otorgo ante su creación es más que agradecida.

Sobre todo tiene presente que la única esencia que jamás a podido obtener ni por un segundo es la esencia que percato en la humana, sobre todo desde que la su mirada se cruzó con la humana ella sintió algo tan familiar que aún no sabe que es lo que pueda ser, pero al percibir la esencia de su flor más sagrada esta temió por la vida de su diosa, sobre todo porque ella se aisló del mundo celestial hace más de quinientos años.

-Ya me siento mejor – Comenta Iris al llegar a la cúpula del ángel sanador, aunque ella misma no sabe describir el ardor que sintió dentro de ella – Quizás es porque no este acostumbrada a estos lugares.

-En absoluto que eso no es – Indica el ángel sanador mientras la inmortal de las flores observa a iris – Tu cuerpo es más compatible con este mundo celestial que en el de los humanos, tienes que tener en cuenta que ya no llevas el sello que te hace vivir como humana, podrás aparentar una belleza similar a la de los humanos pero tu vida no es humana.

-Pudieron describir quien fue el que le dio estos sellos – Pregunta la inmortal – Aun tiene el sello que la asimila a una humana – Aun está más que asombrada con la humana – Desde que la vi observe que no es humana sobre todo porque un humano no es tan hermoso.

-Es claro que no hemos descubierto todo relacionado con la humana, pero tengo más claro el protegerla – Le indica el ángel sanador – Se lo debo – El ángel mira con suplica a la inmortal que en este momento obtuvo su respuesta a la procedencia de la chica, no sabe que sentir o que decir, solo esta asombrada – No puedo permitir que nadie toque su encarnación.

-Porque me debe protegerme – Indica iris con tanta confusión que ni ella misma se puede entender en este momento – No me debe nada al contrario yo le debería a usted, desde que lo conocí es el que mejor me a tratado.

-En este lugar nadie te tratara bien si no eres un dios o un inmortal de alto rango – Indica la inmortal de las flores – O al menos que tengas una belleza que encante a los demás – La mira con cautela porque sabe que ella tiene algo mas – Es peculiar tu nombre quien te lo dio.

La pregunta de la inmortal de las flores eras más que clara, tenía tantas cosas que descifrar ante la presencia de esta niña, porque para ella lo es, necesita ver su esencia, la inmortal puede explorar la esencia de la humana pero sería mejor hacerlo en su lugar conocido, de esta manera evitara que esta sea expuesta al peligro.

-Mi madre me lo dio cuando nací – Indica iris más recuperada – Siempre le han gustado las flores, sobre todo los Iris.

-En este mundo tu nombre pertenece al reino floral – Indica la inmortal – No pretendo iniciar una pelea por tu nombre solo que a nosotros nos los pone nuestra creadora, pero por algún motivo el nombre para los humanos no tiene significado como para nosotros los seres celestiales – Aun no puede creer la inmortal de las flores que ella es familiar – Me encantaría contarte más acerca de este mundo, sobre todo son demasiados estrictos en algunos reinos, es bueno que sepas comportarte.

-Eso podría abrirle demasiados caminos a Iris – El ángel sanador – Lo que te paso hace un momento es algo extraño, quizás el ser que te otorgo el sello que aún prevalece está tratando de fortalecerlo.

-Pero porque quería fortalecerlo si ante todo el tener una joya es delito – Indica Iris preocupada – Quizás no quiere ser juzgada por otros seres, si es que sus reglas son muy exigentes.

-Nuestras normas son las justas – los dos seres celestiales e iris observan a al ser supremo que está en la cúpula del ángel, sobre todo iris que no tiene idea quien es – Tenia tantas ganas por conocerla que tuve que venir antes de que me invitaran.

Escucha la hermosa voz de esta mujer piensa iris es como si ella la hipnotizara con solo hablar, es tan hermosa como si ella cantara, sus ojos parecen un dorado brillante y su pelo negro resalta su blanca y brillante piel, casi parecen del mismo color la piel de iris y la de la mujer que está enfrente, no sabe quién es pero tanto su apariencia como su vestimenta parecen irreales.

-Un placer que estés aquí – La inmortal de las flores y el ángel celestial hacen reverencia – Diosa de la sabiduría tenía mucho que no sentía tu hermosa presencia.

La diosa ignora por completo a estos seres celestiales, solo se enfoca en la humana, sobre todo desde la visión que obtuvo de una vieja amiga, que le suplico que la ayudara a que su esencia sea desvanecida y solo prevalezca la insípida esencia de una humana, sobre todo la esencia de la joya es la que confunde con su misma esencia, es por eso que muchos no logran descifrar a que reino pertenece.

-Es un encanto ver tu verdadera esencia – Indica la diosa – Ustedes no la percatan pero pueden notar algo en particular, sobre todo usted inmortal de las flores y no por el hecho de que su esencia sea la de la joya si no porque se le hace familiar – Mira a la humana – Me gustaría que vinieras conmigo a mi reino, te brindare todo lo que necesitas.

-No puede irse sin antes ver que daño tiene – Indica el ángel sanador – Sobre todo estoy analizando su sangre obtuve unos cuantos tubos de su propia voluntad y los puse junto – El sanador detuvo su habla al ver que los tubos de sangre y los de veneno parecían casi igual – Pero que paso en este lugar, como pudo ser eso, jamás mis ojos en estos milenios y milenios de vida habían observado dicho poder.




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