El Mensaje a Pérgamo

Pérgamo era una ciudad que se ubicaba en el Asia menor (Actualmente se le conoce como Bérgamo) estaba a unos 70 km al norte de Esmirna y a 160 km de Éfeso. Esta ciudad es considerada la más importante de Misia, la cual se encuentra en el Asia menor.

Su nombre quiere decir “Completamente Casada”, de aquí nace la palabra monógamo (Casado una vez) y bígamo (Casado dos veces). La palabra en si se deriva del antiguo vocablo indoeuropeo que significa “Lugar alto”, que es una clara referencia de su ubicación, ya que los griegos establecieron su acrópolis sobre el amplio y elevado Valle del rio Caicos en donde Filetereo (General de Alejandro Magno) traslado su fortuna que consistía en 9,000 talentos de oro lo que impulsó la prosperidad de la ciudad lo que permitió la fundación de la dinastía atálida; fue en el Valle del Ríos Caicos en donde se libró la batalla de los diáconos de Alejandro Magno (Batalla de Corupedio). 
La historia nos cuenta que en un bando se encontraba el general Lisimaco de Tracia y en el otro Seleuco, los cuales ya eran de edad avanzada, pero aun así libraron un duelo en donde murió Lisimaco de Tracia, y de esta forma se estableció la capital del reino atálida que tuvo a Átalo I Sóter como su primer rey a manos de Seleuco. 
Esta región ya se encontraba habita en el siglo VIII a.C. La cual estaba fortificada de manera natural por su altura, que le daba una gran ventaja en las guerras y llego a independizarse, lo que le permitió ser una ciudad muy prospera en el año 283-133 a.C. Por la audacia de sus gobernantes quienes impulsaron la creación de grandes edificaciones y monumentos con la intención de rivalizar a ciudades como Atenas y Alejandría. 
Al final del reinado de Átalo III, este dejo establecido en su testamento algo muy inusual para toda su población, ya que en el testamento el rey le otorgaba la soberanía de la región al imperio romano que en aquel entonces ya era un aliado potente pero ambicioso al mismo tiempo, sin duda alguna fue una sorpresa para todos incluyendo a Aristónico (Posible candidato al trono) quien era un bastardo del gran Eumenes II cuando supo lo que el testamento contenía, pero aún así se autoproclamo rey de Pérgamo con el nombre de Eumenes III, de inmediato se revelo ante tal acontecimiento en donde reunió a una gran parte de la población, pero cuando Roma se enteró de dicha rebelión rápidamente la sofocaron con la ayuda de otras ciudades que estaban a favor de que Roma tomara la ciudad en vez de otro reinado atálida. Cuando Roma se estableció en Pérgamo, la prosperidad de la ciudad fue grande a tal punto que llego a tener aproximadamente 300,000 habitantes.

Pérgamo también era famosa por la creación, utilización y comercialización del pergamino, un material hecho de cuero, que lo hacía más resistente que el papiro fabricado en Egipto que en aquel entonces se usaba más, utilizado para inscripciones por medio de la escritura a tal punto que le dio origen a una de las bibliotecas más grandes del mundo (Biblioteca de Pérgamo), poseyendo 200,000 volúmenes, compitiendo con la biblioteca de Alejandría. 
Pero en el siglo I a.C. Tras el incendio en Alejandría, Marco Antonio le llevo de regalo varios volúmenes en pergamino a Cleopatra, que posteriormente los perdería. De hecho, en la Biblia nos muestra como el Apóstol Pablo usaba el pergamino para la escritura de cartas y para llevar las enseñanzas a otras regiones;

Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos. 
2 Timoteo 4:13 (BLS)

La ciudad también fue famosa por convertirse en la primer provincia romana en el Asia menor luego del ultimo reinado atálida. Roma lleno las calles de Pérgamo con su poderío militar que le permitió gobernar en paz. 
El arte no se hizo esperar en una ciudad que se embellecía por todos lado, para ello realizaron grandes construcciones, como, el templo de Esculapio (Deidad terapéutica representada por una serpiente que ocasiona animadversión entre los cristianos), el templo a Dionisio ( dios de la fertilidad al cual se le rendía culto a través de toda clase de depravación sexual), el templo al dios Asquepio (dios de las sanidades y milagros), el templo de Artemisa y el templo de Zeus, que además de mostrar el gran arte helenístico, mostraba la enorme idolatría y paganismo que había en la ciudad, o sea que Pérgamo respiraba rebelión pura contra Dios, pero no solo había esta clase de aberraciones, sino que la ciudad se convirtió en un semillero de magia, ocultismo y hechicería, tomando en cuenta que los promotores de la magia babilónica fueron expulsados de esa región (Babilonia-Irak, cuna de las religiones falsas) y en el año 133 d.C. El rey Atalo III con ayuda de estos líderes religiosos falsos, se autoproclamo “sumo pontífice”, creyendo ser el puente entre el hombre y los dioses estableciendo conexiones por medio del ocultismo. Y para empeorar las cosas en la ciudad en donde se encontraba la iglesia, los pobladores empezaron a levantar altares en honor al Cesar (Emperador de Roma), lo que dio inicio al culto hacia los hombres por medio de la edificación de templos.

Pero en medio del caos espiritual que había en la ciudad, el Señor le habla de esta manera a la iglesia en Pérgamo; 
Escribe al ángel de la iglesia de Pérgamo:

"Yo tengo la espada delgada y de doble filo". Escucha lo que te voy a decir: Yo sé que tú vives en la ciudad donde Satanás tiene su trono, pero también sé que, a pesar de eso, sigues confiando en mí. En esa ciudad mataron a Antipas, quien siempre me sirvió con fidelidad, ¡y ni siquiera entonces dejaste de confiar en mí! 
Sin embargo, hay algo que no me gusta de ti, y es que no has rechazado a los que siguen el mal ejemplo de Balaam. Él le aconsejó a Balac que hiciera pecar a los israelitas, y además los animó a adorar a dioses falsos y a comer de lo que se les había ofrecido. Tampoco has rechazado a los que siguen las enseñanzas de los nicolaítas. 
Por eso, vuelve a obedecerme, porque si no lo haces, vendré pronto y, con el poder de mi palabra, te castigaré a ti, a los nicolaítas y a sus seguidores. Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el Espíritu de Dios les dice a las iglesias. 
A los que triunfen sobre las dificultades y sigan confiando en mí, les daré a comer del maná escondido y les entregaré una piedra blanca. Sobre esa piedra está escrito un nuevo nombre, que nadie conoce. Solamente lo conocerán los que reciban la piedra.’” 
Apocalipsis 2: 12-17 (BLS)