La persecución de cristianos en la ciudad de Pérgamo se intensifico al momento que se nombraba a Domiciano como emperador de Roma. El odio era muy grande hacia la iglesia, como si fueran a aplastar la rebelión de un grupo rebelde, se martirizaba en ocasiones por diversión o por darle el gusto a ciertos líderes religiosos paganos, a tal punto que martirizaron a un hombre fiel al testimonio de nuestro Señor Jesucristo;
En esa ciudad mataron a Antipas, quien siempre me sirvió con fidelidad, ¡y ni siquiera entonces dejaste de confiar en mí!
Apocalipsis 2:13 (BLS)
Aquí el Señor resalta un nombre, y es el de Antipas “el testigo fiel” (según la traducción RV1960), una característica que le pertenece a Jesús (Apo 3:14) pero el por amor a aquellos que no le niegan, los nombra de esta forma, no cabe duda que es una enorme recompensa.
De este hombre se sabe muy poco, pero se encuentra entre los mártires de la historia cristiana. Su nombre significa: “semejanza al padre”, lo cual nos da la idea de un trasfondo espiritual ya que la característica que el Señor le reconoce a la iglesia, es su “fidelidad” por medio de este personaje, algo que era muy complicado de tener en aquel tiempo considerando la brutalidad con la cual se martirizaba a los creyentes por el imperio romano y los religiosos de Pérgamo.
Se dice que Antipas fue el obispo de la iglesia en Pérgamo, designado por el Apóstol Juan quien era su contemporáneo durante el reinado del emperador Domiciano, al cual también se le rendía culto en la ciudad.
Pero si nos enfocamos en la religiosidad que prevalecía en Pérgamo, la historia nos cuenta que los sacerdotes de los dioses paganos que se encontraban en el templo de Zeus y el tempo de Esculapio tenía una forma muy peculiar de matar, según ellos, a los demonios o aquellos que los invocaban; lo hacían colocando a la persona o entidad, dentro de un toro de bronce de tamaño natural, el cual tenía un gran agujero en donde colocaban a la persona y luego debajo del mismo se encendía una hoguera, y se cree que de esta forma fue martirizado Antipas quien jamás negó su fe en el Señor Jesucristo según las escrituras, a pesar de la persecución que se desato en la ciudad de parte de los religiosos paganos y grandes políticos bajo las ordenes de Domiciano.
Sin duda alguna, el Señor sabe recompensar a sus siervos fieles, resaltándolos por su fe, obras y luchas constantes (no para exaltar al hombre, sino a Dios por medio de los hechos), ya que si nos damos cuenta el nombre de Antipas solo lo encontramos una vez en el libro del Apocalipsis, esto nos indica que la fidelidad de este personaje fue genuina como para dar su vida de esta forma por la fe en Jesucristo. Para todos nosotros esto debe ser uno de los muchos ejemplos de perseverancia en el evangelio al igual que el de los profetas en el Antiguo Pacto, ya que actualmente es lo que la iglesia más necesita; reconociendo que esto conlleva paciencia, tolerancia, perseverancia, fidelidad y entrega total a la obra de Dios, lo cual pelea con la comodidad espiritual que por naturaleza tenemos, pero con el apoyo del Señor por medio de su Espíritu Santo, “se puede vencer”.