El amor y la misericordia de Dios son aspectos que nos resalta todo el antiguo y nuevo testamento, con el surgimiento de la nación de Israel podemos observar como la personalidad de Dios se manifiesta a cada instante cuando su pueblo le obedecía, lo que obviamente alegraba a su corazón ver como su pacto se establecía no solo en las piedras, sino en el corazón de los que le temen. La forma en la que Dios sostuvo a su pueblo hasta hoy día nos muestra a un Dios generoso, bondadoso, amoroso, compasivo, misericordioso, etc. Esta fue la gran dicha que tuvo la nación de Israel, al ser el pueblo escogido de Dios, pero ellos también tuvieron que lidiar con el otro lado de la personalidad de Dios que la mayoría no soporto, y fue la santidad, la firmeza, la justicia, la rectitud y sobre todo su ira, no porque fuera imposible, sino que ellos mismos tomaron la decisión de alejarse de Él y arriesgarse a experimentar lo que es caer en las manos de Dios a causa de la desobediencia;
Pues conocemos al que dijo: Yo tomaré venganza. Yo les pagaré lo que se merecen. También dijo: El SEÑOR juzgará a su propio pueblo. ¡Es algo aterrador caer en manos del Dios vivo!
Hebreos 10:30-31 NTV
A lo largo del antiguo testamento Dios demostró una y otra vez que Él es bueno y misericordioso pero que nada ni nadie haría que el revocara su palabra en la cual que sobre todas las cosas Él es Santo y por lo tanto demanda santidad de su pueblo. Por la desobediencia y la injustica de la nación de Israel, es que Dios empezó a levantar a los profetas para hacerles ver sus errores y advertirles que ninguno de estos pasara por alto su juicio. Como ya todos sabemos, Dios cumplió cada promesa y también cada advertencia que le hizo a su pueblo, para ello nos respalda la Biblia.
La santidad que Dios demando a su pueblo, es la misma que demanda en la actualidad de su iglesia para que esta no experimente lo que experimento la nación de Israel por su desobediencia en la antigüedad. A pesar de que hoy día el don de profecía a través del Espíritu Santo ha sido tan manchado por la vanidad y la concupiscencia de muchos en la congregación, Dios jamás ha dejado a su pueblo sin advertencia a cerca de los errores que este ha cometido moral y doctrinalmente, porque se tienen millones de Biblia en distintas traducciones y, por si fuera poco, la tenemos en la palma de la mano por medio de un móvil. La iglesia a sus inicios tampoco quedo desamparada en lo que a las escrituras respecta, ya que las cartas del apóstol Pablo y de las de los copistas de ese tiempo nos confirman que la iglesia si conocía la sana doctrina, para ello, una advertencia clave fue la que el apóstol Juan le envió a la iglesia en Sandis por revelación del Señor Jesucristo;
Vuelve a lo que escuchaste y creíste al principio, y retenlo con firmeza. Arrepiéntete y regresa a mí. Si no despiertas, vendré a ti de repente, cuando menos lo esperes, como lo hace un ladrón.
Apocalipsis 3:3 NTV
Si hay una advertencia que debe ser atendida inmediatamente, es esta y por muchas razones, ya que en ella se marca una bendición o una sentencia eterna. Jesús durante su ministerio en la tierra enfatizo mucho en que a pesar de que debía morir por los pecados de la humanidad, resucitar e ir al cielo y sentarse a la diestra de Dios para cumplir lo dicho por los profetas, llegaría el día en que Él volvería para llevarse a los suyos;
Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy.
Juan 14:3 NTV
Es imposible negar lo que está a punto de ocurrir entre el pueblo Dios, porque, así como la iglesia en Sardis hay muchos que ya han sido borrados del libro de la vida por las enseñanzas perversas que han seguido y no se han dado cuenta. Es inimaginable la gran sorpresa que se llevaran algunos cuando el Señor cumpla su promesa de volver por su pueblo y ellos no estén entre los escogidos. Por esta razón es que Jesús lo comparo como la llegada de un ladrón, no porque Jesús sea un ladrón, sino por la sorpresa que se llevaran los que no se prepararon para recibirle;
Más tarde, cuando regresaron las otras cinco damas de honor, se quedaron afuera, y llamaron: “¡Señor, Señor! ¡Ábrenos la puerta!”. Pero él les respondió: “Créanme, ¡no las conozco!”. ¡Así que ustedes también deben estar alerta! Porque no saben el día ni la hora de mi regreso.
Mateo 25:11-13 NTV
Pero a pesar de que no somos merecedores de una segunda oportunidad, es cuando Dios llega y nos dice que si nos dará una más para que padezcamos en el día de su ira y como paso número uno, llama al arrepentimiento y quebrantamiento por la falsa doctrina que se ha seguido, y posterior a eso, es necesario que el creyente despierte en un momento tan decisivo como este y disponga su corazón a escuchar y seguir las enseñanzas básicas de la verdadera fe en Cristo Jesús de manera que el creyente se afirme una vez más en la verdad: Vuelve a lo que escuchaste y creíste al principio, y retenlo con firmeza (Apo 3.3 NTV).
Como hemos visto y aprendido, Dios se deleita en la misericordia, pero también es fuego consumidor porque Él no puede obviar su palabra y su santidad ante todos (Hebreos 12:2).
Manténganse siempre alerta. Y oren para que sean suficientemente fuertes para escapar de los horrores que vendrán y para presentarse delante del Hijo del Hombre.
Lucas 21:36 NTV