Los gritos del comandante de escuadrón llenan el lugar donde los soldados y estrategas dedican a entrenarse.
— ¡soldado Gutiérrez! El grito estridente del comandante hace que arrugue la frente. ¿Acaso todo lo tienen que hacer gritando tanto?
— ¡presente querido prof..comandante!
Me rio en el lugar donde estoy al ver los rostros de algunos soldados y generales. Esta mujer va hacer que la echen. El comandante decide ignorarla. No es mucho mejor, el silencio en este lugar siempre es peor que el alboroto.
—¿¡ Cual es su misión aquí !?. Su rostro está tan cerca del rostro de la soldado que me pregunto si no tendrá ya esta mujer la cara toda escupida. Asquito
— ¡Morir por la patria, mi comandante!
Detallo a la soldado Lorena, es una de las mejores soldados que he conocido, ha estado en muchísimas misiones importantes para la organización. Su atractivo físico le facilita mucha de aquellas misiones, no digo que no sea una buena soldado y solo una cara bonita, solo que su atractivo y su inteligencia le suman muchos puntos a la hora de enfrentarse en una misión. Es bastante divertida, y no lo digo por que la loca que está al frente del comandante sea mi mejor amiga.
— ¿Que hace ante el clan ruso? Los gritos siguen por parte del comandante.
Laura no piensa mucho la respuetsa y ya se cual será esta.
— ¡ Me los tiro, mi comandante!
Decido dejar de prestarles atención y centrarme en lo realmente importante.
La mesa de estrategias está ocupada por Gonzalo y Benjamín. Avanzo hasta ubicarme en una de las sillas. Me miran
— Necesitamos localizar desde ya, al socio de Marcos. Expongo y se que no todos estarán de acuerdo conmigo. El primero en hablar es Benjamín
— No puedes. No vamos a arriesgar la misión por un simple impulso. También será un simple impulso que se me salga un tiro justo en tu frente.
–No es solo un impulso, ese desgraciado está allá fuera jodiendolela vida a alguien más. Estoy comenzando a enojarme con este inepto que solo es un resentido.
— No podemos arriesgar la misión por un caso más. Explica tan calmado como sino estuviéramos hablando de un tipo enfermo que tiene un negocio a base de mujeres y niños ignorantes de todo tipo de maldad. Me levanto apoyando mis manos en la mesa mientras lo miro.
— ¡No hablamos de vacas, imbecil. Son gente que no tiene nada que ver en lo que vamos a hacer. Aver si te le pones en frente de un negro de dos metros y dejas que te viole, Idiota. Me largo de ahí rápidamente mientras escucho amenazas por parte de un inepto que no sabe hacer las cosas. Quise hacerlo por las buenas, es hora de hacerlo a mi manera. Llamo a Suárez. Unos sonidos de los más escandalosos y asquerosos se escuchan al otro lado de la línea.
— ¿Hola, Quien es? Este idiota.
— ¿ por qué será que siempre te llamo escucho tus porquerías? Él ríe.
— ¿para que me llamas entonces? Sucia.
— Necesito que movilices el equipo al punto. No doy muchos detalles, no me fío de nada. Él suspira.
— No preguntaré nada, será esta noche entonces.
— No se olvide dejar lo que te dejé en cada uno de los cuerpos. Le recuerdo.
— eso está hecho entonces. Colgamos la llamada y continuo con mi camino.
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Estoy justamente al frente de la gran ventana que tiene el apartamento en donde me estoy quedando. La vista es hermosa, se pueden observar las estrellas y sentir que están muy cerca. Sentir que es casi posible atrapar una. La brisa mueve mi cabello y dejo que lo haga aunque tape mi visión. Me encanta sentir la brisa incluso aunque sienta que me pueda tirar. Me encanta sentir la lluvia, el olor a tierra mojada, me tranquiliza. Estoy de pie mirando el cielo, con miles de pensamientos en la cabeza que no me dejan dormir. Me quedo ahí hasta después de dos horas cuando mis ojos comienzan a cerrarse y me voy a la cama.