Los ojos de Anaís

"¿Estás bien?" (Primera parte)

William había llegado hasta con su madre, pidiéndole que le auxiliara. 

-¡Mamá! ¡Ayúdame!- 

A su paso dejaba gotas de sangre, lo que hizo enojar a su madre. 

-¡Por Dios! ¿¡Que les he dicho sobre sus "juegos"¡? ¡Estas manchando demasiado el piso, yo no lo limpiaré!-

-No sé como detener la hemorragia mamá..... -

-Anda, ve con Ian, ¡Y deja de estar haciendo desastre! ¡Te encargarás de limpiar todo después!-

-Si mamá -
Y entre lágrimas salió de la habitación....
¿Crees que merece lo que le está pasando?

 

.........
 

William subía al segundo piso de la casa, buscaría a Ian quién era un buen médico y químico para remedio de todos sus males. 


Ian era el segundo hijo mayor, con 25 años de edad, su cabello era negro como la noche, sus ojos azules con un toque gris, era alto como su padre y siempre traía consigo sus lentes....

William, observó que la puerta de las gemelas estaba abierta de par en par, lo que lo hizo alarmarse
 

-¡Mamá me matará! Deje salir a las gemelas.....-
Se decía a si mismo entre dientes.

 

- ....🎶"Cierra los ojos, hasta que no la veas más....cuenta hasta tres y desaparecerá de seguro....asi te podra dejar en paz....cantando ésta nana...."🎶 -

Se podía escuchar cantar a medida que subían las escaleras. Era Steven, el sexto hijo de la familia, mayor que las gemelas por tan solo 4 años, por lo que tenía 11. Era rubio igual que William, sus ojos eran verdes y era del que más se burlaban en casa por su estatura, era algo pequeño a su edad, pero numero 1 en su clase. Y , al igual que William, era atractivo a los ojos de quien lo vieran, incluso alguien mayor a él, de 18 años, le declaraba su amor en cartas y versos.

Llegando al último escalón, William gritó su nombre frenéticamente.

-¡Steven, deja de cantar! ¿Dime, has visto a las gemelas?-

-Oh, si. De echo llevo algunos de mis jugetes, me invitaron a jugar al patio trasero.-

-¡Dios, que alivio!- (Suspira) -¡ No las pierdas de vista, Steven, me oyes, no las pierdas de vista! Mantenlas ocupadas en lo que me sana Ian....¡Y por nada del mundo permitas que mamá se entere que están afuera de su cuarto!-

-Si, si. Tranquilo, no se por que tanto escándalo. Además, no me parece correcto encerrarlas de esa manera sin poder jugar, no me parecen malas..... -

-¡No discutas lo que mamá hace! Si lo hace es por algo....anda, ve a jugar, que si te tardas Anaís te aventará lo primero que encuentre....-

William recordaba aquel momento, en el que Anaís arrojó el objeto contundente....salvando así la vida sin querer de Violeta.

Una gota de sangre cayendo por su frente lo despertó de su pensamiento.

-¡Oh, si! Hay que ir con el médico -

Decia mientras se dirigía a la puerta café, con un letrero colgando que decía ocupado.

"Toc, toc"

Tocó, dos veces. Nadie respondió por lo que se dispuso a entrar.

-¿Hola?-

Miro adentro, el cuarto estaba entre penumbras. Quería entrar mas a fondo, pero algo le impedía abrir la puerta completamente.

Empujaba una y otra vez la puerta hacia adentro hasta que algo cayó.

William quedo perplejo, lo que se había caído era un cuerpo sin vida....

-¡Hey! ¿Que haces en mi cuarto?-

William rápidamente cerro la puerta y volteó para darle la cara a su hermano.

-Bueno, quería ver si me podrías ayudar con esto...-
 

Apuntó a su pierna e hizo movimientos con su mano en la cabeza, eran obvias las heridas que mostraba, pero su rostro se había  contraído por el miedo y no por el dolor. 

-Oh, solo eso. Bien, vamos, entra a mi cuarto entonces.-

William se dejo guiar por la mano de Ian, que lo empujaba por la espalda para que entrara.....



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En el texto hay: misterio y drama, misterio y aventura

Editado: 09.04.2021

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