Los ojos de Anaís

"Yo no necesitaba ver "


- Entonces así quedó , Maydeline...-

- Así es, ¿pero que hacemos con Steven, Anaís y Violeta? -

- Hablé con Adam antes de que se fuera a su "casita" en el bosque. Ellos se quedarán con él a jugar.-

- Bien, solo queda esperar.....-

Tocaban a la puerta e inmediatamente fue Maydeline a abrirla.

- ¡Oh! Mucho gusto. Pase. Usted debe de ser el director que comentó mi hermano....-

-Aa....así es señorita. ¿Es usted la señora Parker?-

- ¡Pero como se atreve! No me veo tan vieja como ella....soy su hija-

Se escuchaba a alguien bajar por las escaleras. Era la señora Parker quien se había molestado por aquel comentario por parte de Maydeline.

-Hija...por favor ¿Nos podrías dejar solos al caballero y a mí?-

Maydeline solo se dirigió a ella sin decir mas.Parecía como si se comunicaran con las miradas. Luego se retiró.

- Disculpe a mi hija. Es un poco rara-

-No se preocupe señora....Y bien ¿Dónde estan las gemelas?-

-Ellas no están....han salido con su padre. El ha insistido en que no hace falta llevarlas tan lejos a una escuela cuando pueden estudiar en casa....-

-Ian, el muchacho, me llamó por teléfono. Dijo que las niñas no conviven mucho con personas de su edad. Es por eso otra razón por las que es necesario llevarlas a la escuela, para que aprendan a socializar con otros-

- Temo que no es necesario. A esas niñas no les hace falta convivir. Ellas son muy reservadas y les gusta el aislamiento....-
¿Realmente lo eran, o era su madre que las mantenía así?

- Entonces, sin la petición de su madre, temo que no puedo hacer nada, además de que no puedo verlas para aplicarles el test para su admisión-

Se escuchaba a alguien abrir la puerta del patio trasero, como las puertas en su mayoría eran de madera, rechinaba cuando la abrían.

- ¿Que fue eso?- 
Decía extrañado el director.

Poco a poco se podían oir unos pasos.
Era Anaís, quien venía por mas comida que le había pedido Adam.

- ¿Hola?-
Decía con un tono dulce.

- ¡Anaís! ¿¡Qué no te había dicho que te quedaras con Adam!?-
Contestaba furiosa su mamá.

- Tranquila señora Parker.....dime linda ¿Eres tu una de las pequeñas gemelas?-

-Así es señor....¿Quién es usted que ha echo molestar tanto a mi mami?-

- Mi nombre es Kevin, he venido porque su hermano Ian me lo ha pedido. El dice que son muy inteligentes....-

- ¡Ian! ¡De verdad! Entonces es usted el director de quien nos habló....en ese caso, si , soy Anaís,  y mi hermana Violeta es mi gemela...-

- Muy bien, ya que por el momento solo estas tu...¿Te importaría que te aplicara un examen?-

- No hace falta, mi hermana y yo ya preparamos todos los papeles. Hemos presentado los exámenes. Iré por ellos.

- ¡Vaya! Si que son inteligentes....Ian no mentía-

Kevin se quedó esperando mientras Anaís bajaba con los exámenes. La señora Parker lo miraba maníaticamente, queriendo que se retirara inmediatamente.
Se rompió el silencio, la señora Parker habló nuevamente.

- ¡Maydeline, hija! ¿Podrías traerle algo de beber al señor mientras espera?-

- ¡Si mama!-
Se escuchaba gritar a Maydeline desde la cocina.

Maydeline venía así a la sala con una charola. Encima de ella había tazas y todo tipo de bocadillos.

- Vamos, tome una taza de té mientras espera, señor-
Decía en tono dulce la señora Parker, pero algo en su mirada demostraba lo contrario.

- Gracias-
Respondía inocentemente Kevin sin saber lo que le pasaría.

Anaís encontró por fin los papeles que buscaba, bajando así las escaleras para dirigirse con Kevin, pero se detuvo a la mitad, donde ella pudo ver la muerte en su escencia.

A Kevin le comenzaba a salir espuma de la boca mientras que, con sus manos, tocaba su cuello para respirar.
Su cara comenzó a enrojecer, su vista se comenzaba a nublar. Solo a lo lejos podía ver a una niña parada en las escaleras, se veía asustada.

Kevin corrió hacia Anaís. El sabía que ya no podría hacer nada, que pronto moriría, solo no quería que la niña se asustara. No quería morir con ese recuerdo.

- Aaa....ana....Anaís. ¿Por que no vas a jugar linda? Vendré a verte mañana, hoy no me siento muy bien-

- Toma-
Anaís no le tendío los papeles, si no un muñeco

-El siempre me ayuda cuando estoy mal....- Respondía Anaís

Kevin con sus últimas energías pudo tomarlo. Se sentó junto a Anaís en las escaleras, abrazando el peluche,  donde murió de envenenamiento.

Anaís al ver que no se movía, solo comenzó a llorar.

- Perdóneme señor Kevin....mi peluche no lo pudo ayudar.-

Apoyó su cabeza al hombro de Kevin mientras lloraba. Ella en su inocencia no sabía que su madre lo había asesinado.

- Vaya,vaya ¿Hasta aquí pudo llegar? Con su edad calculaba a lo mucho que saldría fuera a pedir ayuda....-
Decía su madre mientras subía las escaleras para tomar el cuerpo.
Maydeline se había ido a dormir despúes de servir el té.

- Y en cuanto a ti Anaís....-
Su madre la tomó del cuello, Anaís para deshacerse de su agarre la mordió en el brazo.

Anaís corrió a la puerta, la abrío frenéticamente y desapareció entre el bosque.

La señora Parker furiosa, cerró todas las puertas de la casa con llave.

- Hoy dormirán afuera. Veremos si se los comen los monstruos....-

Y así , cuatro integrantes de la familia Parker, sabrían si realmente existe peligro en el bosque.....

 



#10548 en Thriller
#5937 en Misterio
#4235 en Suspenso

En el texto hay: misterio y drama, misterio y aventura

Editado: 09.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.