Los ojos también mienten #1

|•Capítulo 10•|

Cuando llegamos al cine nos paramos a ver las carteleras, Josh, Nicole y yo, en silencio, pero sabía que la película sería elegida por Joshua, pues él me lo había advertido en la mañana y a Alex parecía no importarle cual eligieran, naturalmente. Igual no pude evitar detenerme ante la imagen de una chica rubia que abrazaba un libro con portada color escarlata, y me quedé aún más prendada al leer el nombre de la película, la ladrona de libros.

—No te emociones— Llamó Josh mi atención parándose a mi lado con ambas cejas elevadas— Recuerda que yo elijo la película, y veremos esa obra de arte— Señaló en dirección a una de las carteleras iluminadas. 

—Josh, no— Se quejó Nicole haciendo un puchero con sus labios pintados de rosa, y sin poder evitarlo mis ojos la escanearon, llevaba un vestido blanco que sin duda la hacía parecer un ángel. Quizás para un chico— No podemos ver Guerra Mundial Z, me moriría allí adentro.

—El que quería venir al cine era yo— Aclaró Josh, de un momento a otro su tono de voz había cambiado, y no entendía la razón tratándose de Nicole Owens— Y si vamos a ver esa película Nicky. 

Ella soltó un suspiro resignada.

—¿No podrías pensarlo por un segundo?— Josh negó con la cabeza mientras ella volvió a mirarlo intentando verse tierna. 

—La película parece buena— Susurré encogiéndome de hombros.

Nicole me miró.

—Deberías apoyarme, no deberíamos ver esa carnicería, somos chicas. Solo mira, hay sangre por todas partes.

Me reí.

Creo que no existía nadie que amara tanto las películas de terror como yo.

—Josh, compra los boletos— Habló por primera vez desde que llegamos y con voz bastante autoritaria Alex, aún manteniendo distancia de nosotros y Josh obedeció inmediatamente yéndose a la hilera. Sin embargo, no contaba con que yo lo siguiera, pues no pretendía quedarme a solas con Alex y Nicole.

—¿Y tu que?— Preguntó cuando me vio detrás de él caminando por la alfombra roja entre los barrotes.

—No quería quedarme a solas con ellos dos— Confesé— Si quieres compro las palomitas mientras tu compras los boletos— Me ofrecí.

—Neh— Se negó— Mejor vamos juntos, así duramos más y nos ahorramos pasar tiempo con Nicole.

Sin poder controlarlo me reí mientras nos ubicábamos en la fila.

—¿Por qué dices eso? ¿No es tu amiga?— Josh me miró como si de mi boca se hubiera escapado la confesión de un crimen atroz. 

—Claro que no— Dijo al instante sin pensarlo— Es la novia de mi mejor amigo, pero eso no implica que sea mi amiga. Además, ¿Desde cuando alguien como yo se junta con alguien como ella?

—Que clasista— Bromeé.

—Seh... Tu no digas eso— Elevó una de sus cejas— ¿O te recuerdo lo que piensas de los deportistas?— Fruncí el ceño mientras avanzábamos en la fila.

—Que son unos idiotas, pero no lo pienso solo porque llevan su chaqueta verde y gris, es un estudio lentamente analizado y confirmado por sus acciones. No un invento— Me justifiqué— Además estamos hablando de ti, no de mí.

—Bueno, pues basado en mi lento y profundo análisis llegué a la conclusión de que Nicole Owens es una tóxica oportunista y manipuladora. Es por esa razón que no importa que sea la novia de mi mejor amigo, el hecho de saber eso me da derecho de odiarla, es por eso que lo hago y se lo demuestro firmemente en cada oportunidad que tengo— Culminó mirándome con ambas cejas oscuras elevadas.

—Creía que ellos habían terminado.

—Si... Yo también, no sé que hace aquí honestamente— La miró sobre su hombro, y en ese justo momento por fin llegamos al frente— Cuatro para Guerra Mundial Z.

El muchacho con uniforme negro atendió con rapidez a Josh, salimos de la fila para caminar hasta ellos, entregarle sus boletos y juntos ir hacia los puestos de comida, donde Josh pidió tres palomitas extra grandes y dos gaseosas de uva. 

—Hice apuesta de que te pagaría a ti, no a ella— Me susurró saliendo de la fila— Además creo que está a dieta.

Volví a reírme.

—Eres una persona peligrosa.

—Lo dices y no lo sabes— Bromeó y de un momento a otro sentí felicidad por la amistad que estaba creciendo entre nosotros.

Tal y como dijo Josh, Nicole pidió una coca-cola ligth y entonces caminamos en dirección a la sala, Alex siendo guiado por su novia, a la cual agarraba por el hombro. Entregamos nuestros boletos al chico vestido de negro parado en la puerta, y me sorprendió mucho verlo mostrar indiferencia ante la entrada de un ciego con lentes de sol a la función. 

Nos sentamos del lado derecho de la sala ante la gran pantalla, obviamente Alex siendo ayudado por su novia, que solo llevaba su coca-cola para flacas en la mano. Josh fue el primero en sentarse, luego estaba yo que lo seguía, a mi lado izquierdo estaba Alex seguido de su novia.

—No deberías comerte todo eso— Me dijo Nicole por encima de Alex cuando me llevaba el primer puñado de palomitas a la boca.

—Nicole, no todas las chicas se preocupan tanto por su figura como lo haces tú— Respondió Axel por mi y fruncí el ceño, sin saber si debía tomar eso como un halado o como un insulto. Cuando vi la sonrisa en los labios de Nicole lo supe.

—Tienes razón mi amor.

Rodé los ojos y dirigí mi vista a Josh quien miraba los avances fingiendo no haber escuchado nada mientras masticaba con una sonrisa divertida.

—Te dije que la odio— Fue todo lo que dijo sin siquiera mirarme.

Me obligué a soltar un suspiro y disfrutar de la película que acababa de comenzar en aquel preciso instante, no dejaría que ella me arruinara lo que se supone sería una salida de amigos con Josh. Mucho me había esforzado para ignorar el dolor que sentía en el estómago cada vez que la veía coger la mano de Axel para acariciarla con las suyas contra su cara, besar su mejilla con ternura o acariciar sus hombros por encima de la camiseta color negra que él llevaba. 




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