Pasaron seis meses desde que Ly comenzó su entrenamiento y ya había empezado a notar algunos cambios.
Para empezar, tanto él como Kharima empezaron a sentir su cuerpo cada vez más duro. Sus reflejos se habían agudizado y la Esencia de ambos se había manifestado en su totalidad. Además ya le seguían el paso a la pareja que los ayudaba en las prácticas, conocían todos sus patrones y podían anticiparse a varios de sus tiros sin mucho problema. Aun así, estaban lejos de superarlos.
Por otra parte, Temis pudo pasar seis lunas llenas a solas con el aprendiz (bueno, no tan a solas), apreció más personalmente que nunca una transformación en lycan, y para colmo tuvo el placer de adiestrar a uno. Ly se molestaba bastante cada vez que el Peleador alardeaba de eso y lo exhibía frente a los otros. Lo hacía sentir como un verdadero mono de feria.
Aunque no podía negar que, de cierta forma, demostraba que su raza no era tan salvaje como la gente creía. Y de verdad lo alegraba el hecho de no haber lastimado a nadie durante todo ese tiempo.
-Una vez aplicado, el entrenamiento no resulta ser tan difícil.- Decía Temis. –Sólo hay que dejarle al lycan bien claro quién manda. Basta con un pellizco en el cuello y una señal de dedos para que al poco tiempo siga cada instrucción. ¡Oh! Además de que no se le debe mirar a los ojos. Este debe tener bien claro…
-¡Que no es el centro de atención!- Se quejó Ly. -¡Lo sabemos, maestro Temis!
Pero el Peleador apuntó con dos dedos a los ojos del lycan y este se retuvo sin pestañear. Temis no pudo evitar reírse entre dientes. Ly se molestó.
-¡Muy bien, no se distraigan!- Intervino Reds de repente. –Tenemos mucho trabajo todavía, así que espero tener de ambos toda la disposición posible, ¿me oyeron?
-¡Sí, maestro!- Repitieron Kharima y Ly.
-De acuerdo, niño, espero que no vayas a perder tu racha.- Dice Casei de pronto, mientras levanta su guardia.
-¡No tienes que preguntar!- Exclamó el chico, que tras vendarse los ojos, se puso en guardia. En tanto Lucy y Kharima fueron rodeándolo lentamente.
-¡Muy bien, ya saben qué hacer!- Dijo Reds. -¡Comiencen!
Lucy y Casei se movilizan. Y Ly, los espera atento.
Sin dudar un instante la pareja descarga sus golpes, golpes que giran alrededor del lycan cual ruleta y ¡KRASH! retruenan por el bosque como tormentas.
Reds y Temis observan atentos cada movimiento de los peleadores.
En eso, a la rueda se une Kharima, quien irradiando del cuerpo una luz rosácea, embiste a Ly con un puñetazo demoledor. Mas este, logra reaccionar a tiempo y detiene el ataque con una mano. Pero retrocede. Retrocede arrastrado por la fuerza de su compañera.
-¡¡Psico-impulso!!- Exclama ella.
Y en tan sólo milésimas, el cuerpo de la chica salió disparado alrededor del lycan y ¡PRASH! ¡PRASH! ¡PRASH! le taclea una y otra vez. La defensa del muchacho flaquea, hasta que finalmente cede.
Y ¡Tum! un último golpe al vientre lanza a Ly contra los árboles, a la distancia. Pero antes de colisionar, ¡KRAW! Casei remata su espalda con un rodillazo y lo regresa al círculo.
-¡¡Es mío!!- Proclama Lucy, lista para atacar.
Pero entre que extendía su puño para el impacto, ¡¡Swatt!! el lycan se desvanece de un soplo y patea a la chica en la nuca. Lucy acaba en el suelo, arrastrándose a los pies de sus compañeros. Tras esto, Ly retoma su guardia, agregando a esta una hilera de puños contra el aire. Sus compañeros quedan asombrados.
Reds no puede evitar fruncir el ceño.
-¡Grrr…! ¡¡Psico-esfera!!- Dispara Kharima, lanzando de los dedos una radiante bola de luz.
Psico-esfera… Se dice Ly, percibiendo los movimientos de esta. ¿Es que no puede ser más cálida? Bien… sólo una cosa…
La esquiva de un salto mortal.
¡Deja de hacerla orbitar!
¡Maldición! Piensa Kharima. A ver qué te parece esto.
Y esgrime los dedos con la destreza de una pintora. Es en vano. Ly elude cada ataque.
-Ha evolucionado.- Le comenta Temis a Reds.
-Lo mismo digo de tu discípula.
-Es cierto. ¡Oh! ¡Eso sí! Aún debe trabajar en sus movimientos. No va mal, pero como ya has visto, Ly todavía calcula cada paso, quitándole espacio a sus impulsos para que puedan manifestarse con libertad.
Mientras tanto, el lycan seguía eludiendo los ataques de su compañera, hasta que de pronto ¡¡BRAM!! destruye la Psico-esfera con un tiro de luz áurea. Sus amigos quedan asombrados.
El brazo izquierdo de Ly queda extendido en ese costado, en tanto un rocío de escarcha recae en la hierba, por donde venía esa esfera creada por Kharima.
Casei se echa una risa.
-¡¡Presumido!!
Y tras su grito, dispara con fuerza su Flama de Purga. Pero Ly la abofetea con un ademán recubierto en hielo. Y aquel fuego negro, no tardó en deshacerse.
Pero al mismo tiempo Casei se lanzó contra el lycan, y una vez pecho a pecho le asedió a puñetazos. Ly se defiende. Bloquea cada ataque. Retrocede unos tres metros.
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Editado: 01.10.2020