El mal genio del sol

La luna enrojece cuando

la arrastras con

tus palabras frías,

un sencillo «Adiós»

la cambia de color.

Los «Te quieros»

la pintan de blanco;

y es que tu humor la cambian.

Sólo hace falta que la

provoques para que la

marea suba y te aplaste.

Tú, eres culpable de que

ella esté fuera de sí.

Se ha convertido en la

guardiana de tus sueños,

te consola entre lágrimas silenciosas.

Tatuó tu rostro en su cara oscura.

Sin embargo, ahora

guarda tu mal genio

en una lámpara mágica...

Encendiendo los

cielos con relámpagos,

porque tu actitud la lastimaron,

dejaron manchas grises

por toda su superficie.

Ahora yace dormida

entre tus cálidos brazos,

encaprichada contigo.

Entre regaños, mentiras,

y pequeños roces se ha

quedado estática en

el cielo, observándote.

Pintando todos tus lados

malos en el firmamento.

Amando tus fallas, obsesionada

con los defectos del sol

quien de vez en cuando

recuerda la frialdad de aquel espejo.

Porque la luna es el

reflejo de tu mal humor,

y tú el sol que la ilumina.

—Para el chico de los dibujos.