Después de mucho discutirlo, los magos adultos tomaron la decisión de actuar sin la ayuda de la nigromante. La mitad de ellos se quedaron en su propia dimensión y el resto viajaron a Horlwn, intentando buscar el origen de ese ímpetu de sus gobernantes por saquear el planeta.
Soledad y Neruana, quienes fueron los que más se aferraron a la idea de no dejar salir a la nigromante, se sintieron en la responsabilidad de encontrar una solución sin necesidad de su videncia.
Dado que Shouta y Citlalli se habían enterado de que muchas de las películas y series que veían estaban basadas en hallazgos científicos reales, por lo que se adentraron mucho en libros de ciencia, así que Soledad y Neruana se les unieron tratando de encontrar alguna solución.
Pero Shouta y Citlalli debieron dejarlos por su cuenta después de una semana, pues en Horlwn requerían de su poder como almas gemelas por el caso de que tuvieran que enfrentar a esas criaturas evasivas. Por algunas semanas el grupo estuvo de viaje en esa dimensión y Neruana y Soledad se sentían muy confundidos con tanto libro.
―Esto es realmente complicado. ―Neruana intentaba comprender lo que Carl Sagan explicaba sobre los agujeros negros en su novela “Contacto”―. Nosotros mismos hemos sido incapaces de viajar en el tiempo.
―Tengo entendido que los naguales de la dimensión de Innon han sido capaces de viajar en el tiempo ―comentó Soledad ―, pero no es algo muy útil. No puedes cambiar el curso de la historia. Si intentas hacerlo, algo te lo impedirá.
―De cualquier forma, no es lo que busco. ―Neruana empezó a lanzar un libro tras otro―. Estos son los libros que Shota me recomendó; Sagan, Hawking, de Grasse, Kaku… todos ellos hablan de qué son los portales interdimensionales y de sus teorías sobre el espacio-tiempo. ¡Pero ninguno dice cómo cerrar los malditos portales!
―En este artículo ―Soledad leía una revista ―, un tal Rees habla de la apertura de estos portales… algo de que con el tiempo crearía lo que llama un “cosmos viviente”.
―Claro que está vivo. ―Neruana se levantaba desperezándose―. Los magos lo conocemos como la red de Indra, todo está interconectado, cada sistema solar, cada galaxia, son como una red neuronal gigantesca. Pero por mucho que hayan estudiado al respecto, dudo que alguno de esos científicos tenga alguna de las respuestas que buscamos, son exageradamente escépticos y jamás aceptarían mezclar nuestros conocimientos con los suyos.
Pero por más que buscaron, no hallaron nada que les diera pistas de cómo o dónde encontrar al misterioso Utzikab.
La comisión de Horlwn regresó tras varias semanas. Estaban cansados y evidentemente fastidiados. Todos los esfuerzos resultaron fútiles. No importaba qué tanto intentaban intervenir en las mentes de los más reconocidos abogados de esa dimensión, gobiernos de todos los países cambiaban sus leyes, reglamentos y constituciones a fin de que cualquier clase de explotación humana fuera legal.
Y peor aún, mafias de todo el mundo habían iniciado guerras entre sí, buscando el control total del tráfico de distintas sustancias adictivas. Una nueva era de esclavitud había surgido en muy poco tiempo.
―¿Ustedes lograron encontrar algo? ―preguntó Agastya a los dos adolescentes. Ambos negaron con la cabeza.
―No pongan esas caras de decepción ―comentó Shouta―. Citlalli y yo hemos estado buscando entre esos libros y no creo que ahí encontremos la respuesta.
―Bueno, Neruana tuvo una idea, pero no le hemos entendido bien ―comentó Soledad―, es algo conocido como antimateria, el libro dice que es lo contrario de la materia y puede causar una destrucción mucho mayor que una bomba atómica, quizá se pueda usar para destruir los portales, pero ¿qué demonios es lo contrario de la materia? ―Todos miraron de inmediato a Citlalli y Shouta.
―No es difícil de entender ―Shouta comenzó a explicar―. En la ciencia se encontró que toda la materia está compuesta por átomos ―dicho esto, Citlalli sacó su varita y tras hacer una floritura, apareció un átomo azul en el aire.
―El centro está compuesto de partículas de carga positiva mientras que alrededor giran partículas de carga negativa ―entonces apareció otro átomo color rojo―. En la antimateria es lo contrario, el núcleo tiene carga negativa y alrededor giran partículas con carga positiva.
―Es como cuando intentas acercar dos imanes de polos iguales ―Shouta invocó dos imanes y los intentó acercar sin lograrlo―, se repelen. Si juntas la materia con la antimateria ese rechazo es muy violento ―los átomos en el aire se acercaron uno al otro y las partículas salieron volando vertiginosamente, y como es a nivel atómico, puede destruir más que cualquier arma nuclear.
―Supongo que no es tan simple como ir a un supermercado y pedir un kilo de antimateria ―dijo Neruana con su acostumbrado sarcasmo.
―Hay algo que llaman el “CERN” ―dijo Shouta―, no he entendido bien cómo funciona, pero sé que ahí han logrado crear ínfimas cantidades de antimateria.
―Una cantidad ínfima no nos servirá para destruir los portales. No quisiera aceptarlo ―intervino Citlalli―, pero creo que lo mejor es recurrir al plan B.
―¡No hablarás en serio! ―reclamó Neruana―. Liberar a Baba Yagá…
―A menos de que tengas una solución inmediata ―interrumpió Kayah―, no tenemos de otra.
Ni Neruana ni Soledad tuvieron nada que argumentar para evitar la liberación de la peligrosa nigromante.
Tomando todas las medidas de seguridad necesarias, los magos prepararon una habitación en las mazmorras herméticamente sellada con varios sortilegios. Esperaron tres semanas para que hubiera luna llena y su brillo completara las protecciones antes de liberar a Baba Yagá.
Kayah levantó un agujero oscuro que flotaba encima de una base de madera, y tomando su báculo con fuerza, lo hizo crecer.
Dentro de un halo de energía emergió una anciana maltrecha, con los ojos nublados por las cataratas. Volteaba de un lado a otro, descomponiendo aún más su demacrada faz en un rictus de odio. Las cataratas se desvanecían, dejando ver el tono gris de sus ojos.