Zarpé una noche de luna llena en un mar de tinta en busca del cumplimiento de tus promesas.
Te habías ido mientras me ocupaba en otras cosas y, para cuando supe lo que ocurrió ya habías desaparecido.
Me dejaste como un cachorro herido: necesitada de amor (de tu amor), necesitada de atención (tu atención), de cuidado (tu cuidado). Me ahogaba en recuerdos y me desangraba en lágrimas ardientes. En mi cuello el collar con tu nombre me asfixiaba. Me habías abandonado.
Aún así, tomé la primer letra que encontré y viajé en ella por cientos de puertos buscándote.
Así que, supongo que está es la historia de los puertos que abandoné por ti.