Odiabas el cinco. Bueno, tal vez no "odio" como tal, pero no era tu número más preferido... El punto, es que supe que cuando ya habías abandonado la música y con ella tus sueños, fui a buscarte directo a mi odio.
Tal vez solo estabas recobrando fuerza ahí, tal vez me esperabas en uno de mis números favoritos para ir juntos en la travesía de nuestras vidas.
Nada más equivocado que mi pensar. Ni siquiera habías pensado en ir a mi odio. ¿Cómo lo harías? si mi corazón aún late por ti, raíz que se alimenta de mi alma.
Si vuelves, cielo, prometo que esta vez te protegeré mejor que antes...